Stupid Love Song ~ Albalia

Capítulo 59

P.O.V. NATALIA

Acabábamos de llegar a Madrid, esa tarde teníamos clase en la academia y yo no quería volver a acostumbrarme a estar sola en mi piso. Tenía a Bonnie y a Clyde, que parecían entender lo que había pasado, ya que nada más recogerlos de casa de Miki y Joan lamieron mis manos, como intentando quitarme el olor a hospital.

Desde que había despertado tras el golpe no podía dejar de pensar en una idea que llevaba tiempo rondando por mi mente. Alba era una pieza esencial si decidía proclamarlo, pero me daba miedo estropearlo todo.

Aun así decidí arriesgarme y le pedí que cuando acabase de comer, antes de ir a la academia, pasase por mi casa.

Cuando sonó el timbre me levanté de golpe del sofá, dejando a Bonnie junto a su hermano. Los dos gatos me siguieron hasta la puerta, queriendo recibir también a la Rubia.

Cuando ella entró en el piso ambos empezaron a maullar reclamando su atención, así que yo solo recibí un beso corto y ellos un mar de caricias.

Tras un buen rato Alba se sentó en el sofá, yo me quedé de pie, dando golpes en el suelo levemente, fruto del nerviosismo. La Rubia me miró de arriba a abajo con una sonrisa.

- Que te pasa? - Preguntó, riendo.

- A ver... Quería proponerte algo...

- El que?

- Si no te parece bien lo dejamos pasar y como si nada eh... - Dije, sentándome a su lado en el sofá.

- Nat Cuéntamelo ya. - Me tranquilizó, poniendo su mano en mi mejilla.

Le miré a sus ojos color miel y cogí aire. Ella rio y yo me lamí los labios, preparándome para su respuesta.

- Vente a vivir conmigo - Solté de golpe, haciendo que ella abriera los ojos.

- Cómo?

- Aquí, conmigo... No te gusta la idea, no? Da igual, déjalo...

- Nat - Dijo, aunque yo no me di cuenta ya que mi cabeza iba a mil por hora - Nat - Repitió, cogiendo mi mano.

- Que?

- Estas segura?

Abrí los ojos, eso era una afirmación ante mi propuesta? O un simple argumento en contra?

- Yo? Claro que si - Respondí.

Se lo pensó, mirándome a los ojos, intentando predecir un futuro incierto y respondió:

- Está bien.

- Que?! - Grité, ampliando mi sonrisa.

- Que si, que me vengo a vivir contigo, Nat.

- Enserio? - Dije, cogiendo sus mejillas con las manos, mientras ella soltaba una carcajada. Le regalé un beso fugaz y le miré a los ojos - Enserio?

- Que si Nat!

Me acerqué de nuevo a sus labios y los saboreé, esta vez con precisión, descubriendo de nuevo sus latidos. Había aceptado, iba a poder contemplarla sin límite, y aunque eso me diese un poco de miedo, no podía esperar a que se instalase.

Los besos fueron bajando el ritmo y se convirtieron en un abrazo lleno de verdad.

- Que quede una cosa clara - Dijo, mirándome a los ojos - Si vengo a vivir contigo vamos a hacer un horario con las tareas de casa, que ya tengo suficiente con la Mari, quiero empezar bien ésta vez.

Solté una carcajada y acepté.

- Y otra cosa - Prosiguió, captando de nuevo mi atención, ésta vez más seria - Si vemos que por lo que sea esto perjudica a la relación... Damos un paso hacia atrás y posponemos la idea.