Confundidos - Ragoney (en Edición)

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—¿Pero es en serio? —preguntan Ricky y Agoney a la vez, completamente sorprendidos.

—Sí —responde tranquilo.

—Entonces, ¿se casan? —pregunta con ilusión Mireya.

El gallego ha llegado minutos después de Ricky y Javier. Ha llegado solo, sin Miriam, porque aún faltan treinta minutos para la hora en la que en realidad habían acordado cenar.

—A ver, es un anillo de compromiso, no significa que tengan que casarse ahora —dice Agoney mirando a su amiga, está bastante sorprendido.

—Claro que no, si llevan solo unos meses juntos —opina Ricky.

Comienzan un debate entre todos y hablan como si Roi no estuviese presente. Mireya se encuentra tan emocionada, que afirma que es una buena decisión, mientras Agoney y Ricky, por el contrario, aseguran que es algo muy apresurado.

—Pues yo creo que un papel no cambia nada, además tú mismo acabas de decir que el anillo no significa que en un mes estarán casados —repite Mireya mirando al canario.

—Pues no, pueden darle un significado más sentimental, no tan literal —está de acuerdo Agoney.

—¿Y eras tú el que hablaba de matrimonio ayer? —pregunta Raoul en un susurro antes de acercarse a Roi.

Agoney se sonroja de inmediato al escucharlo, llama la atención de Ricky y Nerea, quienes lo miran con una ceja elevada y algo de curiosidad por el comentario de Raoul.

—¿Es muy pronto? —pregunta Roi para sí mismo, ahora completamente desanimado—. La voy a espantar, soy imbécil —concluye luego de haber escuchado a todos sus amigos.

Mira por unos segundos el anillo que acaba de enseñarles y cierra la pequeña caja de terciopelo que lo contiene, intenta guardarlo, decidido a zanjar el tema, pero la mano de Raoul le detiene.

—No es pronto —le asegura con una sonrisa, sentándose a su lado.

—Claro que no. —Aitana se sienta al otro lado, Agoney y Ricky ponen su atención en sus amigos, escuchando con calma lo que Aitana comienza a decir—. Solo hace unos meses que están juntos como pareja, pero la verdad es que están enamorados desde hace años. Todos aquí lo sabemos, todos los hemos visto —dice la de flequillo.

—Que le entregues un anillo no significa que mañana deben empezar a planear una boda —es Raoul quien habla esta vez—. Es tu forma de decirle que la amas, que estás comprometido con ella y con su relación, que quieres un futuro juntos y que no necesitas años de noviazgo para saber que quieres casarte con ella en algún momento.

—Por supuesto que no lo necesito —sonríe Roi—, si es que tengo clarísimo todo lo que quiero con ella.

—Ella está igual de enamorada que tú. Yo estoy segura de que no vas a espantarla ni harás que salga corriendo —asegura Mireya, que conoce tan bien a la gallega—. Ese anillo significa mucho más que una firma en un papel, ustedes dos lo saben.

Agoney escucha todo lo que sus amigos le dicen a Roi y entiende cada palabra. Los gallegos están juntos desde hace algunos meses, pero se aman y se conocen desde hace años. Se han acompañado como mejores amigos por mucho tiempo y es normal que el gallego no dude en visualizar un futuro con Miriam, si es que en realidad, jamás ha visualizado un futuro sin ella. Si Agoney lo piensa un momento, él siempre imaginó vivir en un piso con Raoul, trabajar juntos y compartir su día a día, como amigos. Ahora que son novios, eso no ha cambiado, la única diferencia es que ahora imagina a los dos juntos, cada noche, en una misma cama. Y ahora entiende que a Roi y Miriam les suceda exactamente lo mismo.