Capítulo 68

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P.O.V. NATALIA

Me senté en la mesa, enfrente de Marta y la miré a los ojos mientras comía esos espaguetis que había preparado con prisas al saber que venía. Al parecer me tenía que contar algo importante, lo que no sabía era que yo también.

- Que pasa? - Me dijo mientras dejaba de comer por un segundo al ver que la miraba fijamente.

- Yo también te tengo que contar algo...

- Que?! - Gritó dejando los cubiertos en el plato. - Que has hecho ahora Natalia Lacunza?

Me lo pensé unos segundos. Se lo decía así? Tal cual? Sin preparativos? Efectivamente, no podía guardar más el secreto.

- Besé a Luna.

Marta puso las manos en la mesa y abrió mucho los ojos mientras se levantaba un poco de la silla.

- Me invitó a un concierto, y cuando volvimos quiso acompañarme hasta casa... Sabes que llevamos muy unidas desde que pasó lo de Alba - Me dolía el pecho cada vez que la mencionaba - El caso es que... Fue un impulso... Y yo... Le gusto a Luna... Y ahora... Ahora no se que hacer...

- Como que no sabes que hacer?

- Pues que no se como decirle que no siento lo mismo por ella - Vi como Marta se relajaba y volvía a sentarse tras mi confesión - Es tan buna chica... No quiero hacerle daño... Se merece que la quieran bien...

- Hay algún motivo en especial que te lleve a rechazarla?

Me quedé callada, sabía a lo que se refería Marta, y yo iba a reventar si no lo confesaba.

- Cuando la besé... - Quise callar, pero no pude - Cuando la besé no sentí nada... Solo unas ganas interminables de besar a... Ya sabes.

- A Alba? - Dijo con una amplia sonrisa. Asentí con la cabeza y me sujeté la cabeza, apoyando el codo en la mesa, mientras que con la otra mano removía los espaguetis con el tenedor. - Porque coño no lo haces, entonces?

- Ella...

- Creo que ha llegado el momento de contarte lo que tenía que contarte - Decidió sin dejar de sonreír. La miré expectante. Que tenía que ver su secreto con Alba? Era sobre Alba? Le había pasado algo? - No te puso los cuernos.

- Que? Marta, por favor, creo que eso quedó claro... - Dije, notando como el peso del recuerdo se volvía a instaurar en mi corazón.

- Es decir, si te los puso, pero no de la forma en la que hemos creído todo este tiempo.

- Que quieres decir?

- La drogaron.

El corazón se me paró. Que significaba eso? La habían drogado? Quién? Como? Y yo echándole la culpa a ella. Los ojos se me llenaron de lágrimas y quise gritar, pero no pude, estaba paralizada. Las manos me empezaron a temblar y noté como me desestabilizaba. "La drogaron" esas palabras retumbaban en mi mente como martillazos. Todas estas semanas sin hablar con ella, sin creerme su verdad, sin hacerle caso a quien me decía que Alba no se acordaba de esa noche. Todas esas semanas lejos de ella, evitando sus llamadas, escuchando como lloraba al otro lado de la línea, y yo sin consolarla.

- Se ve que un chico es de las pocas cosas que recuerda de esa noche. La Mari leyó una noticia en donde se decía que estaba loco y que lo habían detenido por drogar a chicas guapas. Cuando Alba vio la foto lo reconoció.

- Un chico? No será con quien se acostó, verdad? - Dije de repente, notando como se me cortaba la respiración ante la idea.

- No, tranquila... Se despertó con una chica que no conocía de nada, y según lo que recuerda María de esa noche no la vio con nadie mas...

- Joder, joder, joder - Empecé a decir mientras andaba por el salón, mientras la ansiedad de apoderaba de mi - Soy una mierda de persona, joder.

- Eso no es verdad, nadie sabía lo que había pasado, cualquiera hubiese reaccionado como tu.

- Tendría que haber creído a Alba, haberla escuchado, por lo menos.

- Y ahora... Que vas a hacer?

Paré en seco y miré a Marta.

- Que qué voy a hacer? - Repetí - No se que coño voy a hacer.

- Pues creo que está bastante claro.

- A lo mejor me manda a la mierda.

- No lo creo.

- Antes tengo que solucionar otra cosa - Decidí dejando un beso en la cabeza de Marta y dirigiéndome hacia la puerta de casa.

- Dónde vas?! - Gritó aún desde el salón.

- Cuídame la casa! - Respondí con otro grito mientras cogía la riñonera, el móvil, la cartera, una copia de las llaves y salía por la puerta - Te quiero!

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Media hora más tarde Luna me miraba expectante desde el sofá de su casa. Me senté a su lado y cogí su mano, sin saber como manejar la situación.

- Se lo que vas a decir - Dijo de repente, dejándome con la palabra en la boca - Lo se desde hace meses y... Lo siento...

- Que? Porque lo sientes? - Pregunté incrédula, realmente sabía que le iba a decir?

- Mira, Natalia, te voy a ser sincera... Me gustas, me gustas mucho, y cuando pasó lo de Alba quise ayudarte, aun sabiendo que seguías enamorada de ella... Y aún lo estas... - Hizo una pausa y me apresuré a limpiar la lágrima silenciosa que bajaba por su mejilla - El beso... Me sorprendió, y también me gustó... Pero no quiero que creas que me he aprovechado de la situación, porque lo último que yo quería era jugar contigo.

- Nunca he creído eso, Luna... Eres una chica increíble, no te mereces a alguien como yo... Te mereces que te quieran bien, porque eres alucinante. No se que hubiese hecho estos meses sin ti, lo sabes, verdad?

Ella esbozó una pequeña sonrisa y yo la abracé, la abracé porque no se merecía que le hiciese daño. Al notar como sollozaba en mi hombro quise morir. Porque la gente buena siempre acaba con el corazón roto? No lo entendía.

- No quiero perder el contacto - Me susurró.

- Eso no va a pasar, te lo aseguro.

Tras unos minutos se separó de mi y me miró secándose las lagrimas.

- Mas os vale que solucionéis lo vuestro, capullas.

Sonreí y le di un pequeño golpe en el brazo acompañado de una pequeña carcajada.

- Mas te vale no llorar mas por mi, cariño - Le dije dulcemente, secando las lagrimas que quedaban en sus mejillas.

Ella volvió a esconder su cabeza en mi cuello, pero esta vez no lloró, solo me respiró, como queriéndome retener en su mente, como si me fuera a alejar de ella. La quería, pero no de la manera en la que ella me quería a mi, y eso me dolía, porque en otra vida, con otras circunstancias, seguramente esa chica pelirroja me hubiese robado el corazón. El problema era que éste ya estaba cautivo en otro cuerpo.

Stupid Love Song ~ Albalia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora