45

5.4K 210 1.1K
                                    

Una vez que han terminado de cenar y han levantado la mesa, todos están atentos a la hora, esperando que sean las doce para felicitar a su amigo. Ya han bebido algunas cervezas mientras charlaban un poco y Mireya se ha encargado de poner algo de música.

El móvil del canario suena cuando solo queda un minuto para las doce y rápido contesta.

- Hola - dice levantándose de la mesa para hablar tranquilo.

- ¡Feliz cumpleaños! - escucha a sus padres, a los padres de Raoul junto a Daniela, y a su abuelo del otro lado.

- Jo, muchas gracias, los primeros como siempre - dice con una sonrisa.

Habla unos minutos con ellos, pero luego se despide para continuar hablando con su abuelo.

- Solo dime que el pingüino ya cayó - pide Manu, causando una risa en su nieto.

- Pues no, aún no - le cuenta con un suspiro - Pero espero que esta noche, sea la noche.

- Seguro que si, hijo, tú tranquilo que yo me he encargado de ponerte condones en la maleta, y bueno, tuve que pedirle ayuda a Dani con la maleta del pingüino, pero él también tiene - dice como si nada.

- ¡¿Qué has hecho qué?! - pregunta completamente sonrojado - Abuelo, por Dios, que yo no hablo de eso, cuando digo la noche, hablo de algo más emocional y sentimental, no hablo de follar, madre mía.

- Que ya lo sé, si eso es muy bonito y todo, ¿Pero qué pasa si os entran las ganas y no podéis seguir por haceros los puritanos? Que yo les conozco y la tensión sexual que hay ahí no es normal.

- Abuelo, por favor, solo dime que estás solo.

- Pues no, tengo a Manolo y a tu padre al lado, y están completamente de acuerdo conmigo.

- ¡¿Pero qué dices?! - pregunta imaginándose a los tres pendientes de sus palabras.

- Que es broma, si estoy yo solo - ríe su abuelo del otro lado - Pero lo de los condones es verdad.

- Te voy a matar - dice riendo.

- Si, si, seguro que si - ríe el mayor - Anda, ve con tus amigos y pásalo bien.

Cuando cuelga la llamada y vuelve a la mesa, todos sus amigos le esperan con una pequeña tarta. No sabe de dónde ha salido pero se ve deliciosa, probablemente alguno ha salido a comprarla mientras él se duchaba y es un gesto que agradece mucho.

Cantan y el moreno sopla sus velas antes de pedir su deseo. Recibe abrazos y besos de todos sus amigos, pero el último en estrujarlo entre sus brazos es Raoul.

- Feliz cumpleaños, Ago - susurra en su oído mientras mantienen el abrazo.

- Gracias, pollito - sonríe él - ¿Y mi regalo? - pregunta con los ojos entrecerrados.

- Es algo especial y prefiero dártelo luego - dice tímido mirando al suelo por unos segundos - ¿Quieres dormir conmigo hoy?

El canario se esfuerza por no ahogarse con su propia saliva al momento de oírlo. Los ojos de Raoul están fijos en los suyos y tiene las mejillas un poco sonrojadas, tan adorable como siempre.

- Ago, que no me has contestado - dice riendo.

- ¡Joder, sí! Claro que quiero dormir contigo - responde emocionado.

- Vale, ¿Crees que Ricky tenga problema en dormir con Javier? Es que quiero estar solo contigo - dice mordiendo su sonrisa.

- ¡No! Vamos no creo, ellos se llevan bastante bien.

Confundidos - Ragoney (en Edición)Where stories live. Discover now