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Hace 3 años...

El segundo año de universidad los había pillado a todos más seguros, más maduros y responsables. Era por eso que no habían tenido que batallar como locos con los primeros exámenes, porque ya tenían un ritmo de estudio incorporado a su rutina.

—Dios, qué bien se siente aprobar todo y con excelentes notas —comentó Nerea completamente orgullosa, porque el primer año no había sido fácil para ella.

Salir de casa de sus padres, cambiar de ciudad, de universidad y hacer amigos nuevos, fueron muchos cambios, pero con Raoul, Agoney y Miriam definitivamente había tenido más que suerte. No solo eran buenos compañeros, se habían convertido en sus mejores amigos. Ellos y Aitana habían sido un apoyo fundamental para la pequeña rubia. Por supuesto, Lucas también había ayudado, cómo olvidar a su hermano, ese muchacho que aunque se había enamorado como un loco, había estado pendiente de ella igual que siempre.

—Me alegro mucho por ti, Nere. —La sonrisa, o más bien mueca, de Aitana se vio tan forzada, que la rubia pudo distinguir que algo iba mal.

Nerea había notado que su amiga se había pasado los últimos días un poco desanimada, triste, y aunque le había preguntado, Aitana le asegurada que no pasaba nada, que todo estaba bien. Pero Nerea sabía que no era así, algo sucedía, y estaba segura de que tenía que ver con Julio, su nuevo novio.

—Aiti, ¿no quieres contarme qué te pasa? —Su amiga levantó la vista de su té, abrió la boca para decir algo, pero Nerea se lo impidió—. Sé que algo va mal, no me lo vuelvas a negar, por favor. Si no quieres hablarlo conmigo, lo entiendo, pero al menos habla con Ago, con Mireya o con Raoul.

La relación de Aitana y Luis había durado solo un año y medio, terminaron meses después de que Nerea y Lucas llegaran a la ciudad. Se querían mucho, pero el ingreso a la universidad hizo que cada uno se centrara más en los estudios, y aunque intentaron evitarlo, la relación cambió, de a poco se enfrió. Decidieron que lo mejor era terminar y seguir un camino separados, si en un futuro volvían a encontrarse quizás podrían darse una segunda oportunidad. Se tenían mucho cariño y seguían siendo buenos amigos, aunque los primeros meses habían sido difíciles para la morena. Pero con el tiempo, Aitana había entendido que podía estar bien, ella quería estar bien. Y lo estuvo, terminó su primer año en Bellas Artes orgullosa de sus logros y de todo lo que había aprendido. Pasó una parte del verano con su familia, y la otra parte con sus amigos, que decidieron pasar dos semanas juntos en la casa de la playa que la familia de Roi tenía. Fueron dos semanas inolvidables antes de volver a la rutina, a la tortura de la universidad y los estudios, como lo describía Ricky.

Aitana inició el segundo año en Bellas Artes con entusiasmo y energía, estaba feliz. Y así de feliz había estado hasta hacía unos meses, cinco meses exactamente, hasta que comenzó una nueva relación con Julio. Había conocido al chico en una discoteca, habían comenzado a salir y al poco tiempo empezaron una relación. Julio era simpático y agradable, o eso aseguraba Aitana, porque sus amigos no lo conocían mucho, nunca quedaba con ellos y con él a la vez. Eso había llamado la atención de Nerea y Raoul, porque Aitana siempre había tenido confianza con sus amigos, siempre les había contado todo, y aunque Nerea había llegado a su vida hacía poco tiempo en comparación con los demás, se había ganado su amistad en tiempo récord.

—Ya te he dicho que no pasa nada. —Aitana volvió a centrarse en su té.

Nerea no le creyó, desde que había comenzado su nueva relación, todos la habían notando distante, más cerrada y sobre todo, apagada. La rubia se había dado cuenta de que Aitana no sonreía como antes, no le brillaban los ojos como cuando la conoció. Algo pasaba, y necesitaba saber qué era, porque quería ayudarla, quería que su amiga estuviera bien.

Confundidos - Ragoney (en Edición)Where stories live. Discover now