Confundidos - Ragoney (en Edición)

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Hace 1 año... (Continuación)

- ¿Estás contento?

- Mucho, aunque me gustaría que Miriam y Ago también festejaran como nosotros.

- Ya, pues no ha podido ser, pero estarán ahí.

Han organizado una pequeña cena en casa de los Vázquez, para ambos, Nerea y Raoul, y luego de cenar, todo sus amigos saldrán juntos a la discoteca de siempre.

- Estoy muy orgulloso de ti, amor - le besa suave - Te quiero tanto.

- Y yo - le devuelve el beso - Tú también estas muy cerca de finalizar tus estudios.

- Si, me falta alguna asignatura, aunque Blanca está más cerca de terminarlos.

<Y David aun más>, piensa Lucas.

- Pero eso no es lo importante, hoy los importantes sois vosotros.

Se acerca más a él y vuelve a besarle, se acomoda sobre su cuerpo y Raoul lo recibe igual de entusiasmado. Lucas besa sus labios de forma lenta, dulce, tierna, y el rubio hace lo mismo, recibe sus labios de igual manera y acaricia su espalda con gusto.

Se quieren e intentan llevar su relación como antes, pero no es fácil, porque algo se ha roto. Algo ha cambiado, y quizás no sean los sentimientos hacia el otro, pero si la forma en que se sienten cuando están juntos.

Tal vez Manu tenía razón, y no puede evitar recordar sus palabras y sus consejos.

<Lo que tú decidas estará bien, hijo, puedes perdonarle y me alegra que quieras hacerlo, porque tienes un corazón enorme y no me gustaría que le odiaras o le guardaras rencor, ni a Lucas ni a nadie, pero que le perdones no significa que tengáis que seguir con vuestra relación, ¿Entiendes? Si no eres capaz de seguir con él después de esto, está bien, puedes quererle, puedes quererle mucho, como se que lo haces, pero no por eso estas obligado a darle otra oportunidad como tu novio>

Y si, ahora si lo entiende, porque Raoul intenta dejarse llevar, porque le quiere, le extraña, pero no ha podido hacerlo, y cree que nunca podrá. Algo dentro suyo se lo impide, algo dentro suyo se ha roto y no puede evitar sentir cierto rechazo.

El castaño lo trata con cuidado, delicadeza, como si tuviera miedo de hacerle daño otra vez. Cuida cada palabra y cada gesto pero ahora solo quiere sentirlo, como antes. Ambos quieren sentirse como antes, es por eso que se besan con fuerza, como si en ese gesto pudieran olvidar todo lo malo, todos sus miedos e inseguridades, intentando negar que algo ha cambiado.

Pero es imposible, no funciona así.

Lucas introduce sus manos por debajo de la camiseta del rubio, besa su cuello y llega hasta su clavícula. Se encarga de quitar por completo la prenda de ropa y Raoul hace lo mismo con él. Se besan unos minutos más y se tocan tranquilos, pero inseguros, como si no supieran como hacerlo, como si lo hubiesen olvidado.

El castaño baja sus besos, cada vez más húmedos, por su abdomen, y esta vez, espera no ser rechazado. Llega hasta el borde del pantalón del menor, desabrocha su cinturón pero no es necesario seguir.

Puede darse cuenta que Raoul no esta excitado.

- Lo siento - dice Raoul mirándolo.

- Está bien, cariño, no pasa nada - le sonríe Lucas.

- Te juro que quiero, lo intento, pero no se...

- Está bien, amor, necesitas más tiempo, yo lo entiendo.

El rubio le mira y puede darse cuenta de la erección que su novio tiene. Llevan más de un mes así. Desde que se reconciliaron han intentado ir con calma, de a poco, y quizás la relación funciona en otros aspectos, de forma distinta, pero funciona, o de eso quieren convencerse, pero la intimidad no esta funcionando, es un hecho.