¡Ey! ¡Tú! ¡Hola, Soy Homicidal Bloody! Pero puedes llamarme Bloody.
Este libro contiene 200 capítulos completos y actualmente está en edición.
Y si tú crees que yo escribo algo cliché, créeme. No lo verás JAMÁS en mi libro, intenta darme un pedido c...
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En la época en la que vivíamos los humanos era demasiado complicada. Los Ángeles Terrenales no habían vuelto a pisar la tierra en nuevas encarnaciones porque ya sabían lo que se les avecinaba si un mortal los descubría. Miles de experimentos y tortitas de día y noche para probar la diferencia del alma y la energía de cada uno.
Los Ángeles nos habían abandonado. Y con razón, los humanos somos unos idiotas si pensamos que aplastando y arrasando con todo podremos conseguir algo mayor. Cuando lograremos mejores frutos si nos unimos entre sí. A veces pienso es nuestra capacidad de razonamiento es sólo una estupidez, hemos destruído y perdido mucho; y aún continuamos haciendo lo mismo.
Miré por el alargado cristal del ventanal que dejaba observar una habitación blanca de lo más amplia con apenas una camilla, lavado y un retrete al fondo. Observando inmutable con mi bata blanca de científico con mis brazos detrás de mi espalda. Supervisando al cuerpo cubierto por una suave y fina tela blanca al cuerpo sobre la camilla. Dormido.
—Min, mira esto. —le llamó un compañero. Él volteó hacia el castaño frente a una pantalla táctil. Caminó unos pasos hasta colocarse detrás del chico que estaba sentado.—¿Ves esa energía que desprende su cuerpo?
—Esa no es su aura. —confirmó YoonGi al ver la densidad de la nube que cubría al cuerpo dormido. Naturalmente eran mucho más suaves y dispersas hasta unos cincuenta centímetros alejados de su cuerpo.—¿Crees que esté por volver al cielo?
—No, sus niveles están muy bien. Y sus alas siguen en su lugar. —señaló el par de alas blancas que se divisaban con dificultad ente la nube que lo cubría.—¿Las viste? Son preciosas.
La puerta metálica donde se encontraban se abrió con fuerza provocando que los dos sujetos se voltearan hacia el causante del estruendo. Los miró a ambos con pánico y mucha sorpresa. Estaba agotado y se notaba que había corrido un tramo.
—YoonGi, el médium. —habló NamJoon.—Tienes que ver esto.
YoonGi salió corriendo persiguiendo muy de cerca a Kim quién estaba a cargo de un adolescente Médium que estaba internado en el mismo recinto. Este lugar se denominaba: Golden un crossing (Dorado en cruce). O por sus siglas G.C.
Caminó unos metros más hasta que llegó al ventanal de cristales reforzados. Se metió a la sala donde se supervisaban a las personas allí encerradas y la computadora donde mostraban aquello que el ojo humano ni él mismo podían percibir. Los ojos de YoonGi se abrieron de sorpresa al verlo en una pose de yoga sobre el suelo hablando en una lengua imposible de conocer por alguno de las personas del lugar. El chico con ropas blancas portaba los ojos cerrados.
—¡Mira esto! —señaló NamJoon la figura del chico, observando cómo una nube casi de la misma densidad del paciente anterior se comenzaba a extender lentamente en las pantallas. Wstaba extendiendo esa cosa y aún no sabían qué es lo que estaban viendo.
