Stupid Love Song ~ Albalia

Capítulo 39

P.O.V. NATALIA

Volvía a ser viernes, la familia de Alba se iba hoy, pero me habían propuesto ir a comer en algún restaurante, así que había aceptado encantada. Salí del edificio en el que vivía y me dirigí hacia el restaurante en el que habíamos quedado.

Al llegar me encontré a la familia Reche esperando en la puerta, les saludé a todos con dos besos, aunque los de Alba fuesen picos. Entramos y nos sentamos en una mesa para cinco al final del local.

- Dentro de dos semanas, Natalia y yo, habíamos pensado tomarnos una semana libre - Dijo Alba, cuando llevábamos un rato comiendo.

- A si? Y eso a que se debe? - Preguntó su madre.

- Pues que iremos a visitar nuestras ciudades - Respondió - Primero iremos a pamplona tres días y luego a Elche tres mas.

- Que bien! - Respondió su madre - Eres de Pamplona, Natalia?

- Si! - Contesté yo.

- Fuimos toda la familia cuando Alba y Marina eran pequeñas, es precioso. - Me contó su padre.

- Has estado en Pamplona y no me has dicho nada? - Le pregunté a Alba sorprendida.

- No me acuerdo de nada! Era muy pequeña!

Su padre sacó la cartera y rebuscó en los bolsillos, al encontrar lo que buscaba sonrió y me lo dio.

- Ésta foto se la hicimos a Alba en Pamplona, no me acuerdo de donde estábamos exactamente, pero siempre la llevo encima.

Miré la foto y abrí mucho los ojos, yo si que reconocía esa calle, la de veces que había andado yo por allí no se podían contar.

- Yo si que se donde estáis! No me lo puedo creer! - Exclamé. - Yo vivo en esa calle! Mi casa no sale en la foto pero es la misma calle!

- Que dices?! - Gritó Alba, mirando la foto - Que fuerte!

Volví a mirar la foto sorprendida y me fijé en Alba. Era morena y muy pequeña, tendría unos tres o cuatro años. Sonreía mostrando su lengua. Sonreí y la miré, tenía los mismos ojos preciosos.

- Que casualidad! - Dijo su hermana, pensando aun en la foto.

- Ésta y yo vivimos de casualidades - Dije, señalando a Alba con la cabeza - Las casualidades nos persiguen.

Todos reímos y al darnos cuenta de la hora tuvimos que irnos del restaurante, ya que el avión de la familia de Alba salía en una hora y media y Alba entraba a trabajar poco después. Decidí acompañarles, así que fuimos hasta su hotel, que no quedaba demasiado lejos, cogieron las maletas, que ya estaban preparadas y nos dirigimos al aeropuerto.

Al rato subieron al avión y Alba y yo nos quedamos solas.

- Les has encantado - Me dijo, acercándose a mi.

- A mi ellos también - Dije, pasando mi brazo por sus hombros acercándola a mi.

Me abrazó y me miró, me acerqué a ella y le di un beso. Justo en ese momento escuchamos un murmuro detrás nuestro. Nos giramos y había cinco o seis chicos de mas o menos nuestra edad mirándonos. Al ver que los mirábamos se acercaron a nosotras. Yo no solté a Alba, ya que no me daban una buena espina.

- Queréis algo? - Les pregunté bruscamente, al ver que se paraban delante de nosotras y nos repasaban de arriba a abajo sin disimulo.

Se rieron y uno de ellos acercó su mano a Alba y puso su pelo detrás de la oreja. Ella se apresuró a apartarle la mano y yo di un paso hacia delante.