Capítulo 45

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P.O.V. NATALIA

Alba me había llamado hacía diez minutos, acababa de salir del trabajo y me había contado que el día anterior se había encontrado a dos gatitos abandonados, me había pedido que la acompañase al veterinario, así que estaba andando hacia su casa.

Llegué y ella me esperaba en la puerta con una manta no muy gorda entre sus brazos. Cuando me acerqué a ella mostró una sonrisa. Le di un pequeño beso en los labios y al escuchar un pequeño maullido entre sus brazos dirigí mi mirada a la manta.

Destapé a los gatitos con cuidado y dos cabecitas, una blanca y otra negra, con el pelo despeinado me miraron con esos ojos enormes y preciosos. Me morí de amor. Miré a Alba, que aún me sonreía y volví a mirar a los gatos.

Con cuidado cogí el blanco y él ronroneó. Me recordó a Alba. Entonces me acordé de su cuadro y abrí muchísimo los ojos. Creo que Alba se dio cuenta, ya que empezó a reír.

- Son como... - Dije, aun con los ojos abiertos mirando a Alba y a los gatos por igual.

- Como nosotras en mi cuadro, si - Me respondió.

Acaricié de nuevo al gato que tenía entre mis manos y le di un pequeño beso a Alba, que aun sujetaba al gato negro entre sus brazos. Los cuatro parecíamos el yin yang.

Volví a dejar al blanco con su supuesto hermano y fuimos andando hasta el veterinario que mas cerca quedaba de casa de Alba. Cuando llegamos nos dijeron que nos esperásemos en la sala de espera, así que eso hicimos.

- Y que vas a hacer con ellos? - pregunté, jugando con el gato negro que estaba en mis piernas.

- Pues no lo se... Había pensado en quedármelos, pero son dos... Demasiados gastos para mi ahora mismo - Respondió triste.

- Y si te quedas solo uno?

- No quiero separarlos, vete tu a saber quien se queda el otro...

- Y... Y si me lo quedo yo?

Alba me miró con los ojos muy abiertos y una sonrisa de oreja a oreja. Una lágrima resbaló por su mejilla y yo me apresuré a secársela con un beso.

- Joder, Nat, llevo toda la noche pensando en que les va a pasar a los pobres y ahora... Te quiero. - Me contó, dejando un beso dulce en mis labios.

Yo sonreí y acaricié al gato.

- Tienes nombres pensados? - Le pregunté.

- No, no quería cogerles demasiado cariño, por si al final no me los podía quedar.

- Pues ahora podemos ponerles el nombre juntas...

Ella me sonrió de nuevo y apoyó su cabeza en mi hombro unos segundos. Una mujer salió de la puerta que quedaba a nuestra derecha y nos pidió que pasásemos, así que le hicimos caso. Ambas estábamos nerviosas, deseábamos que no tuviesen nada raro.

La mujer los revisó unos minutos y les hizo unas cuantas pruebas. Al acabar nos miró con una sonrisa y ambas nos relajamos.

- Son un chico y una chica, el de color negro es el chico - Nos dijo la mujer - Son hermanos y, como esperábamos, no llevan chip así que lo mas probable es que los hayan abandonado. Tiene pinta de que sus amos se deshicieron de ellos cuando ya no dependían de su madre, ya que tienen poco mas de dos meses. Están sanos, solo os voy a recetar un tipo de comida para que cojan la fuerza que necesitan, porque están un poco débiles. Nada de que preocuparse.

Miré a Alba y ambas sonreímos. La mujer nos escribió en un papel lo que tendríamos que hacer a partir de ese momento, y a la media hora salimos de la clínica. Nos había recomendado que los gatitos estuviesen juntos unas semanas más, para que el cambio no fuese demasiado brusco.

Stupid Love Song ~ Albalia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora