Inverosímil declaración

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- Usted, usted me encanta. No lo quiero enamorar. Quiero cautivar su mente, apoderarme de sus más impuros deseos.

- Tu boca me fascinan, tus labios me encantan y tus otros labios nos matan a los dos. Yo degustando su sabor y tu disfrutando como los saboreo en mis labios.

- Señor usted me domina, hace de mi lo que desee y me puede poseer cuando usted y sólo usted quiere. Mi cuerpo está a su merced. Cada centímetro de él le corresponde a usted.

- Y tú, tú eres una delicia, tu sabor es exquisito. Tus fluidos son vitamina para mi falo. Es poesía ver como deslizas mi verga en tu sexo impregnado de tus jugos. Ese nectar que crea una sinfonía, un chasquido delicioso de nuestros sexos entregándose.

Y así mientras él estaba debajo de mi sexo, yo danzaba mis caderas en su lengua mientras con sus manos abría mi flor y comía de ella. Una chupada, una palabra, un beso, un gemido, un dedo recorriendo mi botón...En esa posición nos declaramos amantes Mi Señor y yo©.

Keila M.

Tranvía de MusasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora