Capítulo 71

5.1K 246 84
                                    

Un año más tarde...

P.O.V. ALBA

Entré en el local y revisé a toda la gente con la mirada, en busca de caras conocidas.

Des de que todos habíamos empezado a trabajar en nuestros discos, los cuales prometían, no nos habíamos podido ver tanto. Algunos habían tardado más en conseguir contratos, pero el resultado había sido reluciente para todos.

Por mi parte todo en mi vida había cambiado. Ahora al salir a la calle era inevitable que alguien me pidiese una foto, y aun que ya hubiese pasado tiempo nunca me llegaría a acostumbrar a ser tan conocida. Había dejado de trabajar en el bar, aunque me encantase, y ahora cantantes importantes me invitaban a sus conciertos. Subirme a esos escenarios y que la gente gritase por mi era una sensación inexplicable, mágica.

Unas manos cubrieron mis ojos sacándome de mis pensamientos. Al principio me asusté, pero al girarme y ver sus óyelos la alegría me invadió y me lancé a sus brazos.

- Joan! - Dije mientras le abrazaba. Hacía dos meses que no le veía, ya que él se había tenido que marchar a américa para un concierto benéfico junto con Miki y Carlos.

- Miki! - Grité separándome de Joan, tras ver entrar al catalán junto con Helena, su novia, que le sujetaba la mano con una sonrisa - Helena! Como va todo?

Tras unos minutos poniéndonos al día vi entrar a Carlos, su brazo reposaba encima de los hombros de Júlia y yo sonreí ampliamente al ver que, tras meses y meses de indecisión habían logrado aclarar las cosas y ahora eran felices juntos.

- Carlitos! Julita! - Dije mientras los abrazaba.

María, que había firmado un contrato con la misma compañía discográfica que yo, así que la veía casi cada día, se acercó a nosotros con los brazos abiertos.

- Se puede saber que hacéis aquí parados?! - Gritó mientras saludaba a nuestros compañeros - Ya hemos llegado casi todos, estamos en la sala que reservó Noe, al final del local!

La seguimos y entramos en la sala. Era enorme y allí podíamos montar nuestra fiesta particular sin mezclarnos con caras desconocidas.

Me acerqué a la pelirroja que estaba sentada en un sofá hablando con otra chica aparentemente africana, a quien yo no conocía.

- Luna! - Dije lanzándome encima de ella - Cuanto tiempo! Como va todo?

- Muy bien - Respondió entre risas. - Mejor que nunca. Mira, te presento a Niara. Llevamos saliendo ya cinco meses y medio. - Me contó dejando un beso en la sonrisa de su acompañante.

Le di un abrazo a la chica y sonreí ampliamente al saber que al fin Luna había conseguido encontrar a alguien que le correspondía.

- Así que esta es la famosa Niara? Es un placer conocerte al fin! - Dije.

- Igualmente, Luna me ha hablado muchísimo de vosotras. - Respondió la chica con una voz dulce.

- Hablando de vosotras... Natalia no ha llegado aún? - Preguntó Luna.

Revisé la sala con los ojos aunque ya supiese la respuesta y volví a mirar a las dos chicas negando con la cabeza.

- No creo que tarde mucho, tenía una cena importante para cerrar un contrato pero hace un rato me ha dicho que ya venía para aquí.

Tras hablar durante un buen rato y acabar de saludar a todas las personas que ya habían llegado, un abrazo cálido me estrechó por la espalda y yo sonreí al distinguir su perfume.

Me giré entre sus brazos y sonreí poniendo los míos al rededor de su cuello.

Ambas habíamos cambiado. Mi pelo ahora estaba aún mas blanco y mucho más corto, característica que me hacía parecer mas joven y resaltaba mis ojos. Natalia, en cambio, se había dejado crecer un poco más el pelo, y aunque este no se alejaba demasiado de sus hombros le daba un toque maduro y imponente. Su pelo, aunque seguía siendo oscuro, volvía a ser de su color natural. Estaba preciosa. Ambas nos habíamos tatuado y puesto mas en forma, dato que habíamos decidido hacer juntas ya que tras nuestra reconciliación los meses se basaron en estar dándonos amor tumbadas en la cama o en el sofá.

- Como ha ido todo, princesa? - Le pregunté dulcemente acariciando su cuello.

- Muy bien, hemos cerrado el contrato. Todas las colaboraciones del disco ya están acordadas, esta era la última.

Sonreí y dejé un pequeño beso en sus labios.

- Estas muy guapa - Susurré.

- A mi me están entrando unas ganas de quitarte este vestido... - Me contestó, haciendo que yo me sonrojara y ella soltara una carcajada - Es broma, mi amor... Eso luego.

Le di un pequeño golpe en el brazo y ella fingió que le dolía, pero la volví a besar, esta vez fue un beso mas duradero, y volvió a sonreír.

- Natalia Lacunza! - Gritó María interrumpiéndonos.

- Hombre rubia! Que te pasa? Parece que hayas visto a un fantasma! - Contestó Natalia poniéndose detrás de mi, ya que sabía porque María había adoptado ese tono pálido en el rostro y sus ojos mataban a la morena.

- Encima te ríes? Me puedes dar una explicación? Que coño hace ella aquí? Porque no me has avisado? - Contestó María bajando la voz y acercándose peligrosamente a Natalia.

- Joder, María, si lo he hecho por vosotras! - Contestó mi novia entre risas - Ya era hora de que hablaseis cara a cara, que des de que lo dejaste con Pablo...

- Alguien me puede contar que está pasando? - Pregunté confusa.

- La loca de tu novia se ha traído a Ici, Alba!

Miré a Natalia con los ojos abiertos, y me crucé de brazos ante la nueva información, ya que yo tampoco sabía de la visita de su amiga.

- Jope, mi vida, que pasas demasiado tiempo con la Mari... Te lo llego a contar y seguro que se acaba enterando. - Se excusó Natalia dejando un beso en mi mejilla.

- Te parecerá bonito... - Respondí. Aunque solté una carcajada al ver como María se peinaba agitadamente y colocaba su ropa cuando la amiga de Natalia se empezaba a acercar.

- Mari, si te sirve de algo... Ella tiene muchas ganas de hablar contigo por fin, está harta de hacerlo por WhatsApp. - Le consoló Natalia - Creo que nosotras dos aquí sobramos - Me sujetó del brazo y me alejó de ella, no sin antes ver como María nos maldecía intentando parecer firme ante la chica.

La relación entre María y Pablo no había acabado como ellos esperaban, ya que debido a la distancia se veían muy poco y las discusiones se multiplicaban si sucedían a través de una pantalla. Ella lo pasó muy mal los primeros meses, pero tras mi viaje a Pamplona junto a Natalia decidimos que debíamos presentarle a Ici. Tenían personalidades tan parecidas que hasta nos daba miedo lo que podría surgir de la unión entre las dos chicas, pero ambas se lo merecían.

Natalia se encargó de que Ici le hablase a María, al principio por Instagram y unas semanas más tarde por WhatsApp. Aunque sus conversaciones fuesen incesantes esa encerrona que había preparado Natalia era la primera posibilidad que habían tenido de encontrarse. Y aunque ambas estuviesen perdidamente enamoradas, ninguna de las dos se lo confesado aún.

El amor parecía haber entrado por la puerta grande: Natalia y yo, María y Ici, Damion y África, Julia y Carlos, Luna y Niara, Miki y Helena...

Pero sobre todo Natalia y yo. Yo y Natalia. Mi amor, mi vida, mi todo. Nuestro mundo, nuestro caos, nuestro desorden, nuestra calma.

Y pensar que todo había empezado en medio de una gran cuidad, una escuela de música y dos mudanzas.

Dos voces y una mirada.

Esos ojos, esa sonrisa.

Otra canción de amor sin rumbo que inicia en sus labios.

Un huracán.

-------

Ahora si, xim pum, se acabó.

Bueno, os quería agradecer todos los comentarios bonitos y todo el apoyo. Sois un amor.

Si queréis preguntarme algo (*que te crees... Importante? Pregunto*) este es el momento.

Y sino... Pues espero que os haya gustado el fic. Yo me lo he pasado muy bien escribiéndolo y viendo como sufríais (jeje).

Hasta siempre, buena gente <3

Stupid Love Song ~ Albalia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora