¿Me lees?

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¿Me lees?

Eres él que le da vida a una palabra, tú que lees y revives las escenas en una remenbraza. ¿Realmente me lees? O más bien me sientes. Te imaginas que soy yo a quien le haces el amor en letras, a quien diriges tus orgasmos emocionales, un honor que sea a causa de mis letras.

Me lees...o mejor dicho me palpas, vuelves y me sientes. Soy la creadora de una fantasía escondida. La que te pasa un poco de corriente erótica ardiente. Sonará vulgar, pero me excita el saber que tu miembro por mi palpita, que sus venas al parecer brincan.

Das soplo de vida con cada leída, quien diría que la literatura se ha convertido en el estimulante que necesitas para activar  tu oxitocina. Te has vuelto cómplice de mis creaciones imaginativas. Aquí confirmamos que para excitarse hay más de mil teorías. Yo elijo esta inusual parafilia.

Te gusta lo sé, es por eso que amo este arte. Puedo a hombres y mujeres con intensas letras hacerlas enloquecer. Te autocomplaces, lo disfrutas y de eso pides que más te de. Con todo el gusto sigo creando una obra de arte esculpida en palabras. No soy una bestia que vomita letras y que lo llaman poeta. Mucho menos una dulce cayena que es poetisa, pero le encanta el erotismo y cree que pasa desapercibida. Yo soy escritora de la vida, del amor, del odio, de la melancolía y sobre todo del sexo sin pudor.

Tú que me lees sabes que con mis letras te pierdes y en ocasiones hasta te v¡€nes. Que en cada verso tu cuerpo se torna excitado y ardiente. No me mientas porque veo que siempre al leerme me dices que te encanta y te asombras. Que a las mujeres un manantial las desborda, en sus muslos se escurre y bien que me sientes. A mis hombres que sus v*rgas se inflan y lágrimas se les escurre al imagarme en esa letras correrme.

Tú me lees...sabrás que mis letras son cachondas, vulgares con elegancia, no hay mucho amor, menos preámbulos cada vez que mis personajes hacen lo que los románticos le llaman amor. Es un honor se parte de ese pequeño punto controvertible donde la moral social a leerme  rompes y ya no existe©.

Keila M.

D.R.

Tranvía de MusasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora