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OKSANA.
14 de Marzo 2019.
Despierto desorientada con dos hombres armados.

¿Qué pasó?

Intento recordar algo pero nada llega a mi mente, solo sé que iba de camino a la casa, un carro se me cruzó y de ahí todo negro.

-¿Qué estoy haciendo acá?- Pregunto. -¿Quiénes son ustedes?

Silencio!- Me grita uno de ellos.

Me asusto por el repentino grito y agacho la cabeza.

¿Qué puedo hacer?

Puñeta...

Miro a mi alrededor, analizando una posible forma para escaparme, pero es imposible. Miro al chico joven, no parece muy atento a mí y es al que más cerca tengo. Me muevo nerviosa en mi asiento y...

¿Qué es eso?

-La puerta.- Murmuro. -¡Puñeta, la puerta!

Once años atrás...
-¿Sabes que es esto?- Pregunta Alek dibujando una pequeña puerta en la fría pared. 

-S...Sí.- Respondo aguantando las lágrimas. -Es una puerta, ¿no?

-Exacto, hermanita.- Dice como si nada pasara, como si no estuviéramos secuestrados. 

-¿Y qué tiene que ver una maldita puerta con que estemos aquí metidos?- Digo con rabia por su inmadurez. -¿En que nos va a ayudar?

-Es una puerta mágica.- Dice.

-¿Mágica?

-Sí, mágica.- Confirma. -Es una puerta muy valiosa y especial, porque solo la puedes abrir una vez.

-¿Y qué pasa si algún día la abro?- Pregunto.

-Si la abres significa que es por que tienes mucho miedo y me necesitas, por eso cuando la abras estaré yo al otro lado dispuesto a salvarte de lo que sea que te esté causando ese miedo.- Dice mirando el dibujito. -Yo siempre seré tu ángel de la guarda.

-¿Y si la quiero abrir ahora?- Pregunto.

-No, no puedes abrirla.- Dice. -Solo podrás abrirla una vez en toda tu vida. Yo ahora también estoy en peligro, pero no abro mi puerta.

-¿Y por qué no abres tu puerta?- Pregunto.

-Porque aunque ahora mismo tengo mucho miedo, sé que otro día tendré más miedo, ¿quién me asegura a mí que mañana no tendré más miedo que hoy?- Explica. -Por eso es tan importante que no la abras.

-Jum... Creo que ya lo entedí.- Digo.

-Cuando sientas y estés segura de que es imprescindible que te ayude, abre la puerta....

Actualmente...
Abre la puerta...

Miro a mi alrededor, sobre todo a los dos hombres que me custodian, y al notar que no hay nadie pendiente a mí, aprovecho que tengo las manos atadas a mi espalda, para agarrar mi celular del bolsillo trasero del pantalón y apretar tres veces el botón de apagado.

Roguemos para que tenga el geolocalizador activado...

...

-¿A dónde estamos yendo?- Pregunto cansada.

-San Petesburgo.- Responde el más joven, y por lo que pude comprobar, el más idiota al responder esa pregunta.

El furgón frena y se comienzan a escuchar murmullos.

-¿Pero qué es esto?- Se oye. -¡Joder!

Miro hacia todos lados dándome cuenta de que los dos hombres que me custodian, se comienzan a poner nerviosos y sacan sus armas poniéndose alerta.

Mi ángel de la guarda no me ha abandonado...

Es una bomba!- Se vuelve a oír.

-¿Qué mierda está pasando allá adelante?- Grita el más mayor de los dos.

-Nos pusieron un explosivo.- Grita alguien.

Estamos jodidos!

Cállate, joder!- Siguen gritando los dos de adelante.

No sabía que abrir esa pequeña puerta iba a ser tan divertido.

-¿Qué pasa?- Pregunta el joven alterándose. -¿Qué mierda pasa?- Me apunta.

Se empiezan a oír disparos de un fusil M16, por lo que puedo distinguir.

Están disparando!

Cállate!

Los están matando!

Cállate de una vez ya!

-¿Así son los de la mafia?- Pregunto disfrutando de los gritos desesperados de los de adelante. -Pensaba que eran más valientes.

-Joder... A nosotros solo nos contrataron para secuestrarte.- Dice el mayor muerto de miedo. -¡Ni siquiera sabemos quién eres, joder!

Doce, once, diez...

Ahhhh!

El conductor y el copiloto abren sus puertas y se tiran al exterior del furgón, lo que no sabían es que era una trampa, una bomba falsa. Los dos que me custodian, se arrodillan apuntando hacia la puerta trasera.

-¡Hermanito!- Grito de alegría cuando se abre la puerta y lo veo a él junto a Jacko y Adrik. -¡Ah!

El joven me agarra por la cintura y me apunta colocando el cañón de su arma en mi sien. De repente, aparece Yerik con una SG 550 al hombro y mi otro secuestrador tira su arma por miedo.

Bajen las armas o la mato!- Grita el que me está apuntando. -Bajen las armas o la mato.

-Si tú disparas a mi hermana, mueres.- Dice Alek. -Si me disparas a mí, mueres. Si sueltas a mi hermana, vives.

Suéltame!- Grito dándole un codazo en el estómago.

Aprovecho que me suelta para quitarle el arma y apuntarle.

-Mátalos.- Dice mi hermano. -Son Young Blood.

-No voy a matarlos, no son Young Blood.- Me niego.

-Que los mates te dije.- Replica.

-Yo no voy a manchar mis manos de sangre.- Digo. -Si quieres los matas tú, dos más para la colección no es nada.

Aprieta su mandíbula y me posiciona detrás de él.

-Llévensela...

OKSANA: La apuesta. ('VOLKOV' #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora