Capítulo 37

5.1K 252 13
                                    

P.O.V. NATALIA

Alba llevaba ya un día en mi casa, habíamos quedado dentro de media hora para ir a comer con María y su novio, así que nos estábamos preparando.

- Alba! Tendríamos que salir ya de casa! - Grité desde el salón.

- Ya voy! - Dijo, abriendo la puerta del baño. Salió y me miró - Ya estás?

- Sí. Y tu?

- También. Perfecto, vámonos.

Íbamos a ir a un restaurante no muy lejos de casa de Alba al que María había ido un par de veces.

Llegamos al restaurante cinco minutos antes de la hora, pero para nuestra sorpresa Pablo y María ya nos esperaban sentados en una mesa. Nos acercamos a ellos y se levantaron para saludar.

Pablo era un chico muy alto y delgado, con tatuajes y con el pelo rapado, encajaba a la perfección con la personalidad de María, la verdad.

- Encantada, soy Natalia - Le dije, dándole dos besos.

- Pablo, mucho gusto - Me respondió.

Alba hizo lo mismo y nos sentamos una pareja en frente de la otra.

- Comida de parejitas, planazo - Dijo María, provocando nuestra risa.

Comimos de maravilla, el sitio era muy acogedor y no paramos de reír en toda la comida. Al acabar María y Pablo volvieron a su piso y Alba y yo al mío.

- Dentro de unas horas tengo que ir a trabajar - Dijo Alba, haciendo un puchero mientras entrábamos en el piso.

- Yo voy a salir a cantar algo por ahí.

- Guay.

Nos sentamos en el sofá a la vez, una en cada esquina, mirándonos.

- No estaría nada mal compartir piso - Dije, rompiendo el silencio.

- A lo mejor acabaríamos tirándonos de los pelos.

- Yo creo que no.

- No me has visto enfadada.

- Ni tu a mi. No te gustaría vivir conmigo?

- Claro que me encantaría, Nat - Dijo, acercándose a mi - Pero creo que sería demasiado precipitado irnos a vivir juntas ahora mismo. Al fin y al cabo solo llevamos una semana saliendo, aunque no lo parezca.

- Ya... Pero es que a veces echo de menos tener compañero de piso. Esto está muy vacío cuando estoy sola... Os veo a ti y a María y me dais envidia, la verdad.

- Sabes que siempre me puedes llamar para que venga o presentarte en mi casa porque si, verdad?

- Lo se, pero no es lo mismo, no quiero ser pesada.

- Nat, tu nunca eres pesada. Y si lo eres alguna vez te prometo que te aviso.

Empezé a reír y me dio un beso.

- Me voy a duchar, vale Rubia? - Le dije. Ella asintió y me levanté del sofá.

- Nat - Me llamó, antes de que entrase en el baño - M-me puedo duchar contigo?

Abrí los ojos con una sonrisa mientras ella se sonrojaba, no me esperaba para nada que me propusiese eso.

- Claro - Le respondí, con una sonrisa - Si quieres lleno la bañera y en vez de ducharnos nos bañamos.

- Vale. - Me respondió.

Me giré de nuevo, riendo para mi, por la propuesta y me dirigí al baño, pero antes de llegar me volvió a llamar.

Stupid Love Song ~ Albalia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora