Efecto Mariposa - Dramione

151.Hermione 36

Todos los personajes y la historia pertenecen a JK Rowling

POV HERMIONE GRANGER 36

Entramos Draco, Ron y yo a Honeydukes para comprar dulces. La tienda estaba llena de estantes repletos de dulces mágicos. Además estaba abarrotada por alumnos de Hogwarts de entre tercero y séptimo, todos querían comprar caramelos, helados, grageas o bolitas de chocolate.

Los tres fuimos al rincón más apartado de la tienda bajo el letrero de Sabores insólitos. Observamos una bandeja de pirulíes con sabor a sangre. 

—¿Crees que le gustará a Violet esto? —preguntó Ron.

—Uf, no, Violet no querrá de éstos. Creo que son para vampiros —dije.

—¿Y qué te parece esto para Harry, Draco? —dijo Ron acercando un tarro de cucarachas a la nariz de Draco.

—Aleja eso de mi cara, Ron. —dijo conteniendo una arcada Draco.

—¿En serio crees que eso me gustaría ?—dijo Harry acompañado de Violet.

Casi caigo de culo por el susto.

—¡Harry! ¡Violet!—grité—. ¿Qué hacéis aquí? ¿Cómo... cómo lo habéis hecho...?—

—¡Ahí va! —dijo Draco muy impresionado—. ¿Habéis aprendido a apareceros?

—Por supuesto que no —dijeron Violet y Harry al unísono. 

Luego nos hizo Harry señas para que nos acercáramos a ellos para enseñarnos algo. Era un pergamino. Ante nuestra cara extrañada, Violet y Harry emperazon a explicarnos que se trataba del Mapa del Merodeador que se los había regalado Fred y George.

—¿Por qué Fred y George no me lo han dejado nunca? ¡Son mis hermanos! —dijo Ron molesto.

—¡Pero no se quedarán con él! —dije,—. Se lo entregaréis a la profesora McGonagall. ¿A que sí?

—¡No! —contestaron a la vez Harry y Violet.

—¿Estás loca? —dijo Ron, mirándome con ojos muy abiertos—. ¿Entregar algo tan estupendo?

—Bueno, piensa que el diario de Riddle era también fabuloso y mira como acabó la historia. —razonó Draco. —Nunca es bueno jugar con artefactos mágicos, y menos si no sabes su procedencia.

—¡Así se habla, Draco! —dije sonriendo a Draco, feliz que no estuviera sola en la idea de que era una mala idea tenerlos

—¡Pero si se  lo entregamos tendremos que explicar dónde lo conseguimos! Filch se enteraría de que Fred y George se lo cogieron. —exclamó Violet

—Pero ¿se te ha olvidado que tengo un primo loco que quiere matarte, Harry? —susurró Draco.

—No, pero ... —dijo Harry, pero le interrumpí.

 —¡Sirius Black podría estar utilizando alguno de los pasadizos del mapa para entrar en el castillo! ¡Los profesores tienen que saberlo! —dije alterada.

—No puede entrar por un pasadizo —dijo enseguida Harry—. Hay siete pasadizos secretos en el mapa, ¿verdad? Fred y George saben que Filch conoce cuatro. Y en cuanto a los otros tres... uno está bloqueado y nadie lo puede atravesar; otro tiene plantado en la entrada el sauce boxeador, de forma que no se puede salir; y el que acabo de atravesar yo..., bien..., es realmente difícil distinguir la entrada, ahí abajo, en el sótano... 

—Hablando del rey de Roma ... —dijo Violet señalando un rótulo que estaba pegado en la parte interior de la puerta de la tienda:

POR ORDEN DEL MINISTERIO DE MAGIA