34.Harry 02

116 36 0
                                    

Estuvimos a punto de gritar mi hermana y yo. La pequeña criatura que yacía en la cama tenía unas grandes orejas, parecidas a las de un murciélago, y unos ojos verdes y saltones del tamaño de pelotas de tenis.

Nos quedamos mirando el uno al otro. Parecía que ese pequeño ser había ignorado por completo a mi hermana. 

—Esto..., hola —saludé nervioso

—Harry Potter —dijo la criatura  voz aguda —, hace mucho tiempo que Dobby quería conocerle, señor... Es un gran honor...-de repente se dio cuanta que mi hermana estaba tan bien presente. -¿Y tú quien eres?

-Violet Potter. Su hermana. -dijo Violet algo cabreada.  La criatura abrió los ojos algo sorprendida. A su lado estaban Hedwig y  Scorp dormidas en su gran jaula. - ¿Y tú?

—Dobby, señora. Dobby a secas. Dobby, el elfo doméstico —contestó la criatura.

—¿De verdad? —dije—. Bueno, no quisiera ser descortés, pero no nos conviene precisamente ahora recibir en mi dormitorio a un elfo doméstico. ¿Has venido por algún motivo en especial?

—Sí, señor —contestó Dobby con franqueza—. Dobby ha venido a decirle, señor..., no es fácil, señor... Dobby se pregunta por dónde empezar...—

Para mi consternación, el elfo rompió a llorar, y además, ruidosamente.  A continuación, sin previo aviso, se levantó y se puso a darse golpes con la cabeza contra la ventana, gritando: «¡Dobby malo! ¡Dobby malo!»

—¿Qué estás haciendo? —dijimos a la vez Violet y yo.

Nos acercamos a él a detenerle, sujetándole se acercó al elfo de un salto y tiró de él hasta devolverlo a la cama. 

—Dobby tenía que castigarse, señores —explicó el elfo, que se había quedado un poco bizco—. Dobby tendría que castigarse muy severamente por haber venido a verle, señor. Tendría que pillarse las orejas en la puerta del horno, si llegaran a enterarse.

—Si llegaran a enterarse ¿quien?. -pregunté con curiosidad y algo horrorizado

—La familia de magos a la que sirve Dobby, señor. Dobby es un elfo doméstico, destinado a servir en una casa y a una familia para siempre.

—Pero ¿por qué no los abandonas? ¿Por qué no huyes? -preguntó mi hermano

—Un elfo doméstico sólo puede ser libertado por su familia, señora. Y la familia nunca pondrá en libertad a Dobby... Dobby servirá a la familia hasta el día que muera, señor.

Violet y yo intercambiamos miradas

—Y nosotros que nos considerábamos desgraciados por tener que pasar otras cuatro semanas aquí —dije—. ¿Podemos hacer algo para ayudar?

Casi al instante, deseé no haber dicho nada. Dobby sollozó de nuevo.

—Por favor —susurré desesperado—, por favor, no hagas ruido. Si los Dursley te oyen ...

Mi hermana estaba inquieta también  echando alguna mirada abajo

—Harry Potter pregunta si puede ayudar a Dobby... Dobby estaba al tanto de su grandeza, señor, pero no conocía su bondad... Dobby ha oído —dijo con voz quebrada— que Harry Potter tuvo un segundo encuentro con el Señor Tenebroso, hace sólo unas semanas..., y que Harry Potter escapó nuevamente.

Asentí con la cabeza, y a Dobby se le llenaron los ojos de lágrimas.

—¡Ay, señor! —exclamó—. ¡Harry Potter es valiente! ¡Ha afrontado ya muchos peligros! Pero Dobby ha venido a proteger a Harry Potter y también a su hermana, a advertiros, aunque más tarde tenga que pillarse las orejas en la puerta del horno, de que no debéis regresar a Hogwarts.

—¿Que-qué? —tartamudeó Violet—. 

-Pero tenemos que regresar; el curso empieza el 1 de septiembre. No sabes lo que es vivir aquí. No pertenecemos a esta casa, pertenemos al mundo de Hogwarts. -continué diciendo mientras mi hermana asintó

—No, no, no —chilló Dobby—. Harry Potter debe estar donde no peligre su seguridad. Es demasiado importante, demasiado bueno, para que lo perdamos. Si Harry Potter vuelve a Hogwarts, estará en peligro mortal.

—¿Por qué? —pregunté

—Hay una conspiración, Harry Potter. Una conspiración para hacer que este año sucedan las cosas más terribles en el Colegio Hogwarts de Magia —susurró Dobby—. Hace meses que Dobby lo sabe, señor. Harry Potter no debe exponerse al peligro: ¡es demasiado importante, señor!

—¿Qué cosas terribles? —pregunté—. ¿Quién las está tramando?

-No puedo decirlo, Harry Potter. Me aseguraré que Harry Potter y su hermana no acudan a Hogwarts este año. Por el bien de Harry Potter. -dijo Dobby.

¿Por qué el mundo es tan cruel?


Efecto Mariposa - DramioneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora