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OKSANA.
5 de Junio 2025.
-¡Au!- Se queja.

-Deja de quejarte tanto.- Digo terminando de ponerle el parche.

-Aun duele.- Dice.

-Listo.- Le doy un beso. -Déjame verte la cara.

Le pongo un poquito de crema en las heridas.

-¿Qué vas a hacer con lo de la cadena de salones?- Pregunta.

-No sé, ahora solo quiero tranquilidad.- Digo.

Después de todo lo que pasó, puse a mi hermano al mando del Imperio, aunque para las decisiones importantes los dos debemos estar de acuerdo.

Ahora solo me hago cargo de los negocios que Adriano me dejó, que son muchos alrededor del mundo.

-Yo también quiero tranquilidad.- Dice mientras le hago piojito. -¿Por qué no cambiamos esas cortinas rojas y ponemos unas blancas para que den luminosidad?

-Espera...- Me siento. -¿Cambiamos, quiénes?

-Tú y yo, yo y tú, los dos juntos.- Dice. -Después de todo lo que hemos pasado...

-¿Hace menos de un año intentamos matarnos el uno al otro, y ahora todo está de vuelta a la normalidad?- Digo guardando el botiquín en el baño.

-¿Por qué te empeñas en remover la mierda del pasado?- Pregunta molesto.

-Te quiero, pero debo estar segura antes de volver a unir mis gastos con los tuyos.- Digo.

-A ver, hablemos.- Dice.

-No quiero repetir esta conversación.

-Vamos s repetirla cincuenta veces si es necesario.- Dice. -Sientate y dime todo lo que siempre hayas querido decirme, ¿qué pasa?

Me siento a su lado en la cama y tomo una profunda respiración.

-No sé qué decir.- Digo mirando mis manos.

-¿Qué sentías cuando estábamos juntos?

-A veces me molestaba y prefería que te fueras de viaje, pasabas muchas semanas fuera de la casa y yo te esperaba como una estúpida enamorada pero ese sentimiento de felicidad se iba a la mierda cuando discutíamos.- Suelto.

Siento que esto va a traer más problemas entre nosotros.

-Estaba harta de esperarte, mirar el teléfono hasta tarde esperando tus llamadas después de tus conciertos, y discutir cuando volvías.- Digo. -Me volvía loca pensando con quién estabas cuando no era yo quien estaba a tu lado, y resultó que me engañaste por mucho tiempo y con varias mujeres.

-Lo siento...

-No sé, Bryan, solo estoy cansada de que mis planes no estén incluidos dentro de los tuyos, que lo que tú hagas con tu vida esté bien y lo que yo haga con la mía no te lo parezca.- Digo.

-¿Me sigues queriendo?- Pregunta.

-¿Cómo quieres que te quiera si dormía sola, si habían días que te olvidabas de llamar, si te olvidabas de que tenías mujer e hijos?- Digo. -¿Cómo quieres que te quiera si no estás aquí cuando te necesito?

-Dame una oportunidad.- Dice.

-No lo sé, Bryan.- Digo levantándome. -No necesito un hombre.

-No digo que lo necesites.- Dice.

-No necesito un hombre que se vaya por dos semanas y que cuando yo necesite viajar a alguna parte él me falte el respeto porque se molesta.- Digo.

-Dime cómo te sentirías tú.- Digo.

-¿Sí te das cuenta de que hacías lo mismo?- Digo. -Tú te ibas y yo me quedaba sola con los niños y no me molestaba, pero cuando eres tú el que se queda solo con ellos y yo me voy, soy la peor esposa, no comprendo que tu estás trabajando, no aprovecho el tiempo contigo, no te quiero...

-Pero...

-No hay peros, Bryan.- Digo levantándome de la cama. -Tú quieres una mujer que solo sirva pa esperarte en la casa, que cuide a tus hijos y que quiera sexo a todas horas. Bienvenido al siglo 21.

-No inventes.- Dice.

-¿Ah no?- Me río.

-Solo quería pasar mis días libres contigo.- Dice.

-Podrías habernos llevado contigo y así hubieses pasado tiempo con nosotros mientras trabajas.- Digo.

-Tenías que trabajar, los niños ir a la escuela...

-¡Los niños ni siquiera van a la escuela aún!- Digo. -Mira Bryan, yo solo espero que si me engañabas con Alejandra haya sido porque ella cumplía tus requisitos.

-¿¡Por qué todo tiene que ser tan complicado contigo!?- Dice frustrado

-El día que nos divorciamos Alejandra te llamó.- Digo. -Sé que sigues con ella.

-Revisa mi celular y lee mi chat con ella.- Dice. -Esa vez que me llamó terminé todo con ella.

-¿Y por qué no me lo dijiste como excusa para no divorciarnos?- Dice.

-Por eso mismo.- Dice. -No quería que suene como una excusa.

-Ajá...- Me río. -Ay, Bryan...

-Déjate llevar.- Dice abrazándome por detrás. -Dale, baby, di que sí.

-No vas a cambiar.- Le digo.

-Te lo juro.- Deja un beso en mi hombro. -Vámonos pa' PR.

-¿A vivir contigo?- Pregunto. -No puedo.

-¿Por qué, mami?

-Porque no somos nada.- Digo.

-Baby, en serio, cree en mí.- Dice.

-Con palabras no me demuestras nada, Bryan.- Digo. -Será mejor que olvides esa idea.

OKSANA: La apuesta. ('VOLKOV' #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora