93.Harry 08

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Todos los personajes y la historia pertenecen a JK Rowling

POV HARRY POTTER 08

Cuando llegué a mi cuarto por la noche me fijé en algo extraño. Todos los libros se habían empapado de tinta roja salvo el diario de Tom M. El diario estaba tan limpio como antes de que la botellita de tinta se hubiera roto en el forcejeo con el enano. Quería examinar de nuevo el diario de Tom M., no se los hice saber a los demás por miedo a hacerles perder el tiempo. Estaba obsesionado con ese diario, no quería molestar a los demás con mi obsesión.

Me senté en la cama y hojeé las páginas en blanco. Ninguna tenía la más ligera mancha de tinta roja. Luego saqué una nueva botellita de tinta del cajón de la mesita, mojé en ella mi pluma y dejé caer una gota en la primera página del diario.

La tinta brilló intensamente sobre el papel durante un segundo y luego, como si la hubieran absorbido desde el interior de la página, se desvaneció. Emocionado, Harry mojé de nuevo la pluma y escribí:

«Mi nombre es Harry Potter.»

Las palabras brillaron un instante en la página y desaparecieron también sin dejar huella. Entonces ocurrió algo, en la misma tinta que había utilizado yo, aparecieron unas palabras que yo no había escrito:

«Hola, Harry Potter. Mi nombre es Tom. ¿Cómo ha llegado a tus manos mi diario?»

Estas palabras también se desvanecieron, pero no antes de que yo comenzara de nuevo a escribir:

«Alguien intentó tirarlo por el retrete.»

Aguardé con impaciencia la respuesta de Tom. Me enseñó sus recuerdos durante su estancia en Hogwarts. Para mi horror, descubrí que fue Hagrid el que abrió la Cámara de los Secretos hace cincuenta años.

Al día siguiente nos reunimos los cinco amigos en las afueras del castillo, a tomar el aire, debajo de unos árboles. Les conté lo que Tom me había enseñado en sus recuerdos.

—Hagrid fue un alumno de Gryffindor, ¿verdad? —preguntó Hermione.

—Sí. ¿Pero eso que importa ahora?

—No mucho. Pero resulta que Taurus al final decía la verdad cuando dijo que el heredero pertenecía a la casa Gryffindor. —reflexionó Hermione. —Y yo que estaba convencida que nos estaba mintiendo.—

—Sí, que el heredero de Slytherin sea alguien de Gryffindor, y que ese alguien sea el mismo Hagrid es desconcertarte e inquietante. —dijo Violet.

—No sé, no me encaja que Hagrid se dedicara a atacar a hijos de muggles. —dijo Draco nada convencido. —Quizá te mintió Tom. ¿Por cierto, cuál es su apellido? ¿Lo descubriste en sus recuerdos?

—No me ha mentido. Yo lo vi. Vi como Hagrid admitía tener un monstruo en el castillo. Y contestando a tu pregunta, no. Todo el mundo se refería a él como Tom. —contesté. 

—Por lo que has dicho, Tom me recuerda a Percy, tan perfecto y tan estricto con las normas. ¿Por qué tuvo que delatar a Hagrid?—preguntó Ron.

—El monstruo había matado a una persona, Ron —contestó Hermione dolida con él.

—Y Tom habría tenido que volver al orfanato muggle si hubieran cerrado Hogwarts —dije—. No lo culpo por querer quedarse aquí.—

—¿Por qué no vamos y le preguntamos a Hagrid?—dijo Violet

—Sería una visita muy cortés —dijo Ron sarcásticamente—. Hola, Hagrid, dinos, ¿no serás tú el heredero de Slytherin y has estado últimamente dejando en libertad por el castillo a una cosa furiosa y peluda?—

Al final, decidimos no decir nada a Hagrid si no había otro ataque, y como los días se sucedieron sin siquiera un susurro de la voz que no salía de ningún sitio, albergábamos la esperanza de no tener que hablar con él sobre el motivo de su expulsión.

Ya habían pasado casi cuatro meses desde que petrificaron a Justin y a Nick Casi Decapitado, y parecía que todo el mundo creía que el agresor se había retirado. Todo el mundo se había olvidado del tema. 

Las apuestas en los partidos de quidditch y el club de duelo eran los temas más populares del momento. Zabini, Nott, Fred y George dejaron de ser los corredores de apuestas. Ahora los que llevaban las apuestas eran  Emily Fernsby, una alumna rubia de ojos azules y con gafas de 4º de Slytherin, y  John McQuaid, un alumno corpulento de tez negra de 5º de Slytherin. Aunque ahora respondían, por orden expresa de Taurus, por los alias de Aquarius (Emily) y Aries (John). Aquarius se encargaba de las apuestas de quidditch y Aries de las del club de duelo. Al principio, los de Gryffindor, RAvenclaw y Hufflepuff no se fiaban de dejar su dinero en manos de gente de Slytherin, pero al cabo del tiempo vieron que eran legales y empezaron a apostar también. Después de un tiempo, había tantas apuestas, que Aquarius y Aries tuvieron que contratar a otros alumnos para que les ayudaran. Todos los ayudantes de Aquarius y Aries eran de Slytherin. Draco oyó de Zabini y Nott que había prohibido expresamente que cualquier negocio suyo no fuera manejado por alumnos de su casa.

Los profesores estaban al tanto, pero no había pruebas sólidas contra ellos, y pensaban que era una buena distracción a los horribles ataques que se habían producido durante el año. Si antes Taurus era popular en el colegio, ahora, a parte de popular, tenía poder y mucho dinero. En los meses siguientes sin ataques desde la poción multijugos, había reunido un pequeño ejército a su alrededor, siendo las cabezas visibles de ese mini ejército Parkinson, Bulstrode, Crabbe, Goyle, los miembros del equipo de quidditch, Aquarius y Aries. Aunque no todo Slytherin estaba a su favor, a parte de Draco y Violet, tampoco estaban de acuerdo con su comportamiento los nuevos amigos del rubio y mi hermana, Nott, Zabini y las hermanas Greengrass, así como algunos de cursos superiores que no les gustaba que un alumno de 2º tuviera tanto poder, por mucho que proviniera del linaje de los Malfoy y los Black.

Durante todo este tiempo, nos mantuvimos alejados de Taurus, y él cumplió su palabra de dejarnos en paz si no nos metíamos en su camino.


Efecto Mariposa - DramioneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora