¡Ey! ¡Tú! ¡Hola, Soy Homicidal Bloody! Pero puedes llamarme Bloody.
Este libro contiene 200 capítulos completos y actualmente está en edición.
Y si tú crees que yo escribo algo cliché, créeme. No lo verás JAMÁS en mi libro, intenta darme un pedido c...
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Desde que me integre al grupo como el último integrante de la banda fue el día en el que todo cambio drásticamente para mí. Todo era mujer difícil, desde el idioma a la interacción con los miembros. Había dicho desde un principio que no me era ninguna dificultad trabajar con hombres, de hecho, prefería hacerlo pues se enfocan y trabajan más (no es que la mujeres no lo hagan), sino que los chicos naturalmente se clncentran en eso y lo continúan, eso impone resistencia, las cuales normalmente las mujeres no tenemos.
Pero claro, no había contado con la idea de básicamente enamorarme de uno de ellos. Cuando alguien me atrae instantáneamente soy más tímida de lo habitual y lo puedo hablar correctamente sin tartamudear. Eso es molesto. De lo contrario soy muy amistosa y sociable con las personas, siempre intento sacar temas de conversación con los chicos. Pero con él era casi como intentar nadar en un mar lleno de tiburones, arriesgado e inútil, pues, apenas abra la boca ya habré tartamudeado la primer sílaba.
El tiempo pasaba y mi confianza en ellos se fue haciendo cada vez mayor hasta el punto donde discutía temas de mujeres con ellos, a veces reían, pero continuaban la charla. Incluso hablaba de los hombres y ellos—metidos en el papel de mujer—decían los que les parecía. Realmente agradecía tenerlos como amigos, me hacian sentir cómoda y tranquila en un grupo de siete chicos. Especialmente mi cariño y confianza creció sobre JiMin y HoSeok, realmnw ellos eran como mis hermanos de otras madres y continente.
Suspiré y me arrojé sobre la cama (de aquel hotel donde nos hospedábamos) de cara. Casi como si me hubiera cansando de respirar. Escuché la risa particular de HoSeok al fondo sentado en una de las sillas mientras me observaba.
—¿Estás bien?
Negué con la cabeza y luego, me giré hasta quedar observando el techo sobre mi. Coloqué mis manos sobre mi estómago, casi reflexionando sobre el día.
—Hobi, —le llamé y el prestó más atención que antes—¿A YoonGi le gusto?
HoSeok quedó en silencio. Debo decir que quizá esté pensando meticulosamente sobre mi pregunta. Volteé mi cabeza hacia él y aún se encontraba en un estado de reflexión.
