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Con entusiasmo besa la piel de su cuello mientras sus manos le sujetan de las caderas para evitar que sus cuerpos se separen. Se han besado durante todo el recorrido que han hecho hasta la habitación y aunque el sentimiento es mutuo, algo le inquieta. Ricky puede percibir como las manos de Javier le acarician con ansias, pero cuando los pasos de ambos los llevan hasta la cama, puede notar como el cuerpo del profesor se tensa un poco.

- ¿Estás bien? - pregunta agitado.

- Si - responde Javier, intentando sonar seguro, pero la verdad es que está nervioso.

- No lo parece.

- Estoy bien, de verdad.

Ricky le mira fijamente y sonríe, le sienta en la cama y camina hacia el interruptor para encender la luz de la habitación. Ambos fruncen el ceño ante la nueva iluminación pero rápido se acostumbran a ella.

El mallorquín se sienta a su lado y toma las manos del profesor, está nervioso, puede notarlo.

- Javier, me gustas mucho - dice seguro, provocando el sonrojo más bonito que ha visto - Quizás yo no te gusto lo suficiente o-

- ¿Qué? No, no, no, claro que me gustas, me gustas mucho, demasiado de hecho, y justamente eso es lo que me pone tan nervioso y no sé muy bien que decir. Pero es que no estaba del todo seguro, no sabía si te pasaba lo mismo, quizás buscabas algo distinto a lo que a mí me gustaría y-

- ¿Qué te gustaría a ti? - le interrumpir Ricky antes de que se quede sin aire.

- Pues... - completamente sonrojado baja la mirada por unos segundos.

- Me gustas, y para mucho más que un polvo, por si es eso lo que te preocupa - le aclara Ricky - Sé que nos conocemos desde hace poco tiempo pero para mí ha sido suficiente.

- ¿Suficiente para qué?

- Para conocerte y decir que me estoy enamorando de ti - dice con vergüenza.

Javier abre los ojos sorprendido porque no se esperaba esas palabras. Tal vez por la forma en la que Ricky se mostró siempre, quizás su manera de tratarle, de bromear con él y con los demás. Aunque Agoney se lo ha dicho una y otra vez, aún se siente inseguro.

- ¿De verdad estás enamorado de mi? - pregunta en un susurro.

- Sí, y sé que aún me quedan un millón de cosas por conocer y saber de ti, pero con lo que ya he visto puedo asegurar que eres una persona demasiado especial.

Las mejillas de Javier se tornan un poco más rojas y sonríe con sus ojos brillantes. El mallorquín acaricia una de sus mejillas y deja un beso suave en sus labios.

- Eres amable, divertido, simpático, sensible, adorable, y a la vez eres tan guapo y me pones tanto - dice mordiendo su labio inferior - Aparte de todo eso, tienes ese lado cabrón que he descubierto ahora - dice guiñando un ojo.

- ¿Qué? No, no, no, yo no tenía la intención que tú crees.

- ¿No querías picarme y ponerme celoso?

- ¡No! - Ricky eleva una ceja y sonríe de lado - Bueno, un poco, es que no estaba seguro de que tú estuvieras interesado en mi, no realmente.

- ¿Pensabas que solo quería follar un rato? - Javier asiente un poco nervioso - Lo entiendo, si yo me viese desde fuera pensaría lo mismo, pero ¿Lo sigues pensando?

- ¡No! - dice de inmediato.

Ricky puede notar la sinceridad en sus ojos pero también puede ver algo de miedo, inseguridad, y quizás ya no se trate de él, si no del mismo Javier.

Confundidos - Ragoney (en Edición)Where stories live. Discover now