『STILL AS EVER: NEVER ENOUGH ║ Tom Riddle』 》Precuela

Capítulo 22 ~ Knowing me, knowing you

Vianey sacó su guitarra del baúl y le hizo el hechizo de ampliación para poder transportarla a la vista de todos. Salió de la Sala Común de Slytherin y caminó por los pasillos de Hogwarts, ya habían pasado un par de semanas de clases en las que no se vio que Parkinson quisiera vengarse; tal vez la humillación que obtuvo y el posterior rechazo de varios alumnos le sirvió de lección en algo, ya que la gran mayoría de Hogwarts le dio la espalda luego de presenciar aquella bofetada que le dio a la franco-austriaca.

La rubia continuó su camino hasta llegar cerca del lago negro, en donde se sentó tranquilamente y, antes de afinar su guitarra, buscó entre su ropa para encontrar su cajetilla de cigarros Pall Mall, sacó uno, apretó con sus dedos el Click que le daba el sabor a Berries y lo introdujo en su boca para, después, tomar un encendedor de color calipso y prenderlo. 
Aspiró el humo y cerró sus ojos, al soltarlo, dejó el cigarro entre sus dedos de la mano derecha para luego comenzar a afinar la guitarra; su audición era muy buena, podía percibir incluso cuando una cuerda quedaba a una milésima de estar afinada al cien.

El Durmstrang rubio la observaba unos metros más allá, Dimitar Aleksandrov, su amigo búlgaro, le alentaba en susurros a que se animara a ir a su encuentro.

ㅡPor favor, te gusta, la has estado observando desde lejos y sé que incluso te has puesto de acuerdo con Krum para visitar la biblioteca y mirarlas a ella y a su amiga leona ㅡDimitar le dio un pequeño golpe en el hombro-. ¡Vamos hombre!

El rubio suspiró nervioso asintiendo con su cabeza y se acercó a la chica, la escuchó afinar su guitarra y la rodeó para posicionarse frente a ella, observó su mano en donde tenía el cigarro.

ㅡEntschuldige mich, Frau (Discúlpame) ㅡse aclaró la garganta al ver que la chica subía su vista para poder observarlo-. Yo... Quería saber si podrías darme un cigarro...

El rubio estaba nervioso, lo cual era raro sabiendo que en su hogar siempre rompía los corazones de muchas mujeres; pero esta vez algo era diferente, la chica tal vez tenía un aura que lo debilitaba.

ㅡNatürlich (Por supuesto) ㅡrespondió la ojivioleta mientras le extendía su cajetilla y su encendedor.

ㅡHablas alemán ㅡmurmuró sorprendido el chico mientras tomaba un cigarro y, posteriormente, lo encendía. Vianey pudo notar que las manos de él temblaban levemente.

ㅡCreí que los de Durmstrang soportaban mejor el frío del Reino Unido ㅡsoltó con una sonrisa picarona. El rubio bajó la vista a su mano cuando le devolvió el encendedor y notó mejor a qué se refería la chica.

ㅡMe temo que no es por el frío, Frau.

Vianey sonrió al comprender la situación, para después hacerle una señal de que se sentara junto a ella, dejó la guitarra a un lado y estiró su mano con la intención de estrechar la contraria.

ㅡMein name ist Vianey Jung (Mi nombre es Vianey Jung).

ㅡRoderich Karsten ㅡel alemán tomó la mano de la rubia y depositó un beso en su dorso como siempre lo hacía en las otras chicas. Esperó un sonrojo y la timidez en Vianey, pero por el contrario, ésta se limitó a sonreír arqueando una ceja-. Dir zu dienen (para servirle).

ㅡIst es immer so oder erst, wenn er vor jemand ähnlichen Vorfahren erscheint? (¿Siempre es así o solamente cuando se presenta ante alguien de ascendencia similar a la suya?)

Roderich aclaró su garganta avergonzado y aspiró un poco de su cigarro al igual que ella, aprovechó de mirarla ahora que la tenía más cerca: Su piel era blanca, sus labios lucían suavemente un brillo, su mejilla izquierda resaltaba un pequeño lunar y sus ojos... Sus ojos eran lo que a él más le cautivaban, eran de color violeta, de esos que sólo puedes encontrar en Elizabeth Taylor. El cabello rubio de la chica caía por sobre sus hombros, era brillante y sedoso.