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- Bueno estás son las prendas que iba usar Álvaro, ahora las usarás tú - le indica su amiga al moreno, que ha aceptado sin problema la propuesta del fotógrafo - Tú ya tienes todas las tuyas ¿No? - le pregunta a Raoul.

- Si, si, pero prefiero cambiarme aquí - dice con las prendas en la mano - No detrás del biombo ese...

- Vale, cámbiate aquí o en la otra habitación. Venga, rápido, que ya es tardísimo.

La chica se dispone a salir pero la voz de su amigo la detiene.

- ¡Mireya! ¿Pero qué coño es esto? - pregunta Raoul.

- Lo que tienes que usar - dice tranquila.

- ¡Pero si a esto le falta tela!

- Es un tanga suspensorio, Raoul, es así.

- ¿Pero se te habido la pinza? Que yo no pienso salir así, estás loca.

- ¿Qué pasa? - pregunta Agoney, que ya se ha cambiado detrás del biombo que hay en la habitación.

- Que Mireya quiere- se le queda mirando completamente embobado - Qui-Quiere que use esto - consigue decir.

El canario lleva un bóxer negro transparente, tiene los bordes con un elástico negro, y en la zona anterior tiene una pequeña tela que cubre solo la zona de su miembro, la cual está bastante pronunciada, el resto es una especie de red diminuta, que deja a la vista toda su piel morena.

- ¿Qué es eso? - pregunta quitándole la prenda de las manos.

- Un suspensorio, y no quiere ponérselo - dice Mireya girando los ojos.

Y ahora es Agoney quien debe detener su cabeza para no imaginar el cuerpo de Raoul con aquella prenda. La cintura es de un elástico rojo, la tela solo cubre su parte anterior, mientras dos elásticos más rodean el pliegue de sus nalgas por detrás, dejando una completa abertura en todo su culo.

- No me voy hacer una foto con todo el culo al aire - niega el pequeño.

- Madre mía - suspira su amiga - Vale, usa el que tiene Ago, había uno rosa, póntelo - y sin más les deja solos.

- Te quedaría bien - dice el moreno.

- ¿Cómo? - pregunta su amigo del otro lado del biombo.

- El suspensorio este, te quedaría muy bien - dice mordiéndose la sonrisa.

- ¿Qué dices? - ríe Raoul, antes de salir.

Agoney intenta no mirarle demasiado, pero es imposible. Tiene en frente su cuerpo completamente descubierto, sus piernas tonificadas, su abdomen, su pecho y sus brazos, cada centímetro tallado a mano. Pero a pesar de ello, se concentra en su sonrisa tímida y en sus mofletes ruborizados, en sus ojos brillantes y luego sus manos, que intentan cubrir algo de su piel blanca.

- Eres lo más bonito que he visto - dice acercándose a él.

Raoul le mira rápidamente y luego fija la mirada en sus ojos oscuros.

<Tú si eres lo más bonito>, piensa el rubio, observando su piel tostada, que brilla con la luz que hay en la habitación. Cada parte de su cuerpo perfecto, como sus brazos, que tantas veces le han acogido. Su pecho, que cada noche le ha recibido para velar sus sueños junto al latido de su corazón, que acompaña cada uno de sus propios latidos, como si fueran uno solo.

Todo en Agoney es perfecto, es precioso.

- Concéntrate en mi, lo haremos bien - dice el moreno besando su nariz, intentando no aterrizar en sus labios.

Confundidos - Ragoney (en Edición)Where stories live. Discover now