Capítulo 42

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P.O.V. ALBA

Ya era domingo, ésta noche era la gala y yo no podía con mis nervios. Había quedado con Natalia para comer en su casa y luego ir juntas hacia el local en el que se celebraban las galas.

Llegué hasta su portal y llamé al timbre, me abrió a los pocos segundos. Subí con el ascensor y me acerqué hacia su puerta, la cual estaba abierta, así que entré.

- Nat? - Pregunté, entrando en el piso.

- En la cocina! - Gritó.

Cerré la puerta, dejé las cosas en el sofá y fui hacia la cocina. Al abrir la puerta de ésta el olor a comida me invadió.

- Cierra la puerta, que no soporto que la casa se llene de olor a comida - Me dijo, mientras graduaba la vitrocerámica.

Le hice caso. Me acerqué a ella por la espalda y le di un abrazo por detrás, ella entrelazó nuestras manos.

- No hacía falta que te currases tanto la comida - Le dije, dejando un beso en su espalda.

- Me apetecía. Tranquila que no lleva nada de carne, es una receta que me enseñó mi padre hace tiempo.

- Que puedo hacer para agradecértelo?

- Nada... - Se lo pensó unos segundos y contestó - Bueno, si que hay algo...

Se giró, aun entre mis brazos, y se quedó a escasos centímetros de mi. Se agachó un poco para estar a mi altura y puso su mano en mi mejilla, acariciándola lentamente. Junté nuestras frentes y reí. Ella cerró los ojos y rozó nuestros labios. Acorté el espacio entre nosotras y la besé, con lentitud, pausadamente.

Ella ando hacia mi, haciendo que yo retrocediera y que mi espalda chocase contra la pared. Sonreí de nuevo, rompiendo el beso. Ella abrió los ojos y me miró. Nuestras narices aun se tocaban, y volví sonreír.

De repente lo supe, estaba lista, quería volver a intentarlo, quería acostarme con Natalia. Me sonrojé al pensarlo y ella se rio sin entender muy bien el porque de que mis mejillas estuvieran rosadas.

Bajé mis manos hacia su culo y ella abrió los ojos al notar el contacto, sorprendida. Yo bajé la vista a sus labios y suspiré, acercándola a mi.

Nuestros labios se volvieron a encontrar y la intensidad del beso aumentó en cuestión de segundos. Subí mi mano hasta su cabeza, entrelazando mis dedos en su pelo, haciendo que ella soltara un pequeño suspiro entrecortado.

- Rubia - Dijo, sin separarse a penas de mi. - Me apetece muchísimo continuar esto, pero... - Me volvió a besar fugazmente - La comida, ya sabes... Llevo una hora aquí...

Me separé de ella soltando el aire, apoyándome en la pared y me volví a sonrojar.

- Claro... - Dije, mirando al suelo - No era el momento, perdón.

Ella se rio y levantó mi cabeza con sus dedos. Dejó un pequeño beso en mis labios y me miró a los ojos.

- Esto no va a acabar así, Rubia, te lo prometo - Dijo, volviéndose a girar para quitar la comida del fuego a tiempo - Esto ya está hecho... Comemos?

Me miró y yo asentí con la cabeza, aun apoyada en la pared. Ella rio y sacó dos platos del armario, puso la comida en ellos y salió de la cocina. Yo reaccioné y la ayudé a parar la mesa.

Empezamos a comer con un silencio cómodo, pero entonces me acordé de que esa noche era la gala.

- Estoy muy nerviosa - Dije, mirando mi plato.

- Porque?

- Por la gala...

- Alba, la última vez lo hiciste perfecto, estoy convencida de que hoy te va a salir igual de bien.

Stupid Love Song ~ Albalia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora