¿Y qué me gustaba más de él? Como me cogía desenfrenadamente, cuando me tomaba por las caderas era una conexión tan indescriptible. Mi cuerpo respondía a cada embestida de forma descontrolada, un océano renacía en mis piernas, cada entrada y salida de su firmeza traían una sintonía de fluidos mezclados por la excitación. Cada vez que me abría las piernas miraba detenidamente su labor y progreso. Aún recuerdo como el muy cabrθn se mordía los labios y hacía un chasquido, tras una lasciva caricia en mí. Me abría con sus largos dedos y uno de ellos recorría por el triangulo hinchado, brillante y con un detonador palpitante rogando ser atendido. Comentaba...
- Ufff, mi puta rica, veo que tu cuerpo responde adecuadamente a lo que le doy. Vamos, dime qué quieres...
Toda sonrojada y sin pudor tenía que pedir que por favor me penetrara y me hiciera suya. Me agarraba de mi quijada, apretaba y me ordenaba que se lo pidiera.
- Así me gusta. Colocaba ese gran sexo en mis mano y decía - acomódalo y entralo solita si quieres.
Bien que lo hacía sin pensar, acomodarlo y sentir como resbalaba. Como mis muros se dilataban y expandian al sentir cada centímetro. Sentía el deliniado de las venas de su v€rga, mis caderas se poseían en ella. Sentirlo, jugar con su paciencia, cambiando ritmos, baja lentamente y aferraba todo lo que podía, más y más ese hombre hacía que me moj@ra. Ese hombre y yo eramos dinamita en una noche caliente y despejada.
Habrá sido un perro con sus sentimientos, destrozó una tierna parte de mi esencia, se volvió un asesino de alma, pero ha sido el mejor amante que haya tenido. A veces nos separamos sentimentalmente de alguien, pero no físicamente. Es que dice que la piel es de quien lo eriza©.
Keila M.
D.R.
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Tranvía de Musas
RomanceEs un nuevo proyecto basado en mis relatos eróticos, reflexiones e intento de poesía. Llevo desde los 15 años amando las letras y plasmándolas en relatos, pensamientos y reflexiones. **ESCRITOS PROTEGIDOS POR DERECHOS DE AUTOR. REGISTRADOS EN EL DE...