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OKSANA.
27 de Mayo 2022.
-Hola, papá.- Digo con una mano sobre mis costillas.

Después de todo lo que ocurrió aquella noche, Bry estuvo molestando toda la mañana para que vaya al hospital, y al final me convenció para que vaya al medico.

Hablé con mi papá, ya que sabía que él tenía amigos doctores, y fui a una consulta con Bryan.

Me hicieron varios exámenes y determinaron que me había roto una costilla del lado izquierdo.

El resto eran contusiones, por lo que me recetaron medicamentos para tratar la fractura.

-Hola, pequeña.- Dice.

-¿Para qué me necesitabas?- Digo sentándome con dificultad.

-La semana que viene tu tío y yo viajaremos a Culiacan por cuestiones de negocios.- Dice. -Por lo tanto, tu hermano y tú quedan a cargo de recibir un cargamento de cocaína.

-¿Coca?- Digo. -Papá, sabes que yo no me encargo de eso, lo mío es el dinero.

-¿Crees que me importa?- Dice.

-No, pe.

-Pero nada, ahora eres parte oficialmente del Imperio, es hora de que empieces a tener contacto con la droga.- Me interrumpe. -Hablaré con Alek para informarle de que lo acompañarás.

-Está bien...

•••

-¿Y por qué no contratas un detective privado?- Dice mientras comemos el borsch que preparó Babu.

-Ya contraté varios pero nunca consigo nada, no sé cómo lo hace.- Digo.

-Yo tengo un amigo que puede ayudarte.- Dice.

-Bah, no quiero saber de más detectives, no creo que sirva.- Digo.

-No, en serio, hazme caso.- Dice. - Él es capaz hasta de pincharle la línea teléfonica y hackearle whatsapp y todo eso.

-¿Eso no es ilegal, Aleksia?- Pregunto.

-¿En serio estás hablando de legalidad?- Dice. -What the fuck.

-No seas idiota...- Digo aguantándome la risa.

-Lo siento.- Dice. -Bueno, ¿aceptas o no?

-Está bien.- Digo.

•••

-No te entran los pechos en ese top.- Dice mientras entro al cuarto.

Bajo la mirada y me subo un poco el escote.

-Estamos en casa, ¿qué importa?

-Esto importa.- Dice señalando su erección.

-Te pones bellaco por cualquier cosa.- Digo.

-Quiero chicharte.- Se muerde el labio mientras me acuesto a su lado, con su brazo rodeando mis hombros.

-Voy a salir a media noche, te quedas a cargo de los nenes.- Cambio de tema.

Se aleja y me mira alzando una ceja.

-¿Y a dónde es que se va la señorita?- Pregunta.

-Trabajo.- Digo sin más.

-¿Qué clase de trabajo?- Dice. -Que yo sepa tú no trabajas de noche.

-Bueno, ¿y qué pasa?- Me cruzo de brazos.

-Queria que tú y yo tuvieramos una cita con la cama.- Dice haciéndome reír.

-Ay...- Me remuevo haciendo una mueca de dolor.

-¡Diablo, es que no puedo dejar de verte los pechos!

-Tranquilo, viejo.- Digo subiendome un poco más el escote de mi top Calvin Klein.

-Te va a estallar.- Dice.

-Desde que tuve a los nenes los pechos me han crecido como dos tallas.- Digo. -Pensé que después volverían a su tamaño normal, pero ya veo que no.

-Y feliz que estoy.- Dice. -Ya ni me caben en las manos.- Dice pasando la lengua por sus labios mientras tiene su mirada fija ahí.

-Obvio, que tú contentísimo.- Digo.

-No aguanto, puñeta.- Dice llevando su mano de nuevo a su erección y estirando con desesperación.

-Toma una ducha fría para que se te baje.- Digo.

-¿Por qué no mejor me la bajas tú?- Digo. -Quiero hacértelo, puñeta...

-Las citas con la cama, como tú las llamas, duran horas contigo.- Digo. -Y yo en dos horas me tengo que ir a arreglar.

-Baby, eso es más que suficiente.- Dice desesperado. -Tú obtienes lo tuyo y yo lo mío, y los dos felices.

-Recuerda que aún estoy un poco mal.- Digo.

-Te lo haré lo más suave que pueda.- Dice. -Hoy te haré el amor.

-Hace tiempo que no me haces el amor.-  Digo envolviendo su cuello con mis brazos mientras él se pone entre mis piernas y me mira con una pequeña sonrisa.

-Yo siempre te hago el amor.- Dice apoyando su antebrazo en el colchón y acariando mi mejilla con la otra mano mientras me mira directamente a los ojos y presiona nuestras partes íntimas.

-Tú me follas salvajemente, que es diferente.- Digo soltando un pequeño gemido.

-Diablos, señorita.- Se ríe.

-¿Tú me amas?- Digo cuando los dos nos quedamos en silencio.

-Eres todo lo que siempre deseé, sabes que sin ti no soy nada...

•••

-Oye... Ahora que ya eres heredera oficial, que los dos somos herederos oficiales, papá quiere que empecemos a mostrarnos más ante el hampa y que hagamos nuestros contactos para el día de mañana no ser unos completos desconocidos.- Dice. -Para el mes que viene, una semana después de tu coronación, me invitaron a una fiesta en casa de Semyion Mizraji.

-¿Quién es?- Pregunto.

-Un israelí dueño de varios prostíbulos acá en Rusia.

-Espera, ¿dijiste prostíbulo?- Pregunto perpleja.

-Uhm, ¿sí?- Dice sin entender mi reacción.

-Yo no quiero ser amiga de un proxeneta.- Digo. -Soy una mujer, y yo estoy totalmente en contra de esas cosas.

-¿Tú te estás oyendo?- Me dice. -Creo que no sabes en qué te metiste.

OKSANA: La apuesta. ('VOLKOV' #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora