Tranvía de Musas

Tu mi mal amante

Tú, mi mal amante

Recuerdo una noche de copas, me encontraba sin bragas, sólo un sostén casi a medio torso. Yo, cabalgando encima de ti, jamás he practicado la necrofilia hasta que me tocó tener sexo contigo. Al menos sabes que de un muerto no puedes esperar nada, porque no hay vida ahí, en tus venas corre sangre por cuestión de anatomía solamente. Tu pelvis inmóvil se me asemeja a un adorno más en la casa, contigo no he descubierto esa sensación de frío o calor. Es como tratar de comer una sopa tibia y sin sabor. No conoces la pasión, la desesperación de macho alfa para cθg3rt3 a tremendo mujeron. En otras manos ya hubiera sentido la adrenalina de un ciclón.

Al tener tu miembro en mis labios, estos sensuales labios los cuales son tentaciones para cualquier c@brθn pecador. Que cualquier otro se derrocharía en mi boca, follaría como si fuera un estigma, sin embargo tú, por una cerveza y media copa de licor fueron detonadores para una "firmeza" algo blanda y con un espuma sin espesor. Tus caricias, tus benditas caricias...no saben tocar a este mujeron, no se si por avaricia, pero carecían de picardía y lascivia. En un momento me hago un Congo para hacerme caso de tu situación, no podía creer que tan famosos cabr°n era como un político lleno de promesas y pura desolación. Aceité mis piernas, nalgas, tetas y caderas para darte una mejor impresión. Te empezaste a quejar de que resbalaba y no te dejaba penetrar, fue tu excusa para entrar en lo que nunca habías conocido. Una mujer dispuesta a todo, abierta a tu disposición. Es que el hombre no es hombre porque carezca de memoria para hablar de una mujer, el hombre es hombre cuando le demuestra a esa mujer quien es el cazador y quien siempre será la presa. En el sexo eso es permitido, pero que pasa cuando la oveja, sales más v3rg°as que un intento de gatito en evolución de lobo feroz.

La noche prosiguió...como un enigma médico, esto seguía sin sentido y con resultados poco alentador. Por primera vez supe que la v3rg° es nada, si no sabes como usarla. Que las manos son brutas, cuando las rozas en la zona equivocada. Que los dedos maltratan al punto de ebullición de una put° en la cama cuando en vez de placer parace que escarbas un cebolla con muchas escamas. ¿Quién dijo que se rasguñaba? Ese botón es para lamer, frotar, chupar y hasta un poco lo puedes jalar. Tú, mi mal amante, es que no se si es mejor mi consolador o tu machismo intento de cog3dor. Mi cabello estaba suelto, mis nalgas aceitadas, mis pezones erectos y yo, en pose de gata.  Mi vulv° medio hinchada, porque lograste mantener la v3rg@ parada y mi flor la usaste sin estar hidratada. ¿A caso no sabes que con saliva y fe todo pasa? ¿Dónde quedó tu ímpetu de macho alfa al que todas alardeabas?

Descubrí que no sólo los muebles forman parte de la casa. Es que si te colocó unos cojines y una lámparas haces combinación con mi pared color Ámbar. Hice mi último intento, me coloqué en la orilla de la cama, siempre dijiste que te gustaban mis piernas. La apoyé en tus hombros, comenzaste a decender hasta mis alas sagradas. Todo iba más o menos bien o eso aparentabas, hasta que me diste placer con la lengua curbiada pensabas que yo era un pluma y no una papaya. Me lograste incomodar y sólo me bastó una mirada para que pararás. Al final resultaste ser sólo una falasia mal intencionada. Maldito anuncios engañosos que te cautivan con una portada.

Otro frustado intento, me acordé cuando me dijiste

- Mami, me encantas tanto como para pegarte a la pared, agarrarte de esas piernota y llenarte de mi sexo con fervor y placer.

Te agarré de la mano y dije, vamos a ver. Pudiste con mis piernas, me pagaste a la pared, tu media dureza a medio entraba y en espera de sentir aunque sea la punta de tu tallo a medio crecer. Suspiré hondo y me bajé. Ya me sentía desesperada, no excitada y con ganas de salir a escribir este escrito para él. Sin haber intentado nada pude ver como a penas su s3m3n brotaba y ya con eso su placer mermaba.

- ¿Qué tal, estuvo bien no? Espera y vamos al siguiente? 

- ¿Qué, qué tal estuvo?  He reflexionado, sí, porque hasta tiempo me dio para hacerlo en cada intento. Te informo que me compadezco de las prostitutas. Porque si yo fuera una de ellas en estos momentos, te hubiera salido muy cara este trágico intento de sexo. Debe ser difícil integrar hacer algo con un inexperto  Me dices que si espero al siguiente, ¿otra tortura más? No gracias, con una pésima mal cogida creo que es suficiente. Además, temo que te puedas desgastar esforzándose tanto para nada. La similitud que pueda tener la Santa Inquisición y tú, es que se esmeraron tanto para durar tan poco. Que al final todo ese trabajo no valió nada.

Tomé mis cosas, me vestí y un cuerpo sin alma quedó tendido en una cama. Con su orgullo herido y con un alma que divagaba. Es que si algo aprendí es, que si los hombres se pueden quejar de una dama en la cama, nosotras podemos hacer lo mismo y hasta ser más malvadas...no me conformo con ser homiga que se alimenta de migajas. En este terreno soy como un lobo que logra cautivarte y hasta excitarte con tan sólo una mirada.

K.M.