OKSANA: La apuesta. ('VOLKOV' #1)

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OKSANA.
24 de Mayo 2025.
-¿Bryan?

Me giro para abrazarlo pero no lo siento, por lo que me levanto y abro las cortina.

-Buenos dí.- Me callo al ver el desastre que hay en la mesa. -¡Sasha, con las manos no!

-Buenos días, mija.- Dice mi mamá en lo que dejo un beso en su cachete.

-¿Bryan?- Pregunto saludando a Alek y Natasha.

-En la cocina.- Dice Luka.

Voy hasta dicho lugar y me lo quedo viendo sin decir nada.

-¿Qué haces?- Pregunto.

-¡Puñeta!- Grita tirando la espátula. -Me arruinaste la sorpresa.

-¿Que sorpresa?- Agarro una fresa. -Te quería llevar el desayuno a la cama.

-Acho, estas hilando fino.- Digo dándole un beso.

-Solo por ti.- Dice.

-Necesito una casa ya, esta casa es una locura.- Digo.

-Te dije que buscáramos algo para vivir juntos.- Dice.

-Y yo te dije que quiero ir despacio.- Digo.

-Estás bien equivocá'.- Dice.

-Hace falta mucho más que el desayuno en la cama, pa' enamorarme.- Digo.

-¿Ah sí?- Dice envolviendo sus manos en mi cintura. -Sé que te encanta que te consienta.- Me besa. -Te invito a cenar.

-¿Esta noche?- Pregunto. -Me parece bien.

-Te paso a ver a las nueve.- Dice.

Asiento.

Despues de desayunar con el resto de la familia, subo a mi cuarto a arreglarme y me voy al salón.

-Hola, Stinka.- La llamo.

-Hola, Oksana.- Contesta alegre. -¿Cómo estás?

-Todo bien.- Digo. -Te llamaba porque necesito que me busques casas, necesito mudarme.

-Está bien.- Dice. -¿Qué características quieres que tenga la casa?

-Mínimo cuatro cuartos, tres baños, espacios grandes y abiertos, con un ambiente moderno.- Digo. -Que esté en una zona segura para niños.

-¿Presupuesto?- Pregunta.

-No hay límite.- Digo con una sensación de satisfacción enorme.

-Perfecto.- Dice. -En un par de horas te vuelvo a llamar.

-Está bien, hasta luego.

A lo que cuelgo recibo otra llamada, es Aleksia.

-Hola, hola.- Saludo.

-Hola.- Saluda con su voz de "te tengo un chisme".

-¿Qué pasó?- Pregunto.

-Hoy vinieron dos hombres muy extraños, vinieron trajeados y con unas gafas de sol muy oscuras, y que digamos hoy no fue un día soleado.

-Que extraño...- Murmuro.

-Traían unos maletines, y Karina junto con Misha se metieron con ellos en su despacho y no han salido desde hace una hora.

-Si te puedes enterar de algo...

-Sí, no te preocupes.- Dice. -Te dejo.

-Bye.- Cuelgo.

¿Quiénes serían esos dos hombres...?

Anyways...

•••

-Wow...- Digo asombrada con la casa.

-¿Por qué no decidiste mudarte a la casa de Adriano?- Pregunta Stinka mientras yo observo el lugar.

-La vendí.- Digo. -No quería vivir ahí.

-Con todo lo que pasó es normal.- Dice.

Stinka se ha vuelto una amiga para mí, suele venir al salón a por su manicura y demás cosas y ahora es la gestora de mis propiedades.

De vez en cuando salimos a tomar algo y hablamos de nuestra vida.

-La parcela es de mil metros cuadrados, es una casa que proporciona mucha intimidad por eso.- Explica. -La casa tiene dos plantas y un ático, abajo encontramos la cocina, el living y el comedor, un cuarto y un baño con ducha, y salida directa al jardín.

En serio, esta casota es super bonita, tiene el toque de elegancia rusa que tanto me gusta.

Colores crema, alfombras rojas con estampados, mesas largas, sofás satinaditos...

-En el exterior hay un parking para cuatro carros, un patio donde se pueden hacer barbacoas y fiestas, la gran fuente central que vimos...- Dice mientras subimos las escaleras a la segunda planta. -Y una pequeña casa independiente con cuartos chiquitos para el personal, cada uno tiene baño, y hay una pequeña cocina con comedor para ellos.

-Perfecto, porque necesitaré una babysitter y gente que se encargue de la casa.- Digo.

Despues de una rápida guía donde me enseña los cuartos, los baños, los grandes guardarropas, el despacho, la sala de juegos y cine, etcétera, me mira y yo pregunto por el precio.

-¿Y cuánto cuesta?- Pregunto.

-Ciento veintiuno.- Dice.

-Okay.- Digo.

Hacemos todo el papeleo y listo, la casa es mía.

¡Por fin!

Y se preguntarán, ¿y la casa que tenías con Bryan?

Pues... Cuando él se fue dejó de encargarse de lo que se tenía que pagar mensualmente.

Obviamente siempre pagamos a medias pero él dejó de hacerlo, y como ya saben, pasé por unos percances económicos bastante grandes porque Lukyan me cortó todo suministro económico posible.

So, yo pagaba como podía pero pues no pude, aguante hasta febrero y al final y me tuve que ir con mi mamá.

•••

Miro por la ventana y luego a mi reloj, ya todos están durmiendo.

Me sirvo más vino y me saco los zapatos para acostarme en el sofá.

No sé por qué creí que había cambiado, caí en su juego como una estupida, y aquí estoy, plantada como eso mismo, como una estúpida.

Bryan podrá intentarlo, pero nunca va a cambiar, y yo no tengo tiempo para eso.