P.O.V. ALBA
Era increíble, ya llevaba dos meses viviendo en Madrid. Éste domingo ya era la segunda gala, y la verdad es que Miki y yo llevábamos de maravilla la canción, para que mentirnos? Era un encanto de chico y nos llevábamos muy bien.
Aún estábamos a lunes y llevaba desde el viernes, cuando fui a trabajar, sin hablar con Natalia.
Estaba paseando por la calle, cuando de repente escuché una voz al final de ésta. Sonreí, me encantaba coincidir así, teníamos una especie de imán que aun sin buscarnos nos encontrábamos.
Ande hacia la música, pero antes de llegar a ella una voz me frenó en seco.
- Canta bien, eh?...
Me giré para buscar la voz y vi a un chico, de mas o menos mi edad, apoyado en la pared con un cigarro entre sus labios.
- Si... Canta de maravilla - Respondí, sin saber muy bien porque me había hablado.
- Nunca me cansaré de escucharla.
Le miré extrañada, lo había dicho como si llevase mucho tiempo escuchándola, como si la conociese. Ese chico no era un fan mas.
- Debes estar flipando - Me dijo, tirando el cigarro al suelo y acercándose a mi - Un chico que no conoces de nada te está hablando sobre tu novia como si la conociese de toda la vida.
- La verdad es que si...
- Déjame explicarme cuando te diga quien soy, por favor, porque estoy casi seguro de que vas a querer irte, y me lo merezco.
Lo miré confundida, no sabía si debía confiar demasiado en aquel chico, pero había algo en él que me transmitía seguridad, certeza.
- Quien eres? - Le pregunté.
- Soy Mikel.
Abrí los ojos y di un paso para atrás, cambiando por completo la expresión de mi cara. Sabía todo lo que Natalia había llorado por él el día en que nos conocimos. Merecía realmente que perdiese mi tiempo escuchándole?
- Te puedo invitar a un café? - Me preguntó, con una voz rendida.
Me lo pensé, no sabía que era lo correcto en ese momento, pero tenía la sensación de que debía escucharlo.
- Si - Dije, sin más, y empezé a andar hacia un bar cualquiera, él me siguió. Tampoco quería que se pensase que por aceptar su propuesta ahora era su amiga.
Entramos en un bar y nos sentamos en una mesa, pedimos y cuando nos trajeron el café lo miré, esperando a que hablase.
- Voy a serte sincero. - Empezó - Lo que hice no tiene perdón, y por eso no le voy a pedir nunca a Natalia que me perdone. Yo la quiero, y tanto que la quiero, lo último que quería era hacerle daño y la cagué.
- Nunca me ha llegado a contar lo que pasó entre vosotros.
Sonrió y me miró, no entendí porque sonreía, pero continuó hablando.
- Empiezo a entender porque le gustas a Natalia, siempre me decía que la gente que ayudaba sin preguntar le fascinaba. Me alegra que haya encontrado lo que yo nunca pude darle.
Sonreí levemente y esperé a que continuase hablando.
- Me tiré a otra - Dijo, con resentimiento - Eso es lo que pasó. No podía aguantarme más el secreto, me estaba matando. Un día bebí demasiado y se lo conté, no era el momento ni la forma, pero ya estaba hecho. No hay escusa posible.
- Si tanto la querías no hubieses hecho eso. - Dije, más fría de lo que pretendía.
- Créeme que la quería y la quiero, siempre la querré. Y por eso nunca le voy a pedir que me perdone, porque no me lo merezco.
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Stupid Love Song ~ Albalia
FanfictionEn medio de una gran ciudad, una escuela de música y dos mudanzas. Dos voces y una mirada. Esos ojos, esa sonrisa. Otra canción de amor sin rumbo que inicia en sus labios. Un huracán.