Confundidos - Ragoney (en Edición)

7

Los capítulos anteriores fueron más soft, ahora que ya van creciendo aparecerán escenas de sexo, como en este capítulo.

         ********************************

Hace 6 años... (continuación)

—¿Pero tú estás loco? —el gallego negó con la cabeza—. Eso es muchísimo, Roi.

—Yo creo que está bien. —Observó la lista que tenía en sus manos de nuevo— ¿Tú qué crees, Ago?

—Creo que depende del objetivo que quieras. —Tomó el papel y le echó un vistazo.

—¿Qué?

—Pues si quieres tener un coma etílico, está bien, está genial de echo. Pero si quieres pasarlo bien, yo compraría menos alcohol y más comida. Le dedicó una sonrisa—. O algo de comida, porque aquí no hay nada. —Devolvió el papel a su amigo y se centró en el móvil de nuevo.

< Msj Ago: ¿Te busco mañana
o vienes tú a casa?>

Observó un rato la pantalla, esperando la respuesta de Raoul, pero nada, guardó el móvil y decidió ayudar a Miriam para convencer a Roi de cambiar la dichosa lista.

—A ver, cariño, que somos diez pringados, no necesitamos tanto alcohol, y además, ninguno es mayor de edad —le recordó—. ¿Quién se supone que va a comprar todo eso?

—Mi hermano, ya se lo pregunté y me dijo que no tenía problema —contestó triunfante—. Además, es nuestro cumpleaños, lo vamos a pasar bien, no hace falta que bebamos todo, es solo por prevenir...

—¿Prevenir qué? Si Marina y Thalia con media cerveza ya se les va la olla. —Rio Miriam al pensar en sus amigas—. Raoul no es de beber mucho, Aitana tampoco y Damián con el tema del deporte no creo que se ponga a beber mucho, la verdad.

—Solo somos nosotros tres y Mireya. —Sacó cuentas el canario—. Porque Luis y los demás dijeron que traerán su propia bebida, así que no se preocupen por ellos.

—También invité a Ana y a Mimi. ¿No te molesta, verdad? —Roi dirigió una mirada a su amigo.

Agoney negó de inmediato, su relación con ambas chicas era genial. Mimi siempre había sido muy simpática y agradable con todo el mundo y Ana, no tenía nada para decir de Ana. Su relación era diferente, eran buenos amigos. Después de su primer encuentro íntimo, la confianza que ya tenían solo se reforzó mucho más. Fue algo que repitieron varias veces, porque ambos se sentían cómodos. Experimentaron los primeros placeres sexuales juntos, momentos que para una pareja podrían ser vergonzosos, a ellos solo les sacaban carcajadas. Con Ana aprendieron a tocarse, a buscar el placer del otro, pero sobre todo, aprendieron a respetar el cuerpo del otro, cuando uno decía no, era no. Cuando a uno no le gustaba algo, se cambiaba, cuando a uno no le apetecía pasar de unos cuantos besos, no se llegaba a más. 

—Joder, Ago, lo siento —se había disculpado un día la canaria.

—Tranquila, que no pasa nada.

—Pero mírate —señaló la erección del chico—. Lo siento, pero estoy triste y no me apetece, solo quiero mimos.

—Ana, no pasa nada, yo lo entiendo. —Había sido la fecha de cumpleaños del abuelo de la canaria, quien había fallecido hacía unos meses—. Aunque no supiera lo de tu abuelo, tú no tienes que darme ninguna explicación, ni pedir disculpas —aseguró él—. Si no te apetece, no te apetece, ya está.