OKSANA: La apuesta. ('VOLKOV' #1)

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OKSANA.
20 de Febrero 2025.
-¡Mami!- Grita Jax con alegría por verme.

-¡Mi amor!

-Quietita.- Me paran los guardias.

-¿Qué pasa?- Le digo a Cairo.

-Bryan a cambio de tu hijo.- Dice.

-¡Pero eso no es en lo que quedamos!

-Cambié de opinión.- Dice.

-No importa.- Bryan me dice bajito y deja un beso en mi cabeza. -Lukyan, haré lo correcto.

Cairo les hace señas a sus hombres y se llevan a Bryan.

-Ya, dame a mi hijo.- Digo.

Lo deja ir y este corre a mis brazos.

-Mi pequeño.- Lo abrazo. -Mami, llévatelo a la casa, por favor.

-Vamos, mi amor.- Dice agarrándolo.

-Siéntense, por favor.- Dice Cairo.

Alek, mi tío, Dimitri y yo, nos sentamos.

-Miren, el cien por ciento de todo, o Bryan muere aquí mismo.- Dice. -¿Tenemos un trato?

-No tengo más elección.- Dice mi tío firmando los papeles que Dimitri le da.

-Me parece que tendré que firmar muchas cosas.- Se ríe Cairo.

Empieza a firmar todo mientras yo me aguanto las ganas de llorar de rabia por la mierda que hizo Bryan.

Si no es Jennifer es Bryan, ni de matarlo bien muerto fui capaz.

Ese idiota nos hizo perderlo todo, todo por lo que mi papá y mi tío se jodieron.

Al final fui yo quien terminó por hacer perder todo lo que tenía la familia.

-Listo, ahora ustedes trabajan para mi familia.- Dice. -En unos días yo volveré a Puerto Rico y mi hermana mayor, Rosemary, vendrá.- Informa. -Ella será la jefa acá.

•••

OKSANA.
-¡Hola!- Entran Aleksia y Adrik.

-Me alegro de que Jax esté bien.- Dice Aleksia.

-Sí, él ahorita está con mi mamá.- Digo. -Están todos en su casa, ya sabes, para más seguridad.

-¿Qué te pasa?- Dice Natasha. -Tienes que estar alegre, mañana es el gran día. Lo que tanto esperabas.

-No, no les conté toda la verdad.- Les digo. -Una de las condiciones para que me devuelvan a mi hijo era seguir blanqueando dinero en el otro salón.

-¿Y por qué no acá?- Pregunta Germ.

-Acá no usan efectivo, sería mucho más complicado ocultarlo.- Digo. -Escucha, quiero que te quedes este salón- Le doy las llaves a Aleksia. -Gracias por tu apoyo incondicional, espero que me perdones, te mereces esto.

-No pienso aceptarlas, no me las merezco.- Dice dándoselas a Natasha.

-Yo tampoco las quiero.- Dice esta.

-A mí ni me las des, yo soy simplemente el guardaespaldas de todas ustedes.- Dice Adrik dándoselas a Germ.

-Yo voy a donde vayas tú.- Dice Germ tirándolas al suelo.

-Chicas...

-¿Creías que te ibas a deshacer tan facilmente de nosotras?- Dice Aleksia.

¿Por qué no conocí a esta mujer antes?

-Tenemos muchas habilidades, este sitio no nos hace falta.- Dice Natasha.

-Sí, claro.- Dice Aleksia. -Delitos contra la privacidad, asesinato, secuestro, blanqueo de dinero, entre otros.- Levanta la mano.

-Suplantación de identidad, robo con agravantes, falsificacion, blanqueo, estafa, asesinato, narcotráfico...- Levanta la mano Adrik.

-Estafa, blanqueo de dinero, allanamiento, y uso de drogas en terceras personas sin su conocimiento.- Natasha levanta la mano.

-Intento de asesinato, blanqueo, uso de drogas en otras personas y robo.- Germ levanta la mano.

-Con solo decir que la DEA le puso ami cabeza un precio de cinco millones de dolares, ya lo digo todo.- Me río. -¿De vuelta a las andadas?

-De vuelta a las andadas.

•••

BRYTIAGO.
-¿Qué hacemos aquí?- Pregunto.

Cairo me liberó, solo me usó como seguridad para que le cedan todo.

Aparte, somos compadres, no me iba a matar sabiendo que su mujer es mi amiga.

-Mejor cállate, Bryan.- Dice Lukyan.

-Nunca me cayó bien.- Dice Alek.

-Cabrón, que no hable perfectamente el ruso no significa que no lo entienda.- Digo.

-¿Y?- Dice este. -No me caes bien, punto.

Se da la vuelta y sigue mirando hacia el frente.

Llegamos a un lugar y bajamos del carro. Caminamos hasta una especie de nave industrial, donde dos hombres nos registran a todos.

-Vamos.- Dice Lukyan.

Aquí hay por los menos treinta hombres cortando, pesando y empaquetando todo tipo de drogas.

-Estamos pasando por unos momentos difíciles y ese puto puertorriqueño de mierda, destruyó el mercado.- Dice Lukyan. -Tienes que ayudarnos, o si no esto también los salpicará a ustedes.

El hombre, que estaba de espaldas, se da la vuelta dejándose ver.

-¿Qué tengo que hacer?

-¿Adriano?