Tranvía de Musas

Conciencia Arrepentida

Conciencia arrepentida

Que hermosa se ve sonriente, parece vivir ese auge de una adolescente. Sus ojos ya no están hinchados, ya las noches no las dedica a ese hombre que al parecer fue su gran pecado.

Que segura se siente, al parecer es de estas mujeres resilientes. Ante tus ojos crees que la resilencia se le da muy bien, pero la verdad es nunca has sabido quién es quién. Detrás de esa seguridad tuvo que vivir una gran adversidad.

Ahora si te parece perfecta, ahora eres tú quien está pendiente de ella. Que ironía...ahora eres tú quien le ruega a ella. Que osadía de tan tirana conciencia que está arrepentida mendigando amor ese amor que algún día tuviste a manos llena.

Ahora nota que es una mujer sensual y que su figura esbelta a más de un hombre lo hace alucinar. La misma figura que críticaste por ella no haber sido como las demás. Que sarcástica tu conciencia ahora si acepta tu sensualidad la misma que rechazabas porque eso no era de damas, sino de una p*ta vulgar.

Ahora que ya sano sus heridas, regresas con la conciencia arrepentida y alma de dos cara vendida. Con lo que tal vez no contabas es que ella no quiere tus migajas, que ya desarmó tus viles trampas mal obradas. Que ya tus palabras son un intento de poema elaborado por un manco sin corazón.

Su amor propio la ha fortalecido, ya los hombres la miran y a ninguno les pasa desapercibidos. Que su sensualidad es altiva y ya no elige al azar; es más cautelosa toda una dama de armas tomar. Ya no se te ocurra llamar a la luna y preguntar por ella porque a ella también la usaste en un vago poema diciendo que la bajarías y aún sigue en el cielo esperando por ti la muy bendita.

Ten dignidad si conoces de donde se forja esa cualidad. Regresa por donde mismo viniste y déjala en paz. Recupera intacta tu consciencia, conversa con ella y dirle la verdad. Haz una nueva vida y déjala así como está, viviendo lo que ella siempre quería y tu nunca le pudiste dar, libertad...

Keila M.

D.R.