Capítulo 5 ~ The Rising Sun

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ㅡ¡Hermione! ㅡVianey corría por los pasillos siguiendo a la castaña-. Hermione, espera... ㅡapenas le tocó el hombro, la chica volteó a ver a la rubia, quien respiraba de forma agitada.

ㅡVianey...ㅡla Gryffindor esperó a que la contraria pausara su respiración, mirando constantemente a los lados un tanto preocupada.

ㅡNo me has saludado en todo el día, ¿qué ocurre?

ㅡVianey, no es momento... Emm, y además no creo que sea correcto hablarnos ㅡHermione hablaba atropelladamente.

ㅡ¿Por qué? ㅡla chica rubia subió su vista sorprendida.

ㅡEres una Slytherin, y los Slytherins no se mezclan con Gryffindors, no es correcto ni es bien visto ㅡGranger abrazó a su libro mientras observaba cómo los ojos violetas de la contraria comenzaban a aguarse.

ㅡPero en el tren me prometiste ser mi amiga sin importar la casa en la que quedara.

ㅡHermione, aquí estás ㅡun chico con gafas apareció por detrás de la castaña junto a un pelirrojo; la austríaca pudo reconocer fácilmente que eran Ron Weasley y Harry Potter.

ㅡ¿Qué haces con la amiga de Malfoy? ¿Te está molestando? ㅡdijo Ron sacando su varita rota.

ㅡ¿Por qué piensan que soy mala? ¿Es por mi nueva casa? ㅡVianey mantuvo un leve puchero en su labio inferior, sentía que su oportunidad de hacer amigos se iba por la borda-. Hermione yo solo quería ser tu amiga como me dijiste en el tren, pero bueno... No puedo seguir insistiendo, entschuldigung (disculpen).

Vianey, después de excusarse en alemán -su idioma natal-, continuó su camino intentando buscar a Malfoy o a Crabbe y Goyle para despejarse de aquella "humillación". El trío de oro observaba con curiosidad cómo caminaba la chica austríaca y Hermione comenzó a sentir un poco pesada su conciencia.

ㅡ¿Qué fue lo que dijo? ㅡRon seguía confundido por la extraña palabra.

Enshudiun, o algo así ㅡHarry intentó pronunciar aquella palabra sin muchos resultados.

ㅡDebe ser una disculpa en su idioma natal ㅡrespondió Hermione, pero al ver la duda en los rostros de sus amigos rodó los ojos-. Ella es de Austria, su idioma natal es el alemán.

ㅡAhh, ¿y qué quería contigo? ㅡRon jugueteaba ahora con su varita rota.

ㅡQuería ser mi amiga... Nos conocimos ayer en el Expreso Hogwarts, ella se veía agradable y era lectora como yo. Estaba esperando su selección con ansias ㅡla castaña suspiró sin despegar su vista del pasillo en donde la rubia se había perdido hacía varios minutos atrás-. Le prometí ser su amiga sin importar la casa en la que quedara, pero al ser de Slytherin...

ㅡEs amiga de Malfoy, de seguro tendrá la mala influencia ㅡHarry colocó su mano en el hombro de su amiga para que continuaran con su camino.

Vianey Jung caminaba por el castillo y subió a la torre de astronomía, estaba buscando un lugar tranquilo para desahogarse; con su varita le quitó el diminuendo a una flauta traversa que traía en su túnica y se dispuso a tocar diversas notas al azar creando una melodía propia en el instante.
La rubia estuvo ejecutando su instrumento sin darse cuenta de que algunas lágrimas caían de sus ojos violetas empañados, permaneció en la torre hasta llegada la hora del almuerzo; se limpió el rostro con la manga de su túnica y se dirigió al Gran Comedor, en donde se topó con Draco, Crabbe y Goyle.

ㅡAl fin llegas, Vianny ㅡDraco apartó a una niña de primer año que estaba sentada a su lado con un empujón y le dejó libre el puesto a la austríaca-. Te estaba esperando y... ¿Uh? ¿Qué pasó?

Malfoy se dio cuenta de la nariz y los ojos enrojecidos de Vianey y se aproximó un poco más a su rostro para observarla mejor, suavemente pasó sus dedos para limpiar el pequeño rastro de la última lágrima que quedaba en la mejilla de la chica, provocando varias miradas celosas de parte de algunas Slytherins.

ㅡ¿Quién te hizo esto? ㅡGoyle se encontraba serio, mientras que Crabbe tomó el plato de la chica para él mismo colocar los alimentos, prepararle "su almuerzo" y servirle jugo de calabaza para que ella bebiera y se despejara.
Desde la mesa de en frente, Hermione y Harry observaban la escena sorprendidos y con culpa por parte de la chica, nunca habían visto a Malfoy actuar así frente a alguien que no fuera él mismo. El rubio no tardó en posar sus ojos grises en la mesa de los leones y descubrir a San Potter y a la castaña observando, supo de inmediato que algo habían tenido que ver.

ㅡYa me las pagarán esos dos ㅡmusitó para sí mismo y volteó a ver a la ojivioleta, quien con desgano comía su almuerzo-. ¿Qué te hicieron?

ㅡNo es nada, en serio ㅡmintió Vianey, lo último que quería eran problemas-. Simplemente fue nostalgia, eso es todo...

ㅡ¿Estás segura? ㅡmurmuró Crabbe con preocupación.

ㅡSí, tranquilos ㅡla austríaca esbozó una pequeña sonrisa que, a pesar de haber llorado recién, se mostró sincera y cálida; sin mencionar la "sonrisa de ojos" que también poseía y que dejaría con un leve sonrojo a Draco y a varios chicos más de Slytherin de segundo y tercer año que la vieron hacer aquella expresión.

Llegando a las demás clases, Vianey tuvo la suerte de compartirlas con Ravenclaw o Hufflepuff, resultando así el no toparse con el "Trío de oro" por todo el resto de la tarde.

Llegada la noche, en la sala común se reunió con sus tres amigos a charlar un poco y a despejarse de lo que le había ocurrido aquel día.

ㅡ¿Puedes tocar ese instrumento que traías en tus manos a la hora del almuerzo? ㅡpidió Goyle mientras observaba lleno de curiosidad cómo la chica sacaba de su túnica la flauta traversa y la armaba frente a sus ojos.

ㅡ¿Qué quieren que ejecute? ㅡVianey les dedicó una pequeña "sonrisa de ojos" mientras posicionaba la flauta rozando sus rosados labios.

ㅡLo que tú quieras, Vianny ㅡhabló Draco mientras se recostaba en el sillón como si fuera un príncipe.

ㅡ¿Siempre eres así? ㅡpreguntó la rubia separando un poco la flauta de sus labios-. Así como si fueras un príncipe o un noble de la realeza británica...

ㅡSuelo ser así siempre.

ㅡEntonces ya tengo un apodo que combina perfecto contigo ㅡDraco observaba a la extranjera con curiosidad, le tentaba saber que tendría un apodo sólo para él-. Improvisaré entonces, Prince.

Vianey acercó la boquilla de la flauta a sus labios dedicándole una mirada al rubio, que éste no supo interpretar, y comenzó a tocar una suave melodía; la austríaca iba grabando las notas en su cabeza, al igual que Mozart lo hizo alguna vez, ella podía reproducir de manera exacta una pieza con sólo oírla una vez en su vida. La flauta de Vianey fue lo último que sonó antes de despedirse para ir a descansar y "Prince" fue lo último en lo que Draco pensó al cerrar sus ojos.

『STILL AS EVER: NEVER ENOUGH ║ Tom Riddle』 》PrecuelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora