Stupid Love Song ~ Albalia

Capítulo 7

Noemí repartió todas las camisetas, no faltaba nadie, así que se dispuso a contar como trabajarían en la academia.

- Muy bien, chicos, os voy a contar como funciona todo aquí. Hay clases todos los martes y jueves, de 16.00 a 18.00, aunque los domingos la academia está abierta para venir a practicar. La primera semana del mes os asignaremos una canción, en dúo o individual, cada día que vengáis os encontrareis un horario con las clases que os tocan ese día, a los profesores ya os los iremos presentando. La tercera semana de cada mes habrá un examen, cantareis la canción en frente de los profesores y os comentaremos lo que creamos conveniente. El último domingo de cada mes iremos a un local muy importante de aquí al lado para presentar lo que habréis practicado durante ese mes, habrá público y vuestras actuaciones serán grabadas y colgadas al canal de Youtube. Al local donde cantaréis asiste gente importante dentro de discográficas del país, así que os lo tenéis que tomar muy enserio porque esto puede cambiar vuestra vida. 

Alba y Natalia, al igual que la mayoría, se quedaron con la boca abierta. Ninguna de las dos había pensado que de ahí podían salir con contratos discográficos, y aunque Noemí se lo advirtiese, en su cabeza no concebían esa idea, pensaban que ellas no podían tener esa suerte.

- Vale, ahora os voy a presentar a dos de los profesores de la academia. Probablemente sepáis quien son, ya que son conocidos en el mundo del cine y del teatro. Ellos os enseñaran a interpretar los temas, y los domingos, para los que vengáis, ya que no es obligatorio, harán clases grupales de interpretación. - Noemí desvió su mirada, bajo la intriga de los 16 chicos, hacia una puerta que quedaba a su espalda. Y habló - Os presento a los Javis. 

Todo el mundo se quedó callado, asimilando que Javier Calvo y Javier Ambrosi les iban a dar clase, pero reaccionaron y empezaron a aplaudir, mientras los dos chicos entraban en la sala por la puerta a la que Noemí había echado ojo segundos antes. 

- Hola chicos! Encantados de conoceros! - Habló Javier C. por los dos - Ahora vamos a hacer una clase para conocernos entre todos, ya que imagino que la mayoría no habéis hablado nunca.

P.O.V - ALBA

No me lo podía creer, los Javis me iban a dar clases de interpretación, y pensar que yo había pagado para ir a ver sus obras y su película... Eso era lo mas surrealista que me había pasado en mucho tiempo, pero me encantaba.

Nos hicieron sentarnos en el suelo en círculo, a mi derecha estaba María, a mi izquierda un chico muy alto y delgado y, en frente de mi, al otro lado del círculo, estaba Natalia, con Javier A. a su derecha.

- Muy bien, empezaremos por ti - Dijeron señalando a una chica al azar. - Quiero que nos cuentes quien eres, que haces aquí, y alguna anécdota de tu vida graciosa, para coger confianza.

La chica se puso roja y empezó a jugar con las mangas de su sudadera, pero empezó a hablar:

- Bueno, yo me llamo Marta, soy de Torre del Mar, un pueblo de Málaga... Tengo 18 años. No recuerdo un momento en mi vida en el que no cantase, siempre me ha encantado. Estoy aquí porque mis amigas me dijeron que me presentase, y la verdad es que pensaba que no me iban a coger... Pero aquí estoy... 

Marta se acabó de presentar y contó su anécdota. Así lo hicieron todos, y yo me iba quedando con la información básica de cada uno: Marilia y Marta, de 18 años, Famous, de 19, Dave, que al igual que yo tenía 20, Damion, con 21, Alfonso, África, Miki, Joan y Noelia, que tenían 22, Julia con 23, Sabela con 24, Carlos de 25 y María, a quien ya conocía y tenía 26. Sólo tres eran de Madrid, y me encantaba la diversidad de acentos que se podían diferenciar. 

Daba la casualidad de que solo Natalia y yo aún no nos habíamos presentado, y los Javis me dieron pie a hacerlo. Miré hacia delante, Natalia me miraba curiosa, con los ojos atentos, y eso me puso nerviosa.

- Yo soy Alba Reche... Tengo 20 años y soy de Elche, Valencia. Bueno, ayer me mudé aquí y estoy viviendo con María - Dije mirando a María con una sonrisa, y a Natalia de reojo - Hasta esta mañana no sabía que esto existía, la verdad, ella me ha convencido de venir y me parece increíble todo esto, enserio, es alucinante... - Vi como Natalia sonreía escuchándome, y me sonrojé ligeramente, aunque no se dieron cuenta del motivo - He cantado des de pequeña, con mi hermana, pero nunca que podido estudiar música, así que lo poco que se es por copiar a cantantes y de cantar en la ducha... Una anécdota mía... Bueno, cuando era pequeña mis padres se olvidaron de mi y me dejaron tirada en un hotel en medio de la nieve. Teníamos que volver a casa, mis padres se pensaron que iba en el coche de mis tíos y mis tíos en el de mis padres, y a mitad de camino se llamaron y yo no estaba en ninguno...

Todos se empezaron a reír de mi, y yo me uní a ellos, poniéndome roja. Natalia me miraba fijamente mientras reía, le miré a los ojos, y dejó de reír, pero no quitó su sonrisa perfecta de la boca, no pude seguir con la lucha de miradas y bajé la vista hacia el suelo, riendo para mi. Ahora le tocaba a Natalia presentarse.

- Me llamo Natalia Lacunza, y soy de Pamplona... Tengo 19 años y yo también me mudé ayer. - Dijo mirándome unos segundos - Canto no he estudiado, pero si guitarra y baile contemporáneo. También escribo mis canciones, aunque no sean nada del otro mundo... Al igual que Alba también me he enterado esta mañana de la existencia de esta academia, porque he pasado por enfrente de la puerta y me ha llamado la atención el cartel, y así, a lo loco, he hecho la audición, y para nada me esperaba que me cogiesen, la verdad... Aunque es de lo mejor que me ha pasado últimamente así que me encanta. - Yo la miraba atentamente, y por unos segundos la luz de sus ojos se apagó, como si hubiese recordado algo, pero parpadeó bajo mi mirada intrigada, y volvió a tener el mismo brillo. - Una anécdota mía... Pues una vez me atropellaron yendo en bici, en el momento no fue gracioso, pero ahora tiene su gracia porque no me hice nada... Bajé una rampa, me descontrolé y justo cruzó una calle un coche y volé muchos metros, pero, no se aún como, solo me raspé el codo... 

Los 15 restantes comentaron entre ellos la anécdota, y yo me dediqué a mirarla, mientras le contaba detalles de la anécdota a Miki, quien estaba sentado a su lado. 

María me dio un golpe con el codo que me hizo volver a la tierra, ya que me había quedado empanada observándola.

- Tía, la vas a fundir con la mirada - Dijo María, haciendo que yo abriera mucho los ojos y me pusiese roja - Que intensa por dios, si que es verdad que no sabes ligar... 

Ella empezó a reír, mientras yo la maldecía y cubría mi cara con las manos, llamando sin querer la atención de Natalia, que me miró y rió por la situación, sin imaginarse que ella era el motivo de que yo pareciera un tomate y de la risa eufórica de María.