Capítulo 66

3.6K 208 211
                                    

P.O.V. NATALIA

Ya hacía un mes y medio desde el incidente. Y la verdad es que había aprendido a convivir con las preguntas, pero mentiría si dijese que la había olvidado. Eso era imposible.

Durante todas esas semanas Luna había pasado más tiempo en mi casa que en la suya, y le estaba eternamente agradecida, ya que me había ayudado muchísimo a superar la situación.

Cada día estábamos más unidas, eso era indiscutible y inevitable.

Sonó el timbre de casa y tras dos minutos volvíamos a estar tumbadas en el sofá como normalmente. Yo con mi cabeza en su regazo y ella acariciando mi pelo.

- Como estas? - Preguntó.

- Bien. Mucho mejor - Respondí con una sonrisa mirándole a los ojos.

Esa chica era realmente preciosa. Sus ojos verdes, su pelo naranja, sus pecas, esa sonrisa perfecta y su personalidad. Aunque, ante mis ojos, Alba era insuperable y me dolía creer eso aún.

Cuando se sonrojó me di cuenta de que llevaba un buen rato observándola atentamente con una sonrisa. Carraspeé y aparté mis ojos de ella.

- Y tu? Como estas? - Pregunté para alejar la tensión que se había instaurado en ese sofá.

- Muy bien también.

- Me alegro.

Sonrió y se levantó, obligándome a sentarme. Rebuscó en la pequeña mochila que siempre llevaba y me volvió a mirar con una sonrisa, escondiendo algo en su espalda.

- Tengo una sorpresa - Dijo acercándose a mi.

- Que miedo me das.

- Cierra los ojos.

Le hice caso y los abrí tras su consentimiento. Sujetaba dos entradas en la mano. Leí de qué eran y no me lo podía creer.

- Billie Eilish!? - Pregunté con una gran sonrisa. - Pero si el concierto es hoy!

- Dos amigas mías no pueden ir y me las han vendido.

- Las has comprado? Pero si son carísimas!

- Por eso no te preocupes.

Me levanté con un saltito dejando las entradas en el sofá y la abracé con fuerza. Ella me recibió con una carcajada y me rodeó con sus brazos. Tras unos segundos la emoción le dejó paso a otro sentimiento que no supe describir. Me separé un poco de ella y la miré a los ojos, que se encontraban a unos centímetros de mi. Mis ojos bajaron fugazmente a sus labios y una pequeña sonrisa se apoderó de estos. Se acercó un poco a mi y yo no me moví.

Cuando nuestras respiraciones de mezclaban mi móvil nos hizo reaccionar. Nos separamos de repente y ambas nos sonrojamos notablemente, andando en direcciones opuestas y evitando volver a mirarnos.

Cogí el móvil y al ver el nombre de Marta en la pantalla quise agradecerle y matarla a la vez por su llamada. Que coño me pasaba? En que estaba pensando?

- M-Marta, dime - Respondí.

- Nat? Te pasa algo?

- A mi? Que me va a pasar a mi? Yo estoy perfectamente - Escuché a Luna reírse levemente a mi espalda y sonreí, pero borré la sonrisa al darme cuenta - Que quieres?

- Que raro... Bueno, nada, saber si mañana te va bien que venga a comer.

- Que? Ah, claro que si, si, perfecto.

- Está bien... - Respondió no muy convencida - Hasta mañana entonces.

- Hasta mañana Marta.

Colgué y solté el aire que retenía. Por dios, Natalia, que te pasa?

- Eh... Me tengo que preparar para el concierto - Dijo Luna acercándose a mi, pero manteniendo la distancia. - Hasta esta noche?

- Si, claro, hasta esta noche... Te paso a buscar?

- Como quieras.

- Pues a las nueve estoy allí, te parece?

- Me parece.

- Hasta luego entonces.

- Hasta luego Nat.

Cogió sus cosas y salió del piso. Nos despedimos con una sonrisa y, tras cerrar la puerta, me senté en el suelo. Que has estado apunto de hacer, Nat? Me dije a mi misma. Hubieses besado a Luna si Marta no os hubiese interrumpido?

Me temía que si. Y era verdad.

A las diez esperábamos ansiosas que nos permitieran la entrada al local en el que cantaría Billie Eilish, parecíamos haber olvidado la escena de hacía unas horas, pero la realidad es que nos estaba obstruyendo los pensamientos a ambas constantemente.

Tras una hora nos sentamos en esas gradas y esperamos a que la cantante saliese al escenario.

- Ojalá cantar en un escenario así en un futuro - Dije, soñando.

- Seguro que lo vas a hacer, eres increíble.

La miré y me sonrió. De nuevo esa jodida sonrisa perfecta. Volví a mirar sus labios pero la distancia no estaba de nuestro lado y la música empezó a resonar por el lugar, así que ambas miramos hacia delante, sonrojadas de nuevo.

El concierto transcurrió de maravilla, la cantante era increíble y ambas cantamos a pleno pulmón todas sus canciones. Parecíamos adolescentes de quince años ante su ídolo inalcanzable. Y es que, realmente, Billie Eilish era esas dos cosas rozando a la perfección.

La vuelta a casa fue en constante euforia por el concierto que acabábamos de presenciar.

- Oye, muchas gracias por invitarme - Dije cuando llegamos a mi portal, ya que ella se había empeñado en acompañarme. - No se que hacer para agradecértelo.

- No hay de que... - Respondió con una sonrisa.

Me apoyé en la pared que quedaba perpendicularmente con la puerta en esa pequeña entrada, algo dentro de mi me decía que aun no debía abrir esa puerta. Ella se apoyó en la pared que había enfrente de mi y sus ojos verdes brillaron entre la oscuridad de la noche.

Y entonces lo hice, fue un impulso, pero algo dentro de mi me decía que debía arriesgar. Cogí los cordones de su sudadera y la atraje hasta mi, quedando a escasos centímetros. Rocé mi nariz con la suya y cerré los ojos por un segundo. Cuando los volví a abrir el corazón me latía desesperado y acorté la distancia que nos separaba.

Cuando nuestras lenguas se encontraron pensé en que, probablemente, si mi corazón latía con tanto ímpetu era para frenarme y no al contrario, ya que al saborearla no sentí nada, solo unas ganas insaciables de volver a abrazar a Alba, a quien llevaba mas de un mes intentando sacar de mi cabeza.

En ese beso comprendí que eso era imposible, que ella estaba en mi corazón marcada con fuego y que mi única finalidad era volver a saborearla.

Stupid Love Song ~ Albalia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora