157.Violet 26

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Todos los personajes y la historia pertenecen a JK Rowling

POV VIOLET POTTER 26

—¿Por qué estás aquí estando el loco de mi primo libre?—dijo enfadado Taurus. —¡Deberías estar en Hogwarts!—

—En algo pensamos igual, Taurus. —dijo Hermione

—¿Desde cuando te importa lo que me pase?—preguntó interesado mi hermano.

A decir verdad, yo me hice la misma pregunta mentalmente. ¿Desde cuando le preocupa a Taurus lo que le pase a mi hermano?

—¡Desde nunca! —replicó Taurus—¡Me importa tres mierdas que te caiga un rayo, que te caigas por las escaleras o que mi primo te mate! Pero visto que tú y mi hermano estáis empeñados en estar siempre pegados me preocupa que también le ataque a él. ¡Así que deja de hacer el imbécil y regresa de inmediato! Dumbledore es un viejo que está en sus últimas, pero hay que reconocerle que aún sabe poner buenas defensas al castillo.Si te vuelvo a ver fuera del castillo haré que te expulsen y me da igual que seas amigo de mi hermano. Prefiero que me odie a que le hieran otra vez—

Duda resuelta, a Taurus le da exactamente lo que le pase a mi hermano a Ron, a Hermione o a mí. Todo su mundo se centra en sus padres y en su hermano Draco.

—Hagamos un trato, Taurus. —dijo mi hermano. Taurus arqueó una ceja con interés. —Prometo no volver a salir del castillo si a cambio dices la verdad sobre el incidente de Buckbeak  al tribunal de magos que va a juzgarlo en su apelación.—

—Ja. ¿Me estás chantajeando, cara-rajada?—dijo Taurus, con una mezcla de ira y de curiosidad.

—Solo estoy intentando que hagas lo correcto y de paso consigues lo que quieres, es decir, que no salga de Hogwarts.—dijo Harry.

—.....—Taurus entrecerró los ojos y apretó la mandíbula con fuerza. Estaba furioso con el atrevimiento de mi hermano. —Cuidado, Potter. Recuerda antes de hablar a quien estás dirigiéndote.—

—Tengo muy claro a qué clase de persona me estoy dirigiendo, Taurus. —contestó mi hermano con tono desafiándote.

La tensión en el ambiente se podía cortar con un cuchillo. Draco dio un paso para calmar a su hermano mientras yo hacía lo propio con el mío.

—Dile a tu amiguito que deje de hacerse el valiente y que se meta en el puto castillo de una vez, Draco. —dijo Taurus sin dejar de mirar a Harry.

—Vamos, Taurus. Hace apenas un minuto has dicho que éramos unos idiotas por casi pelearnos en plena calle. Cálmate y sigue tu propio consejo. —dijo Draco, consiguiendo  su objetivo de calmarle.

—Mmm. Tienes razón. Pero es que tus amigos retrasados sacan lo peor de mí. —dijo Taurus señalando a Harry y a Ron.

—¡Deja ya de insultarnos!—protestó Ron.

—Venga, venga. Todos estamos muy nerviosos por lo de Buckbeak. Vamos a respirar profundamente para relajarnos —dije haciendo profundas inspiraciones y espiraciones. Ron y Hermione me imitaron, pero mi hermano, Draco y Taurus me miraban como se le mira a una persona que no está en sus plenas facultades mentales. 

—¿Tanto os importa lo que le pase a ese pajarraco? Si solo es una bestia. —dijo Taurus, intentado quitar hierro al asunto a su manera.

—¡Tú sí que eres una bestia!—le dijo Hermione, señalándole con el dedo y olvidando la inspiración y espiración. Taurus, a diferencia que con mi hermano y Ron, sonrió divertido por la actitud desafiante de Hermione.

—Desgraciadamente, no puedo cambiar el pasado. Si pudiera hacerlo, las cosas hubieran sido muy distintas. Y no me refiero precisamente a lo ocurrido con el pajarraco—dijo Taurus, sin yo saber a que cosas se refería. Aunque suponía que cambiaría lo sucedido con el basilisco del año pasado y algo para ganar aún más poder en la escuela—Así que lo hecho, hecho está. Y desde luego que no voy a hacer lo que ha sugerido el cara-rajada. Pero os prometo que no me interpondré a lo que hagáis para salvarlo. Y tampoco pienso volver a mentir para ejecutarlo. Mi orgullo ya está demasiado herido como para dañarlo aún más con más mentiras.—

Taurus se dio la vuelta y empezó a caminar de vuelta a las Tres Escobas donde le esperaban la estúpida de Parkinson y el resto de sus esbirros.

—Una cosa más antes de irme. Dejad de jugar a los detectives y a los héroes con el tema del loco de mi primo. Ya jugasteis a ese peligroso juego el año pasado con el basilisco y la cosa no acabó bien para la sangresucia y para mi hermano. Así que os advierto una cosa. —dijo Taurus bajando el tono de su voz. —Como le pase a Draco por culpa de alguna de vuestras estupideces .....—amenazó Taurus mirando sobre todo a Harry y a Ron. 

—Si ya ha quedado claro, harás que me expulses. —dijo Harry, mostrándote valiente pero en el fondo estaba asustado.

—¡Así que deja de mirarnos y lárgate de una vez!—replicó Ron.

—Os estoy mirando a vosotros dos porque sois los más estúpidos con mucha diferencia.—contestó Taurus a Ron. Luego miró a mi hermano. —Y te equivocas Potter. La expulsión es una advertencia de lo que te sucederá si descubro que vuelves a salir del castillo aunque a mi hermano no le pase nada. Lo que os estaba intentando explicar es que la expulsión no es ni por asomo lo que planeo haceros si mi hermano vuelve a salir lastimado por culpa vuestra.—

—¡Taurus, deja de amenazar a mis amigos!—dijo Draco cansado con la actitud de Taurus.—¡Mis amigos y yo somos libres de hacer lo que queramos! ¡No eres mi padre!—

—No es una amenaza, Draco. Es una advertencia. —le aclaró Taurus. —Siento decirte que vuestra libertad se acaba cuando con ello conseguís poner tu vida en peligro. Y tienes suerte de que no sea Padre, Draco.—

Esas fueron las últimas palabras que nos dijo Taurus. Todos nos miramos los unos a los otros y decidimos que nuestra excursión a Hogsmeade se había acabado. La posibilidad de que Sirius Black estuviera merodeando y las amenazas Taurus hicieron que nuestro ánimo decayera, así que ya no estábamos de humor de seguir explorando el pueblo. Harry y yo volvimos con ayuda del mapa del merodeador que nos habían dejado los gemelos Weasley mientras que Ron, Hermione y Draco volvían por medio del autobús de Hogwarts que hacía la ruta Hogwarts-Hogsmeade cada media hora.

Pasaron los días y las semanas sin ningún acontecimiento destacable salvo que Hermione se había puesto como meta (además de sacar todo sobresalientes) el que absolvieran a Buckbeak en la apelación que se celebraría en Abril. El poco tiempo libre que tenía lo empleaba en informarse en la biblioteca sobre juicios en los que criaturas mágicas hubieran atacado a humanos. Y concretamente en aquellos en que absolvieran a los animales, centrándose en las tácticas de la defensa para lograrlo.

Eso, sumado a nuestros apretados horarios, hacía que fuera muy difícil el pasar tiempo con mi mejor amiga. Con Draco, Theo y Blaise tampoco podía pasar mucho tiempo por culpa del quidditch.  Draco ya no era el capitán de Slytherin, ya que ese cargo solo lo había ocupado temporalmente por la lesión de Taurus por el incidente de Buckbeak. Así que una vez recuperado Taurus, la capitanía volvía a su persona. Pero aunque Draco no fuera capitán, le dedicaba muchísimo tiempo a entrenar, tanto tiempo como Theo y Blaise.

Así que estos días con los que más pasaba el tiempo eran con las hermanas Greengrass (Astoria y Daphne) y con Ron y mi hermano. Astoria, Daphne y Ron no estaban, al igual que yo, en ningún equipo de quidditch, por lo que podía quedar más tiempo con ellos que con el resto. Y mi mellizo, aunque era miembro del equipo de Gryffindor, tenía la Nimbus 2000 rota desde el último partido que disputó contra mi casa en el que Draco actuó como capitán temporal. Por lo que muy a su pesar, Harry estaba bastante ocioso.

Por tanto, nada interesante ocurrió hasta el día 25 de Diciembre de 1993, es decir, el día de Navidad.

Efecto Mariposa - DramioneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora