Hace 2 años...
Definitivamente, la universidad no estaba siendo fácil, tanto Agoney como Raoul tenían asignaturas pendientes del año anterior, dos en el caso del moreno y una en el caso del rubio. El tercer año era duro, a medida que avanzaban todo era más exigente.
—Felicitaciones, Vázquez, su trabajo es excelente —dijo el profesor.
Raoul, un poco sonrojado y tímido, agradeció las palabras a su profesor. Se había sentido tan pequeño delante de todos sus compañeros que no podía creer lo que acababa de hacer.
El trabajo pedido consistía en preparar la defensa para un caso, cada uno designado por el profesor. Raoul acababa de exponer su defensa y había dejado a todos boquiabiertos. Ninguno de sus compañeros imaginó que él, siendo tan tímido y vergonzoso, hablara con tanta presencia, seriedad y convicción. Definitivamente, era capaz de convencer a cualquier jurado.
—Eres increíble —susurró Agoney en su oído, estaba muy orgulloso de su pollito.
—Hernández, su turno —indicó el profesor.
El moreno se levantó y caminó hasta posicionarse frente a toda la clase. Comenzó con su exposición y aunque Raoul pensaba que lo estaba haciendo excelente, el profesor, el señor Navarro, no opinaba lo mismo y eso quedó claro solo minutos después.
—Suficiente, Hernández —lo interrumpió el profesor, Agoney aún no había desarrollado ni la mitad de su trabajo.
—Pero aún no termino.
—No hace falta, he oído bastante. Tome asiento.
Agoney, un poco incómodo, tomó los apuntes que tenía a un lado y caminó nuevamente a hacia su lugar, al lado de Raoul y Miriam.
—Mañana dejaré las notas de cada trabajo, todos han estado muy bien, aunque siempre hay excepciones. —Dirigió una mirada al canario y continuó—. Los que no han aprobado, tendrán que presentar un trabajo extra para el próximo lunes.
—Pero solo es una semana —se quejó uno de los alumnos.
—Tiempo suficiente —aseguró el mayor, y sin una palabra más, dio por finalizada la clase.
—Este tío es gilipollas. Ni siquiera te dio tiempo para expresarte —gruñó Miriam.
—Me tiene manía, ya se los he dicho.
—¿Crees que no te aprobará?
—¿Acaso lo dudas? —Rio el moreno—. Imagino que mañana dejará claro sobre qué es el trabajo extra.
—Tu trabajo estaba muy bien, Ago —intentó animarlo su amigo.
—Lo sé, pollito, y eso es lo peor de todo, porque no puedo hacer nada. Si me quejo, está claro que no aprobaré la asignatura. —Bufó un poco triste, pero ya resignado—. Venga, vamos a por algo de comer.
Miriam y Raoul se miraron impotentes. No podían hacer nada para ayudar a su amigo, porque todo dependía del señor Navarro y del ánimo que éste tuviera cuando corrigiera el trabajo del moreno.
Minutos después, tomaron asiento en la cafetería, donde ya los esperaban Lucas y Nerea.
—¿Qué tal les ha ido?
—Bien —respondieron Raoul y Miriam, se sintieron mal por sus palabras.
—¿Y a ti?
—Como el puto culo —dijo Agoney.
—¿Qué pasó?
—¡El profesor, que me tiene manía! ¡No sé qué coño le he hecho al gilipollas! —dijo cabreado, no quería seguir hablando del tema, pero sus amigos ya habían preguntado—. Ni siquiera dejó que terminara de exponer mi defensa. Me mandó callar y sentar —contó frustrado—. Está claro que no aprobará mi trabajo.
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Confundidos - Ragoney (en Edición)
FanficRaoul recuerda cada momento de su vida junto a Agoney, y aunque no fueron su primer beso, ni fueron su primera vez, quizás siempre fueron el primer amor, aunque no supieron verlo.