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OKSANA.
29 de Agosto 2019.
- Mi amor, llegué.

-¡Sorpresa!- Digo abrazándolo efusivamente.

-Wow.- Mira todo el living decorado con globos rojos, y otros dorados con formas de letras que forman 'BIENVENIDO'.

-¿Tanto me extrañaste?- Pregunta.

-Casi muero.- Hago puchero haciéndole reír.

-Para la próxima te vienes conmigo.- Dice y asiento sonriendo.

Caminamos hasta llegar frente a la mesa de centro aún sin yo soltar el agarre de su cintura.

-¿Sushi y Möet?- Sonríe mirándome. -¿Sabes que eres la mejor?

-Obvio, o sea, ¿qué?- Digo haciendo que se carcajee y me haga sonreír.

Se quita el abrigo, el t-shirt y los tenis y se sienta en el sofá.

-¿Quieres que suba un poco la calefacción?- Le pregunto.

Sí, después de las vacaciones en Grecia, Bry estuvo aquí un par de días antes de regresar a su tour. En esos días estuvimos buscando una casa de alquiler, para que así no este siempre en una suite de hotel.

-No, así está bien.- Dice. -Gracias por preocuparte, baby.

-De nada.- Sonrío y agarro el control del tv. -¿Lucifer?

-Está bien.- Dice.

Pongo la serie y agarro el sushi mientras el destapa el Möet y lo sirve.

Sonará raro, pero es una pequeña tradición que tenemos.

Un día mientras hacíamos FaceTime después de un show suyo, yo estaba comiendo sushi y el tomando una copa de Möet con su equipo.

So, empezó a hacerse costumbre que cada vez que hacíamos FaceTime, estuviéramos en la misma situación.

Al final quedamos en que al menos una vez por semana comeríamos sushi con Möet estemos lejos el uno del otro, o juntos.

Empezamos a comer sushi mientras vemos la serie.

-¿Por qué no bebes?- Pregunta.

-Porque...

-Ey, ¿a dónde vas?- Pregunta al verme ir al cuarto.

Agarro la prueba de embarazo que me hice hace un par de días y vuelvo al living tapándole los ojos.

-¿Qué pasa?- Dice intentado quitar mi mano de sus ojos.

Coloco la prueba frente a su cara y le destapo los ojos.

Se queda en silencio haciendo que me de la vuelta para ver su cara.

-¿Qué ocurre?- Frunzo el ceño.

Sonríe ampliamente haciendo notar las lágrimas que está reteniendo en los ojos, y se empieza a reír.

-Me acabas de hacer el hombre más feliz del mundo.- Dice abrazandome.

-No llores que me entra el sentimentalismo.- Digo riendo mientras aguanto las lágrimas.

-Eres lo mejor que me pudo haber pasado en la vida.

-Ay, Bry.- Ya empecé a chillar.

¡ESTE HOMBRE ME PONE MUY EMOCIONAL!

Nos empezamos a reír de la nada y nos terminamos acostando en el gran sofá.

-¿Tus papás saben?- Pregunta mientras acaricia mi cabello.

-No.- Digo jugando con su mano libre, en la que tiene el reloj que le regalé después del compromiso. -No sé como se lo tomarán.

-Bien, normal.- Dice.

-¿Tú crees?- Pregunto.

-Claro.- Dice.

-¿Se lo decimos juntos?

-Sí.- Dice. -Podemos invitarlos a comer a tus papás, tus hermanos y Babu.

-Puñeta, ¿y la boda?- Pregunto.

-Tranquila, baby.- Dice. -Después de que nazca el baby empezaremos a organizar todo.

-Okay.- Asiento.

-Tu papá me obligó a que la boda sea en Rusia.

-¿En Rusia?- Sonrío. -¿Te parece bien?

-A mí me da igual dónde sea.- Digo.

-¿Y tus amigos podrán venir?- Pregunto. -Por la fecha, digo.

-¿En cuánto tiempo, después de que nazca el bebé, crees que nos casaremos?

-Pues, no sé, unos cinco o seis meses.- Digo.

-¿Tanto?

-¿Te parece mucho?- Me sorprendo.

-Pues, sí.- Dice. -¿Por qué seis?

-Porque quiero que el bebé no esté recién nacido, para poder despreocuparme un poquito el día de la boda, y necesitaré recuperar mi forma física para lucir un lindo vestido, ¿no crees?- Digo.

-Uhm...- Dice. -¿Cómo organizaremos todo si yo trabajo y tu tienes que estar al cuidado del bebé?

-Seguro que papá se encarga de eso.- Digo. -Soy su niñita, y para su niñita todo tiene que ser lo mejor de lo mejor.

-¿Ah sí, mi consentida?- Dice mirándome con una sonrisa.

-Sí.- Yo también le sonrío. -Verás que siendo mi papá, va a ser la boda más grande de Rusia.

-Como debe ser.- Dice haciéndome reír. -La gente debe hablar de nuestra boda por el resto de su vida.

-Si tú lo dices.

-Como si tú no quisieras una boda sacada de un cuento de hadas.- Dice.

-No te voy a mentir, mi amor.- Digo.

Nos reímos hasta quedarnos en silencio mirándonos a los ojos.

-¿Podemos tener relaciones ahora que estás embarazada?- Pregunta murmurando.

Asiento.

-Sí.- Respondo igual que él. -Aprovecha que no tengo barrriga aún.

-¿Tú quieres?- Sigue hablándome bajito.

Me muerdo el labio inferior levemente y levanto mi cabeza de sus piernas, para finalmente besarlo.

-Vamos al cuarto...

OKSANA: La apuesta. ('VOLKOV' #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora