Stupid Love Song ~ Albalia

Capítulo 30

P.O.V. ALBA

Se lo tendría que contar a mis padres, eso es lo único que pensé esa noche. Natalia me convenció para quedarme a dormir en su casa, y yo se lo agradecí, ya que no quería volver a salir a la calle siendo de noche.

Me levanté la mañana siguiente muy temprano, tenía que ir a trabajar. Natalia me había estando repitiendo durante media hora la noche anterior que me iba a acompañar al trabajo, así que la desperté.

- Buenos días Rubia - Me dijo, aun con los ojos cerrados, mientras estiraba los brazos tumbada en la cama.

- Me sabe mal que te despiertes tan temprano por mi. - Le dije.

- Alba, ya lo hablamos ayer, no tienes escapatoria.

- Está bien... - Le dije, me acerqué a ella y dejé un pequeño beso en sus labios. Ella sonrió y abrió los ojos.

- Podría acostumbrarme a esto - Me dijo. Yo reí y le di un abrazo, tumbándome junto a ella otra vez.

- Me vas a tener que dejar ropa, y mides dos metros mas que yo...

- Que exagerada! Pantalones cortos y cualquier camiseta, que te parece?

- Perfecto. Oye... Tengo que poner al día a mi hermana.

- Llámala.

Cogí el móvil y marqué su numero, puse el altavoz y a los dos tonos me respondió.

- Alba, todo bien? - Me dijo, con voz de recién levantada.

- Te he despertado?

- Si, pero no importa. Ha pasado algo?

- No, tranquila, está todo bien... Se lo he contado a Natalia, Marina.

- Que? Enserio? - Dijo, notablemente feliz.

- Y eso no es todo... Su madre es abogada, me ha convencido, voy a denunciar.

- Alba, eso es... eso... - Dijo Marina, pero empezó a llorar al otro lado de la línea. Natalia me miró y cogió mi mano - No sabes lo mal que lo he pasado Alba.

- Yo... Lo siento, tendría que habérselo contado a papá y a mamá.

- Lo vas a hacer, verdad?

- Si, pero no se cuando... Tendré que venir a Elche, y no creo que sea lo mas seguro ahora mismo.

- No hace falta que vengas, les convenceré de venir a visitarte y nos quedaremos en algún hotel de por allí.

- Eso estaría muy bien. Gracias Marina.

- Estas con Natalia?

- Te está escuchando.

- Joder Alba, que vergüenza.

Natalia y yo nos reímos, y Natalia se decidió a hablarle a mi hermana.

- Hola Marina, soy Natalia - Dijo, acercándose al móvil.

- Hola... Muchas gracias, en serio.

- Gracias a ti... Tengo muchas ganas de conocerte.

- Ay... Yo también a ti. Cuida de mi hermana, por favor.

- No me voy a separar de ella en todo el día, te lo prometo. Me va a acabar aborreciendo...

- Lo dudo mucho.

- Bueno, Marina - Dijo Alba, provocando mi risa - Sabes algo de él?

- Ayer por la noche salí con unas amigas y lo vi, aun está en Elche.