『STILL AS EVER: NEVER ENOUGH ║ Tom Riddle』 》Precuela

Capítulo 39 ~ El baile de los que sobran

Ella sabía que el Ejército de Dumbledore debía fundarse en octubre, pero ya era inicios de noviembre y aún no sucedía el reclutamiento oficial. Caminó hasta la Sala Común de Slytherin y observó aquella cabellera castaña que la esperaba pacientemente en la entrada, soportando algunas miradas de desagrado de parte de algunas serpientes; se le acercó con tranquilidad y la llamó provocando que la chica se sobresaltara levemente.

—¿Qué haces aquí en las mazmorras? —preguntó Vianey pasando su brazo por los hombros de su amiga y dándole una mirada de reojo a unos chicos de tercer año que habían mirado mal a la leona, logrando que estos bajaran su vista algo intimidados por la rubia.

—Quería comentarte una idea que tengo, pero necesito tus conocimientos futuristas.

"Que sea el E.D, que sea el E.D" pensaba Vianey esperanzada, ambas chicas caminaron hasta un lugar apartado para que Hermione pudiese hablar con tranquilidad.

—Estuve pensando mejor en el hecho de que no estamos aprendiendo nada con Umbridge, no sabemos defendernos y ambas tenemos conocimiento de que "Quien-tú-sabes" está de regreso, por lo que obviamente intentará atacar y estaremos indefensos —murmuraba la castaña.

—Puedo sentir perfectamente tu frustración —Vianey le tomó la mano a su amiga para darle ánimos de continuar-. ¿Entonces?

—Pensaba en que creásemos algún club para poder estudiar Defensa Contra las Artes Oscuras.

—¡Al fin! —soltó la rubia sobresaltando a Hermione, pero se calmó rápidamente-. Lo siento, te estabas tardando en crearlo.

Hermione le contó mejor algunos detalles de lo que tenía en mente, mientras Vianey le complementó de su conocimiento del futuro sobre cómo podrían funcionar clandestinamente y, si todo resultaba bien, podrían permanecer más tiempo escondidos de los ojos de Umbridge. Teniendo todo listo, planificaron juntar a las personas necesarias para el reclutamiento para el día siguiente en la salida de Hogsmade.

—¿Qué haremos con la Brigada Inquisitorial? 

—Déjamelo a mi, tengo a alguien que podrá ayudarnos.

—¿Draco Malfoy? —susurró Hermione a modo de chisme-. Es más que obvio que estará de tu lado, has sido su amor imposible desde que llegaste al colegio.

Vianey cerró los ojos un instante sintiéndose levemente incómoda y culpable, siempre supo de los sentimientos de Draco hacia ella, pero se sentía de aquel modo por no poder corresponderle como él quisiera y recordar que era el amor imposible del rubio simplemente provocaba su interior encogerse.

—¿No lo sabías acaso?

—Por supuesto que lo sabía, él nunca ha sido discreto.

—¿Entonces cuál es el problema?

—Me hace sentir mal —susurró luego de mirar a su alrededor y encender un cigarro que había sacado de entre sus ropas, aunque le alcanzó a dar sólo una calada porque Hermione se lo apagó al instante-. No puedo corresponderle como espera, además que ya ha sido testigo de mi relación con Oliver y después con Roderich.

—Malfoy no es de mi agrado y lo sabes, pero... —se quedó pensativa unos segundos-. ¿Por qué no le das una pequeña oportunidad para saber cómo resultaría todo? Tal vez sirva para aclarar mejor los sentimientos de ambos.

—No quiero darle falsas ilusiones, Herms —suspiró la rubia-. Soy un alma demasiado libre para estar en una relación formal, no quiero que se haga ilusiones con alguien que no puede asentarse en un solo lugar.

—Tengo esa leve intuición de que algún día podrás dejar de ser nómada y encontrar tu hogar junto con alguien —respondió Hermione con una leve sonrisa ladina antes de levantarse y tomarla del brazo para llevarla al comedor.