Tranvía de Musas

Ámame a tu manera

Ámame a tu manera si eso prefieres, pero recuerdas a lo que te arriesgas.  Que mi cuerpo sea poseído por varios, que alguien consiga un engaño. Porque amar a tu manera es echarse en pozo del olvido a esperar almas en penas. Un amor negro, un amor incompleto sé que eso me espera. Házlo a tu manera, pero de mi no esperes respuesta certera.

Pasión en cenizas de extrañas llamas, que con el tiempo fueron recogidas por tus amantes en precarias cabañas. Está bien ámame, pero a tu manera.  Esa manera de que darlo todo no es suficiente. Que se amarga la vida, pero en tu sexo reviente mi vientre. Porque he aceptado ese pobre amor que tú me ofreces. Seré tu amante, una mujer que se debe esconder ante un perfil bajo, quien no puede nada reclamarte.

Ante mucha seré una denigrante, pero cuando estoy entre tu brazos me haces sentir grande. Terminar de hacer el amor es la peor parte. Cuando con un tierno beso tengo que tolerar ver marcharte. Comienza la ansiedad que sufrimos toda las que somos amantes. Los sentimientos se afloran y una sola pregunta brota; ¿Cuándo te volveré a ver? Lamentablemente es algo que con prontitud nunca me puedes responder.

Entonces hasta ahora puedo comprender parte del poema veinte. En el cual es dedicado a un amor ambivalente. Estar o no estar, decir adiós o comenzar. Sé que algún día me cansaré de este bendito litigio que vivo, cuando disputo con mis sentimientos y con mi consciente. En alejarte o seguir queriéndote. Fue mi decisión ser su mujer en el exilio, de amarlo a distancia y enamorarme en un globo de helio que al soltarlo no se sabe en donde llega su destino.

Ámame a tu manera y haber hasta donde durá este amor sin en un poema veinte con un final resiliente o me conformo aceptar ser tu amante hasta que por mi llegue la triste muerte y no hablo de la física, sino de la que se pierde en corazón y alma presente©.

Keila M.

D.R.