『STILL AS EVER: NEVER ENOUGH ║ Tom Riddle』 》Precuela

Capítulo 43∮ ~ Blow Off

Año 1943

De camino al orfanato, Tom iba pensando en todo lo que había hecho aquel verano durante su estadía en Little Hangleton, recordando de forma especial todo aquello que averiguó sobre su madre en la choza de los Gaunt y evitando pensar en todo momento con respectobal incidente en la mansión.
Mientras recordaba lo que Morfin había dicho sobre Mérope y las reliquias que había descubierto, observaba el pequeño retrato que traía entre sus manos, en el que se apreciaba su madre con su cabello largo y ligeramente enmarañado con pequeñas trenzas, su contextura delgada y sus ojos grandes. Tom dedujo que aquella fotografía debieron de tomarla no tan lejos de la fecha en que se escapó de casa con su padre, ya que, según Morfin, el retrato venía entre las cosas que llegaron a la choza por correo mágico un par de días antes de que la mujer diera a luz.

El chico se bajó del transporte con su maleta en mano y observó un par de segundos aquel lúgubre lugar llamado Orfanato de Wool sin poder reprimir un escalofrío que le recorrió la columna; tragó en seco antes de adentrarse a ese horrible lugar en que había vivido toda su vida. No importaba cuántas veces regresara y cuán fuerte aparentara ser, el Orfanato siempre le provocaba los mismos sentimientos e inquietudes.

Apenas se encerró en su cuarto, Nagini salió de su escondite a recibirlo, reptando hasta subir al colchón de la cama y posándose sobre el abdomen del pelinegro, quien soltó un suspiro y con su mano derecha acarició la cabeza de la serpiente.

ㅡMe alegra que haya vuelto, amo ㅡsiseó Nagini-. ¿Qué tal le fue con sus planes?

ㅡNo podría decir que fue un absoluto éxito, pero tampoco fallé ㅡTom soltó un suspiro y blanqueó por un segundo sus ojos antes de cerrarlos-. Perdí el control e hice algo que, si bien no me arrepiento, todavía siento una incomodidad dentro mio.

ㅡ¿Culpa?

Riddle no respondió, no se encontraba seguro de si era culpa o no ese sentimiento que lo embargaba; sólo recordaba las constantes pesadillas que tuvo los días siguientes al suceso al que se refería.

Pasada la hora del almuerzo en el orfanato, el pelinegro decidió salir a leer bajo uno de los pocos árboles del lugar, el cual, a diferencia del año anterior, tenía la corteza mucho más seca y sus hojas ya estaban comenzando a cambiar de color. Claro, se acercaba Septiembre.

Un suave viento corrió en el momento en el que Tom estaba leyendo un libro que se había traído desde la choza de los Gaunt y que había pertenecido a su familia por generaciones; pero la calma del momento no duraría por mucho tiempo, ya que pronto sintió unas graves risas que se aproximaban. No necesitó levantar la vista para saber que se trataba de Billy Stubbs y sus amigos.

ㅡVaya, vaya ㅡTom vio por el rabillo de su ojo que se detuvieron alrededor suyo, por lo que pretendió no estar escuchándoles-. Miren quién se ha animado a regresar.

ㅡ¡Es Tom Riddle, señores! ㅡrespondió uno de los chicos con burla.

ㅡMuchas lunas sin ti... ㅡrió Billy agachándose a su lado. Al ver que Tom no le prestaba atención, se molestó y golpeó el libro lanzándolo lejos-. ¡Quiero que me mires cuando te hablo!

Uno de los amigos de Billy se agachó también para agarrarle el cabello al pelinegro, obligándole a subir la mirada hacia el chico de cabellos castaño ceniza. Stubbs colocó su mano en el cuello del chico ejerciendo algo de presión, Tom pudo observar cómo en el rostro de su atacante se formaba una sonrisa ladina que se fue transformando en una mueca de desagrado.

ㅡCreo que no puede haber un ser más bajo que tú.

ㅡ¿Vienes a molestarme... porque sigues recordando a tu maldito conejo? ㅡrespondió apenas Riddle soltando un pequeño siseo al sentir que el otro chico le tiraba más el cabello y, por ende, la cabeza hacia atrás.