El verano continúa avanzando, para Agoney dentro de la cafetería y para Raoul dentro del bufete, o como lleva siendo unos días, en casa de Javier. Ahora se encuentran en el piso de Roi y Miriam, han quedado todos para cenar, sólo faltan Nerea y Aitana que aún no llegan.
– Realmente estamos muy cerca – comprueba Raoul al mirar por la ventana del salón y observar su edificio a la perfección.
– Casi vecinos – asegura Miriam a su lado.
Se sientan en el sofá y en segundos Mireya se reúne con ellos para abrazar a la gallega desde atrás. Al lado de Raoul aterriza Ricky quien le mueve un poco para acomodarse en el sofá y enciende la televisión en busca de música.
– No me creo que el primer bebé del grupo esté ya en camino – sonríe Mireya – Es muy fuerte.
– La verdad que sí – asiente Raoul mirando la pancita de su amiga – ¿Tienes miedo? Yo estaría aterrado.
Ricky y Mireya sueltan una carcajada por su comentario pero Miriam sólo se sonroja y mira sus ojos.
– Tenia un poco de pánico – acepta ella con una risita – Creo que Roi lo lleva mejor que yo desde el principio, pero poco a poco estoy más tranquila, además, la etapa de riesgo ya terminó y el doctor dice que estamos muy bien.
– Me alegra escuchar eso, debe ser algo muy bonito – no puede evitar que sus ojos se desvíen unos segundos hasta Agoney, que está con sus demás amigos en la cocina.
– Ay, no me digas que Raoulito, el pollito, quiere ser padre – murmura Ricky.
– Claro que quiero ser padre – dice mirando sus ojos – No ahora, pero me hace mucha ilusión para un futuro, ¿A ti no?
Ricky piensa unos segundos, la verdad es que sí le gustaría pero tampoco es algo que esté en sus planes ahora mismo porque a diferencia de todos sus amigos, Javier y él han comenzado una relación desde cero. Apuesta a que funcione, es lo que quiere, está seguro de eso, pero a la vez sabe que aún hay detalles que deben conocer y reforzar de su relación, pero lo mejor de todo es que no tiene miedo de hacerlo y puede notar que Javier tampoco lo tiene.
– Tal vez en más tiempo pueda decir que me gustaría, ahora prefiero pensar en otras cosas –responde el ojiazul.
– Pues yo opino lo mismo, no es algo en lo que piense y no creo que lo haga por mucho tiempo – está de acuerdo Mireya.
– Eso no está mal, no todas las parejas piensan en hijos y no a todo el mundo le hace ilusión la idea de ser padre – opina Raoul recostándose un poco sobre Ricky – Mientras la pareja esté de acuerdo y en la misma sintonía.
Mireya y Miriam les sonríen dándole la razón, deciden moverse para ir a la cocina con los demás y dejan a los dos chicos en el sofá. El mallorquín se acomoda un poco más y siente la cabeza de Raoul apoyarse en su hombro, le escucha bostezar, ve que cierra sus ojos y se quedan en silencio unos segundos.
– Necesito un favor – susurra Raoul sin mirarle.
– ¿De mi?
– Sí... Pero no te rías.
– ¿Por qué me reiría?
– Te conozco Ricky – se ríe él mismo al imaginar los comentarios de su amigo – ¿Mañana por la tarde estás libre?
– ¿No ayudas? – pregunta Agoney mirando la cabeza de Ricky por detrás del sofá – Ya está la cena lista.
– Estoy ocupado siendo una almohada muy cómoda – susurra con una sonrisa y mueve su cabeza señalando sus piernas.
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Confundidos - Ragoney (en Edición)
FanfictionRaoul recuerda cada momento de su vida junto a Agoney, y aunque no fueron su primer beso, ni fueron su primera vez, quizás siempre fueron el primer amor, aunque no supieron verlo.