Efecto Mariposa - Dramione

135.Hermione 31

Todos los personajes y la historia pertenecen a JK Rowling

POV HERMIONE GRANGER 31

Vi, horrorizada, como Taurus caía al suelo totalmente inconsciente. Quería que se le bajaran los humos, pero esto era pasarse. Había sido un baño de sangre.

—Creo que me he pasado ... —dijo Victoria con una mueca de preocupación viendo el cuerpo inconsciente, magullado y ensangrentado de Taurus.

—No me digas Sherlock ... ¡Casi le matas! —le grité enfurecida a Victoria.

—Lo tenía todo bajo control, Hermione. —dijo Victoria intentando quitar hierro al asunto. —Lo que pasa es que me enfureció su actitud arrogante, narcisista y supremacista. —

—Sí, a mi a veces también me ha sacado de mis casillas. Incluso le di un tortazo en una ocasión .... —dije dándole la razón en parte. Pero luego recordé el estado tan lamentable en el que se encontraba Taurus y volví a enfurecerme. —¡Pero una cosa es darle un tortazo y otra casi matarlo! ¡Te has pasado tres pueblos!—

—Ya lo sé ...—dijo apenada Victoria. —Creo que no estoy preparada para asumir este trabajo, dejo que mis emociones me controlen como al mocoso este. —continuó, señalando a Taurus. —Mocoso, mocoso —Victoria estaba dándole palamaditas en la cara para que despertara. —Despierta dormilón.—

Taurus abrió los ojos lentamente y se tocó su ensangrentada y rota nariz.

—¿Qué diablos...? ¿He perdido? —preguntó un desorientado Taurus Malfoy.

—Eso es lo de menos, mocoso. Mira, me he pasado mucho contigo. Quiero pedirte discul... —Victoria fue interrumpida por Taurus.

—Ni se te ocurra compadecerte de mí, squib. —dijo en tonto muy serio Taurus.

—No es eso, es sólo que ... —intentó explicarse Victoria.

—Calla de una maldita y dime como demonios me dejaste inconsciente, squib. —dijo Taurus tocándose su adolorido cuello.

—He ejercido una estrangulación desnuda, llamada en el mundillo de las artes marciales, la llave mataleón, originaria del jiu-jutsu brasileño.  Es una técnica en la que el usuario ejerce presión horizontal entre ambos brazos para detener el suministro de sangre de las carótidas del oponente. Si se realiza correctamente, como ha sido el caso, el oponente pierde la consciencia en pocos segundos.—explicó Victoria.

—Muy bonita la explicación, pero el que renuncia ahora soy yo. —dijo un asustado Ford. —No he venido a esta optativa para que me hagan daño.—

—Yo tampoco estoy muy a favor de la violencia. —dije. —No estoy muy segura de querer seguir aquí.—

—Tenéis razón, no ha sido la mejor clase de la historia que digamos. —dijo suspirando Victoria. —Le diré a mi padre que me aparte de la asignatura. Así no tenéis que renunciar a ella, y mi padre seguro que os enseña muy bien los aspectos teóricos sobre la vida de los muggles.—

—Ni pensarlo. Tú, jodida squib, nos darás clase a los tres hasta finalizar el curso. —dijo levantándose del suelo del tatami Taurus.

—¿Eh?—dijimos a la vez, extrañados, Henry, Victoria y yo.

—¿No eras tú el que estabas en contra de que te diera clase hace menos de media hora?—preguntó arqueando la ceja Victoria. —Debes ir a la enfermería de inmediato, mocoso, la falta de riego sanguíneo te ha dejado secuelas.—

—¿De qué demonios estás hablando de secuelas, jodida squib? Estoy algo adolorido, pero perfectamente bien. Y sigo sin querer que me des clase. Pero una apuesta es una apuesta. —explicó Taurus.