Capítulo 13 ~ Rock you like a hurricane

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ㅡ¡Esta no es tu clase! ㅡun grito detrás de ella la hizo voltear de una forma calmada-. Tú no escogiste Cuidado de las Criaturas Mágicas.

ㅡNo, ¿y? ㅡVianey se cruzó de brazos-. Relájate Prince, sólo vine a ver qué tal es ㅡel rubio relajó un poco sus expresiones.

La chica se había aflojado un poco la corbata y había colocado un par de flores en su cabello antes de continuar su camino, se reunió con Hermione mientras se acercaban a Hagrid, quien los guió hasta un gran hipogrifo llamado BuckBeak.

ㅡHagrid, ¿es seguro? ㅡpreguntó la rubia con curiosidad.

ㅡPuedes subirte si quieres, pequeña.

Vianey comenzó a acercarse lentamente a BuckBeak, Hagrid estaba atento a cada movimiento de ambos y le iba indicando a la rubia cómo actuar. La austriaca al estar a cierta distancia, tomó con su mano izquierda parte de su túnica y la estiró a medida que se iba inclinando, asemejando a un vestido; también su mano derecha la colocó a la altura de su pecho con sus dedos índice y medio levantados con sutileza y elegancia. Aquella reverencia era similar a una que daría María Antonieta.
Apenas el Hipogrifo le correspondió, la chica se subió en su lomo y emprendió vuelo por los terrenos del castillo; cuando pasaron por el Lago Negro, la chica abrió los brazos y gritó con felicidad.

ㅡ¡Esto es como en la película de Titanic! ㅡgritó la rubia-. ¡Soy dueña del mundo! ¡Woohoo!

Vianey disfrutó aquel vuelo sobre esa criatura, se sintió libre, sin preocupaciones. Apenas regresó, bajó y le agradeció a Hagrid.

ㅡBueno, ¿quién quiere subir?

Todos los estudiantes dieron un paso atrás, dejando a Harry como "voluntario". La sensación del chico fue la misma que Vianey, pero apenas regresó, Draco se acercó al BuckBeak de forma arrogante, lo cual provocó que el Hipogrifo se levantara en sus patas y le diera un pequeño golpe en el brazo al rubio.

ㅡ¡Me lastimó! ¡Moriré! ㅡgritaba Draco aprovechando que tenía la atención de Vianey en él, aunque no de una manera tan positiva como él esperaba.

En la enfermería, Vianey se dedicó a llamarle la atención a Malfoy, el chico debía cambiar aquella actitud en algún momento, ¿no?

ㅡ¿Me estás prestando atención?

ㅡQué linda eres al preocuparte por mí, Vianny ㅡDraco la miraba embobado, ya que estaban ambos a solas en la enfermería y la chica estaba sentada en la orilla de la cama, cercana a él.

ㅡ¿Escuchaste algo siquiera? ㅡrepitió la rubia en un murmullo cansado.

ㅡ¡Por supuesto! Dijiste que yo te preocupaba ㅡrespondió Malfoy con una sonrisa tonta en su rostro.

ㅡEso lo mencioné cuando Hagrid te trajo a la enfermería, pasó hace dos horas, Prince...

ㅡ¿Te dije que no me canso de que me digas Prince?

Vianey suspiró y colocó su mano en la frente del chico, luego le tomó la cabeza y le revisó en busca de alguna herida o hematoma; pero no halló nada.

ㅡ¿BuckBeak te golpeó en la cabeza o en el brazo? ㅡAnte esto, Draco simplemente se encogió de hombros-. Da igual. Cambiando de tema, supe que habrán audiciones para Quidditch, planeaba postular allí junto a Atenea.

ㅡ¿Al Quidditch? Es peligroso para tí, Princesa.

Francamente, querido, me importa un bledo ㅡrespondió Vianey citando a Rhett Butler, un personaje literario que la había enamorado aquel verano junto a Hermione.

Pasando algunos días, la audición llegó para el equipo de Slytherin, Fred le había prestado su escoba a la rubia para que pudiese realizarla con tranquilidad, Atenea iba en busca del puesto de Cazadora y Vianey de Golpeadora. La rubia se había colocado el suéter verde y plata, debajo de este llevaba una camiseta negra que se ceñía a su cuerpo, utilizaba también los pantalones del uniforme, los cuales marcaban sus caderas.

Cuando la audición dio inicio, la chica voló hasta su posición con la escoba y, con decisión y facilidad, pudo golpear la bludger; llamando la atención del capitán de Slytherin, de Draco Malfoy y de Oliver Wood, quien había ido a ver las audiciones de Slytherin para captar contra quiénes competirían en aquella temporada.
Finalizadas las pruebas para el equipo, Vianey bajó de la escoba y abrazó a su amiga Atenea; ambas estaban cansadas y acaloradas, y la rubia aprovechó aquel momento para sacarse el suéter y quedarse simplemente con la camiseta negra. Las miradas de parte de sus compañeros de casa no se hicieron esperar, no importaba de qué año fuesen, observaban la figura de la chica, quien estaba a unos días de cumplir 13.

Vianey no les tomó importancia y se fue a las duchas, ya que ella al tener la mentalidad del siglo XXI sentía que podía usar lo que ella quisiera cuando, donde y como ella quisiera; no faltaron aquellos chicos de otras casas que la observaban con notorios sonrojos en sus rostros mientras ella caminaba hacia las mazmorras.

ㅡLo bueno es que demostramos ser mejores que los demás ㅡhabló Atenea mientras preparaba sus cosas para ducharse.

ㅡLo raro es que dejen a una Traidora de la Sangre unirse al equipo, sería una deshonra ㅡPansy Parkinson entró a la habitación observando de mala gana a la rubia, quien se hallaba en su cama con su ropa casual y su cabello mojado después de la ducha.

Pansy aquel año había llegado a Hogwarts con su cabello corto hasta por encima de los hombros, ya que Vianey en segundo año llevaba el cabello de esa manera y, por su belleza, llamó la atención de casi todos los chicos. Es por esto que Parkinson quiso imitarla llevando el mismo corte que ella, aunque no contó con que la austriaca se lo dejaría crecer y que no iba en su corte de cabello la sensación que ella causaba.

ㅡYa, ¿y en qué afecta eso a tu vida? ㅡresponde Vianey con una ceja alzada.

ㅡEres una deshonra para esta casa, no sabes respetar los ideales de la pureza de nuestra sangre ni la superioridad; tan solo eres una mestiza ㅡla chica sonrió burlesca-. ¡Ja! Cuánto apostamos a que no quedas en el equipo de Quidditch.

ㅡApuesta todo tu maldito dinero y tu poca dignidad, Pansy ㅡla rubia se levantó tomando su guitarra acústica, la cual tenía sobre su cama-. Apuesta todo lo que quieras, cuando me veas arriba de la escoba, en lo alto y golpeando la bludger como si golpeara tu rostro, sabrás lo humillada que quedaste ante mí. Este año seré yo la que brille en el equipo de Slytherin.

ㅡ¡Boom, bitch! ㅡexclamó Atenea al oír aquella respuesta.

Vianey dejó a Parkinson con las palabras en la boca y salió de la habitación en dirección al patio.

"Así me gusta"
Sintió una voz masculina en su cabeza, lo cual le provocó una pequeña sonrisa inocente, sabía que aquella voz la había oído antes y recordó de inmediato su sueño con la voz de Riddle a finales de su segundo año.

La chica se sentó en el suelo a los pies de un árbol y comenzó a arpegiar en la guitarra, a medida que iba cantando y tocando el instrumento, algunos estudiantes se fueron acercando de a poco para poder escucharla. Vianey sonrió a medida que continuaba con aquel pequeño "concierto" frente a varios chicos y chicas del colegio.

『STILL AS EVER: NEVER ENOUGH ║ Tom Riddle』 》PrecuelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora