Amante de una Quimera

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Amante de una Quimera

Enredada entre sus palabras, tintas de orgasmos corren por mis venas es que al igual que hace dos primaveras pienso que mi amante es una quimera. Me arropa entre versos y una que otra vez me hace suya en sueños. Adorando a veces su alejamiento porque mi amante en dar sorpresas es un experto.

Cada mañana me ahoga con su esencia y posee mi boca con su gran firmeza. Un extraño en presencia, un gran amor en existencia. No lo materializo porque sólo soy de él en este mundo por coincidencia. ¿Cómo ser amante de alguien con quien no tiene presencia? No es necesario amarlo en físico, soy de él y él es mio. Porque nos queremos sólo en esencia en aquello que no se mira, pero se percibe, que no se toca, pero lo siente, así mi amante y yo llamamos a eso que nos enloquece. Es algo cósmico, universal y espiritual.

Es normal que entre por mi ventana y mi cuerpo acaricia y sobaja. Siento su aliento en mis pechos y me pezones levanta. Mi respiración se altera cuando sarandea mis muslos con su dureza. Me agarra de la mano, me alienta a que se la palpe, sienta cuando dura y grande se siente. Me besa desde la frente hasta los labios donde mi flor la muy maldita en instantes florece y un mar entre mis piernas vuelve y aparece.

No logro decifrar a mi amante, no sé que el maldito me hace. Mi alma se excita ante su existencia.  Mi cuerpo transpira y responde a una quimera de enigmas a un ser que en físico desconoce. Mi amante, mi quimera, mi amor a complacencia, será nuestro misterio hasta que dejemos de existir en este planeta©️.

Keila M.
D.R.

Tranvía de MusasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora