Tranvía de Musas

No sé

No sé que quieres, no tengo idea de como complacerte. Eres ese medio entre el infierno y el paraíso. Eres apasionado, me haces tuya todas la noche y cada vez que terminamos de hacer el amor me destruyes más. Sabes que mi cuerpo está a tus disposición, eres tan ambivalente y tan elocuente a la vez. No se si me entiendes, te explico:

Cada vez que ese hombre me besa, me roba el aliento, nunca he probado el sadismo, pero esto se acerca mucho. Sus caricias, sus manos tienen espinas, cuando acaricia mis pechos es como si una espina se enterara en mí y te juro que es un dolor que gusta. Su larga firmeza, en cada embestida quema mi vientre, cuando su dureza lagrimea es como un rocío que humecta mi flor abierta, la abre y lo refriega. Es tan pervertido que con sus grandes manos tocas y presionas mi botoncito para ver cuan resbaladizo está. Me das a probar de ti con tus dedos y por sólo ver tus ojos malditos en lujuria, los chupos, los lamo y los beso. Esa sonrisa de satisfacción, ¡vaya que es única!

No entiendo porque dices que soy complicada, siempre me discutes que no me entiendes, pero tras cada discusión tú lo solucionas en la cama. Que las mujeres somos un desastres, porque ustedes los hombres no han tratado entenderse ni ustedes mismo. Tanto que cuando se pierde el control remoto en vez de buscarlo se enojan. En vez de decir que muchos peleas por lo mismo, porqué no modificas lo que nos molesta.

Aprendí a entenderte o mejor dicho a seguirte la corriente. Crees que me tienes a tu complacencia y lo que no sabes es que te utilizo a mi conveniencia...©

Keila M.
D. R.