Cap 51

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No podia dejar de mirarla, estaba enfrascada en su mesa de su pequeño despacho, dos ordenadores y cientos de papeles desordenados, aun no enténdia como con tanto caos podía aclararse pero así era mi italiana el amor de mi vida.

Sandra había mejorado mucho ya hacia vida normal, quería ponerse a trabajar y tras unas cuantas discusiones conseguimos alquilar un pequeño despacho, tan solo era una habitación con un baño y una pequeña cocina pero según ella le era suficiente, no necesitaba nada mas para empezar.

El mobiliario no era mucho una mesa grande su silla y otras varias menos cómodas para los clientes, algún cuadro prestado por mi y por su hermano, lo mejor de todo la placa de plata  encima de la mesa con su nombre grabado "Sandra Sanz abogada" regalo de su hermano el día de la inauguración, Sandra se había cambiado el apellido por el de su madre, su primer trabajo fue ella misma.

Ya tenía varios clientes, casos fáciles pero feliz de empezar una nueva etapa y yo feliz de verla sonreír.

Seguía apoyada en el marco de la puerta, llevaba un lápiz en la boca mordido en la punta una de las manías de mi chica.

Levanto la vista y me vio dedicandome la mejor de las sonrisas.

-Eh Bebé llevas mucho tiempo ahí?

-Unos mínutos ya sabes que me gusta obserbarte, eres preciosa.

-Anda ven, y dime que te parece.

-Acogedor.

-Ya iremos creciendo, en dos días mi primer juicio.

-Ohhhhhh y como lo llevas.

-Pan comido bebé, estas hablando con Sandra Sanz.

-Jajaja esa es mi italiana.

Me acerco a ella, se separa un poco de la mesa, mi intención es sentarme en sus piernas, pero me pone más hacerlo en su mesa desordenada, amontono sus papeles con su atenta mirada y los pongo en un lado.

-Cariño luego no voy a saber cual es de cada.

-Si vives en un desorden.

-Jajaja....

Después de dejar la mesa un poco vacía me siento en ella, con las piernas abiertas, al sentarme la falda se ha subido dejando ver mi tanga, Sandra muerde su labio, esta pensando lo mismo que yo, se levanta de la silla y va hacia la puerta cerrandola con pestillo, vuelve a su silla, nos miramos sus ojos brillan, sus manos pasean por mis muslos desnudos, sus dedos me acarician, los bellos se erizan.

-Tienes frío?

-Más bien calor

-Tienes los pelos de punta.

-Es lo que provocas en mi amor.

Se levanta de la silla me sube la falda hacia arriba, con sus manos me sienta  dejando mi trasero al borde de la mesa, se vuelve a sentar acercando más su silla, coge mis piernas y se las pone en sus hombros, empieza con un reguero de besos húmedos por todos mis muslos acariciando al mismo tiempo con sus dedos, marcando sus uñas en ellos, mis brazos se apoyan en la mesa detrás de mi cuerpo.

-No sabes como me pone follar en el despacho bebé.

-Mmmmmmmm.

Es lo único que puedo decir cuando muerde mi sexo encima de la tela.

-Dios bebé estas empapada si le sumamos esto.

Arqueo mi espada hechando mi cabeza hacia atrás cuando vuelve a morder en mi intimidad.

-Y..... Y a... Que esperas..... Italiana para follarme...

Le digo con un hilo de voz, se, que al escuchar italiana la vuelve más loca, lo demuestra al instante, vuelve su boca a morder encima de la fina tela, no puedo parar de gemir me van a, escuchar en todo el edificio, Sandra lo nota y con una mano me tapa la boca, la que no puedo evitar morder cuando mueve un poco la tela hacia un lado y noto su lengua lamer despacio, su lengua es pura magia hace de mi lo que quiere, con la punta de esta recorre todo mi sexo cada pliegue, pasa por mi entrada, por el clitoris, esta a punto de explotar, du experiencia lo sabe y para, yo la quiero matar, le gusta torturarme.

Quita su mano de mi boca para subir la, suya y besarme sin parar hasta no tener ni una gota de aire.

-Me encanta tu sabor....

Lo comparte conmigo con los besos, besos desenfrenados, con pasión, con lujuria pero con amor por que de ese nos sobra, por que Sandra sabe follarme al mismo tiempo que me hace el amor.

Quita mi tanga mientras me besa el cuello, luego lo lame, me encanta su lengua en mi cuerpo, sus dos manos agarran mis pechos por encima de la blusa, los aprieta fuerte, sin dolor, me excita más si cabe, con toda prisa desabrocha cada botón de mi blusa, deja al descubierto mi abdomen, mi sujetador, su boca muerde mis pechos por encima de la tela, necesitan salir, por suerte este que llevo se abre por delante, los deja libres, los pezones duros como una piedra, su boca en ellos primero uno después el otro, du mano buscando mi sexo, sus dedos se mueven a placer la humedad de mi excitación le hacen su trabajo fácil.

Noto dos de sus dedos adentrarse dentro de mi con mucha facilidad, su boca vuelve a buscar la mia para volver a besarme, sus dedos se mueven dentro, los curva para darme más placer, gimo en su boca, los acalla con sus besos.

Cuando ya no puedo más y estoy apunto de venirme vuelve a parar, esta vez la quiero matar, sonrie al ver mi cara de espanto, pero al verla meterse sus dedos en su boca chupar de manera sexy me vuelve a encender.

-Italiana deja de torturarme me vas a, follar ya!!!

-Jajaja fiera.

Me vuelve a besar con impaciencia, luego va dejando besos en mi cuello en mis pechos, Sandra me acuesta completamente en la mesa, me acaricia con sus dedos, estoy que ya no puedo más, mis manos buscan su cabeza empujandola donde yo quiero que es entre mis piernas y ahí se mis  adentra, vuelve a colocar mis piernas en sus hombros para tener mejor facilidad, su lengua juega como a mi me gusta, me mata me vuelve loca, ataca mi sexo sin piedad  con toda clase de lametazos y mordidas, agarro yo misma mis pechos y los aprieto cuando llego a un explosivo órgasmo.

Sandra deja mi sexo para subir a mis labios besarme, compartir mi sabor salado, cuando me recupero nos levantamos, la siento  en su silla, bajo sus pantalones y su braguitas hasta los tobillos, me arrodilló ente sus piernas apoyo mis manos en sus muslos y me sumerjo entre sus piernas como lo había hecho ella antes.

Me la como entera, esta muy húmeda, escucho sus gemidos ahogados, me vuelve más loca escucharlos y me mata cuando noto su órgasmo en mi boca, ahora soy yo la que comparte su sabor con ella.

Después de recuperarnos entre risas y alguna caricia nos ponemos la ropa.

-Ahora quien tiene ganas de trabajar bebé.

-No te quejes te he dejado tranquila.

Le guiño un ojo luego beso sus labios, ella me da una palmada en el culo.

-Me voy preciosa paso a recogerte y cenamos fuera?

-Mmmmmm perfecto.

-Te amo italiana.

-No más que yo.

Nos volvemos a besar antes de salir del despacho.


Ha sido genial hacer el amor aquí y con ella, me vuelvo a sentar sonrió y ahora quien trabaja.

Escucho abrirse la puerta y sin levantar la vista.

-No has tenido bastante amor?

-Contigo nunca tendría bastante.

Levanto la vista esa voz no es de mi novia esa voz.......

Alejate de ella! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora