Tranvía de Musas

Confesión corta VII: Sacrilegio

Sentía la mirada de un hombre recorriendo mi cuerpo, contemplando como ardería en el mismisimo infierno. Un hombre inquieto que necesitaba liberar esa bestia pasional que lleva adentro. A dónde fue la mirada Santa, que se encierra en sus aposento. Reza y al terminar se masturba en silencio. No es algo que le pueda reclamar, porque para mi sólo es un simple mortal.

- Mia figiola no te dentengas y tua anima desahoga.

Relamí mis labios y continúe con aquella confesa blasfemia.

- Padre ha de pensar que soy una desvergonzada. Que merezco la peor de las penitencia. Porque disfruta plenamente de un hombre al que no le pertenezco. Deseo deja entre estas cuatro paredes todo mi confezo. ¡Ahhh padre! Yo siento que ese en cada estocada me roba cada vez más el aliento. Cabalgando en sus pliegues me siento libre, en su firmeza pierdo el aire. Mis rizos danzan al compás de mis caderas. Sus manos invaden mi espalda y sus dedos recorren mi columna como deleitando las pinceladas en una obra de arte griega.

Mi entrepierna por su virilidad se corre.

En esos tiempos de la eda media, la santa inquisición me tendría cruelmente en condena porque mi deseos s pecaminosos por una gruesa y venuda v€rga. Padre, padre ese hombre me da a beber de su simiente y yo, yo me la tomo como mi Merlot predilecto, cada noche después de las once. Su espesor lo saboreo y parte de él me lo exparso en mis pechos. La cara de ese hombre se queda en desasosiego al ver como de él bebo, disfruto y me lo saboreo.

El Padre exclamó

- ¡¡Hija!! (Mientra se percinaba)

Y continuó

- Ave Maria Purrissima, concepita senza peccato. Cómo osa decir que disfruta de esa manera de los deseos de la carne. El sexo hija se debe disfrutar sólo en el matrimonio.

Acomodo mi vestido subíendolo un poco mostrando mis muslos tersos, me despojo de mi velo y lo dejo caer lentamente por mis piernas ya cruzadas. Con mi mirada sensual y penetrante domina la atención del Padre Giovanni.

- Padre,¿ Adán y Eva se casaron antes de tener relaciones sexuales? En ninguna parte de la Biblia indica que si se casaron. No estoy justificando mia pecatto, pero ellos disfrutaron del sexo antes de que se creara la primera Constitución de los seres humanos. El clítoris para que la mujer lo tiene de adorno...¡ja! No me haga reír.

El Padre me miraba de manera incómoda, sin palabra y algo aturdido. Eso me hace sonrojar.

- Disculpe Padre, pero no es mi intención faltarle el respeto.

Me arrodillo ante él y beso su mano. Allí entre medio de sus piernas pude ver una leve firmeza. Hago que no vi esa natural rareza. Me aferro a su pierna y poso mi cabeza en su rodilla. Él tiernamente mi melena acaricia y descuidamente un dedo por mis labios desliza. Lo beso y vuelvo a pedir perdón.

- Padre, no ha sentido la necesidad de estar con una mujer , tantear sus senos, invadir su mano en su vulva y sentir la viscosidad de sus fluidos en sus dedos.

El Padre carraspea y un ronquido NO surgió. Me levanto y agarro su mano. Continuo dialogando

- Sienta Padre, el calor y la humedad.

El padre con miedo se dejó llevar, ella echó su tanga empapada a un lado y dejó que él la hurgara. Él transpirado lo hizo, sobajó mi clítoris y con su otra mano apretaba mi pecho derecho.  Subí una pierna y coloqué mi pie en su rodilla para  darle más acceso...©

Keila M.

D.R.

Continuará...