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OKSANA.
26 de Mayo 2025.
-Uhm... ¡Ah!- Me quejo al sentir un dolor en mis muñecas.

Empiezo a moverme para intentar soltar el amarre pero es imposible.

-¡Bryan!- Le grito para que se despierte.

-¿Uhm..?

-¡Quieren que muramos aquí!- Digo.

-Eso no va a pasar.- Dice estirando.

-¡Bryan!- Me quejo de dolor. -¡Bryan, detente!

-Buenos, pues nos morimos.- Dice.

-¿Por qué me hablas así?- Digo.

-¿A qué te refieres?- Dice.

-A ese tonito.- Digo molesta. -Si quieres decirme algo, dímelo directamente.

-¿Por qué tardaste tanto?- Pregunta.

-¿De qué me hablas?

-En firmar los cabrones papeles.- Dice. -Parecía que no estabas segura de si salvarme o quedarte con el casino.

-No estaba segura de que firmar te libraría de la muerte.- Digo.

-Ya, claro...- Dice.

-¿¡Crees que te dejaria morir después de estarte buscando todo el maldito día!?- Digo. ¿¡Cómo mierda te secuestraron!?

-Estaba ayudando a una chamaca que tenía problemas con su carro y.

-¡OHHHHHH!

Ya entendí.

-¿¡Qué!?- Dice él.

-¡Bryan engañado por una zorra, otra vez!- Digo.

-Oksy, te estás equivocando.- Dice.

-Ajá sí, lo que tú digas.- Digo.

-No estaríamos aquí si supieras manejar tus negocios.- Dice. -Te creí ese cuento de que nadie te iba a pisotear de nuevo.

-¿Qué?

-¿Crees que puedes con esa gente?- Dice. -No estás a su nivel, tú no eres como los hombres de tu familia.

Okay, se pasó, hirió mi empoderamiento femenino.

-Ojalá te hubieses muerto.- Digo dolida. -¡No cambiaste en lo absoluto!

-Colaboremos pa' salir de acá, así no tendrás que verme más.- Dice.

¿Qué...?

-Bryan... No te muevas.- Digo asustada.

-Puñeta...- Dice al ver la serpiente. -¿Es venenosa?

-No lo sé, creo que sí.- Digo.

-Está en mi pierna.- Dice con miedo.

-Lo sé, lo sé.- Murmuro desesperada.

-¡Ah!- Grita cuando lo muerde.

-¡Bryan!- Digo asustada. -¿Estás bien?

-No siento la pierna, me voy a morir.- Dice.

-No, no, no.- Digo. -Vamos a salir de acá.

- Está bien.- Dice. -Cuando diga tres, estiremos a la vez.

Asiento.

-Uno, dos, ¡tres!

-¡Ah, puñeta!- Se queja ya que caigo sobre él. -Me dejaste infértil.

-Mala mía.- Digo. -Vamos, tenemos que llevarte a un hospital.

Nos paramos y salimos de la casa.

OKSANA: La apuesta. ('VOLKOV' #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora