Cap 25

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Llegamos a mi apartamento, en el mismo momento de cerrar la puerta mis labios ya estaban pegados a ellos, devorandolos con ganas, demasiadas, mis manos nerviosas buscaban la cremallera del vestido que en el mismo momento que se lo puso ya tenía ganas de quitárselo.

-Espera.... Espera....

Me decía como podía entre besos, me apartaba y a la vez no dejaba de besarme.

-Que pasa bebé.....

-Quiero..... Quiero..... Bailar.....

Sonrei en sus labios aún se acordaba, me separe de ella, puse en mi equipo de música se podían contar las veces que lo había puesto en una mano, trastee en el no había forma de que se encendiera.

-Será posible, esto no funciona bebé!

-A ver dejame a mi.

Se inclino delante de mi, con su trasero casi en mi cara, suspire, mordi mi labio, mientras lo acariciaba.

-Italiana para, me pones nerviosa.

-Y si cantas tu seguro que tu lo haces mejor que la mierda de aparato este.

-Lo haría cariño, pero si cantó no puedo besarte.

-También tienes razón.

Se levanto con el enchufe en la mano.

-Amor sabes para que funciona esto, si no lo enchufas a la luz no funciona.

Me puse colorada como podía ser tan torpe en estas cosas, al final Malú consiguió lo que yo no supe hacer, la música empezó a sonar, no me importo quien o quienes cantaban solo ella, cogi sus manos entrelazando nuestros dedos mirándonos a los ojos por unos minutos, yo era bastante negada a esto de bailar me deje llevar por ella, puso mis manos en su cintura y las suyas en mi cuello, nuestros cuerpos muy pegados, nuestras frentes juntas, empezamos con un simple movimiento, yo no podía dejar de sonreír como una autentica enamorada, su cara se escondió en mi cuello dejando besos en el.

-Me gusta como me miras.

-Y como te miro bebé?

-Con amor.... Haces que me olvide de todo, me haces sentir tan feliz, cuando estoy a tu lado me siento fuerte, en cada mirada me demuestras que me amas.

-Te amo mucho, tanto que tengo miedo a perderte.... Isabellla...

-No hace falta San.

Se separa de mi y me mira.

-Se que has tenido muchas mujeres se que ella es una de tantas.

-No es una de tantas.... Ella fue la primera de la que me enamore....

Cojo aire antes de seguir hablando, quiero contárselo, no quiero que hayan dudas.

-La sigues queriendo?

No pienso la contestación por que es la verdad es lo que siento.

-No.... Deje de quererla hace mucho, la ame mucho... Pero fue tanto el dolor cuando la perdí, la odie más que la ame.

-Vi..... Vi la foto en tu cajón.... Lo siento por urgar en tus cosas.

-No pasa nada bebé.... Solo no quiero que pienses en que hay halgo entre ella y yo, no se lo que ella siente por mi, no me importa no hay vuelta atrás , solo se lo que siento ahora y es que te amo mas de lo que la ame a ella, pero soy una maldita cobarde, no soy mejor que ella, al final de diferente marnera voy hacer lo mismo que hizo ella tiempo atrás ella me dejó por dinero por poder y yo.....

-Tu no me vas a dejar por que no lo voy a permitir, voy a estar de tu mano voy a  esperar por ti el tiempo que haga falta por que prefiero un minuto contigo que nada.

Acerco sus labios a los míos bebiendose mis lágrimas que brotaban de mis ojos sin poder remediarlo, fui buscando la cremallera de su vestido, cuando la  encontré la fui bajando despacio, con mis manos temblorosas como si fuera la primera vez entre nosotras fui quitando su vestido hasta que cayó al suelo dejando su cuerpo desnudo solo con sus braguitas negras de encaje, para mi suerte no llevaba sujetador.

No dejaba de mirarme sus ojos marrones brillaban mordia su labio pero era yo la que quería morderlo, mis manos acariciaban sus hombros y sus brazos hasta acabar en sus manos entrelazando nuestros dedos con nuestra mirada fija, nuestras caras se iban hacercando despacio sin ninguna prisa hasta que nuestros labios se encontraron y por fin pude morderselo, le provoque el primer gemido, lo que me volvío loca para besarla con ganas.

Nuestros besos ya no eran tranquilos eran voraces con hambre, sus manos buscaban la manera de quitarme mi vestido, ya no había paciencia eran demasiado ganas de nosotras, voló no se ni donde, mi sujetaror cayo al suelo, nuestros pechos se rozaban, notaba sus pezones duros en los míos  a mi me dolían de lo excitada que me sentía, sus manos acariciaban mi cuerpo lo que pillaba, arañando excitandome más si era aun posible, caímos en la cama entrelazados nuestros cuerpos igual estaba ella dominando como era yo.

Nuestras braguitas ya habían pasado a mejor vida, inservibles arrancadas de nuestro cuerpo a tirónes por el el ansia por las ganas de sentir-nos.

Siempre me había gustado que se sentará en mi cara y comer todo su sexo con todas mis ganas pero esta vez era yo la que estaba sentada en la suya moviéndome al mismo tiempo que su boca y su lengua jugaban a su antojo con mi sexo  su lengua entraba y salía de mi pasaba por mi clitoris tiraba de él con sus dientes sin hacer daño, mis manos se apoyaban en la pared, para hacer fuerza y no caer desplomada de tanto placer  ella se ayudaba de sus manos en mi cintura, grite como nunca, esto no era ni medio normal iba a terminar con mi cordura.

Explote en su boca, caí a plomo encima de su cuerpo, no podía ni respirar, me faltaba el aire.

Malú se quito de debajo de mi cuerpo y se puso encima de mi lo primero que hizo fue besarme compartir mi sabor, no tubo bastante con todo lo que me había dado, aun estaba temblando, cuando con sus manos besaba mis pechos primero uno luego el otro.

-Bebé......

Besaba mi cuerpo hacia abajo volvía a estar entre mis piernas, aun estaba muy sensible cuando dos dedos se adentraron en mi sin piedad, entraban y salían mi espalda se arqueaba de puro placer por segunda vez consecutiva, no dure nada estaba demasiado sensible cuando sus labios encontraron los míos para soltar mi último gemido en su boca y ahogarlo en ella.

Cerré los ojos con los brazos extendidos y ella abrazandome, cuando pude reaccionar un poco la abracé fuerte a mi los dos cuerpos desnudos.

Mi cuerpo se activo enseguida al notar su humedad en mi muslo, empezó a frotarse en el necesitaba liberarse de la tensión acumulada, pero quería ser yo quería que fuera mi boca y mis dedos la que la hicieron delirar varias veces.

Hicimos el amor hasta que el cansancio nos venció y caímos rendidas, nos dormimos abrazadas escuchando nuestros corazones.

No importaba que hora era no pensaba levantarme de la cama en todo el día, sería nuestro último día juntas aquí en mi casa.

Me sentía tranquila entre sus brazos acariciando su cuerpo mientras aún dormía, era una gran paz lo que me transmitía.

El timbre de mi casa sonó, no pensaba abrir no me interesaba para nada quien estaba al otro lado de la puerta, el timbre no cesaba de sonar.

-Amor estan llamando....

-Ya se cansaran.

No se cansaban cada vez más insistente, empezaron aporrear la puerta, Malú abrió los ojos asustada yo no quería ni respirar, sabía quien era, rezaba para mis adentros rezaba que se cansara y se fuera cerré los ojos y me abracé más a ella mis lágrimas mojaban su hombro se separo de mi me miro debió ver miedo en mis ojos por que se volvió abrazar a mi, mi miedo no era por mi era por ella.

Alejate de ella! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora